¿Tienes un flujo maloliente? Puede tratarse de vaginosis, un desequilibrio común en la flora microbiana de la vagina. Es una afección benigna, pero debe vigilarse estrechamente durante el embarazo.
¿Qué causa la vaginosis?
La vaginosis es el resultado de un aumento del número de ciertos gérmenes anaerobios (que crecen sin oxígeno) en la vagina, en detrimento de los gérmenes beneficiosos como los lactobacilos. Este desequilibrio de la flora microbiana vaginal se debe a un cambio en el pH de la vagina: normalmente ácido (pH entre 3,8 y 4), en el caso de la vaginosis se vuelve alcalino (más de 5). Este cambio en el pH puede estar relacionado con varios factores: duchas vaginales repetidas, toma de antibióticos, uso de un DIU, relaciones frecuentes, una nueva pareja, tabaquismo, estrés, etc.
¿Cómo se manifiesta la vaginosis?
En la gran mayoría de los casos, la vaginosis no provoca ningún síntoma. Por lo tanto, pasa completamente desapercibida. En algunas mujeres, sin embargo, provoca un flujo vaginal fluido, grisáceo o blanquecino que huele mal. Esta secreción está aún más presente después de las relaciones. Se puede tomar una muestra para hacer el diagnóstico y, en particular, para distinguir entre vaginosis (infección por bacterias) y candidiasis vaginal (infección por hongos).
¿Cuáles son los tratamientos para la vaginosis?
Si tienes vaginosis, tu médico te recetará un tratamiento antibiótico oral o tópico (ova) durante una semana aproximadamente. La vaginosis suele ser una afección recurrente y puede reaparecer en un año. En este caso, hay que volver a recetar antibióticos. Como medida preventiva, es posible tomar probióticos (bacterias buenas de sustitución) y prebióticos (destinados a favorecer su implantación). Juntos, ayudan a restablecer el equilibrio y la salud de la flora vaginal.
Vaginosis bacteriana en el embarazo: ¿Cuáles son los riesgos?
La vaginosis es generalmente benigna: los tratamientos con antibióticos son eficaces y no hay que preocuparse por su salud.
Sin embargo, si la vaginosis aparece durante el embarazo, sobre todo durante el primer trimestre, tu ginecólogo o matrona te propondrá un seguimiento específico porque existen ciertos riesgos (aumento de peso insuficiente del futuro bebé, parto prematuro). Por ello, el cribado al principio del embarazo puede ser útil, sobre todo si tiene antecedentes de aborto espontáneo o un niño nacido con bajo peso... No dudes en hablar con tu médico. Si es necesario, puede darte un tratamiento antibiótico al principio de tu embarazo y todo irá bien.
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