Aquí estoy de nuevo para contaros como sigue mi embarazo. Os cuento ya las sensaciones vividas entre la semana 26 y 29 de embarazo, que, para no variar, y crucemos los dedos porque siga así, siguen siendo muy tranquilas.
A comienzos de la semana 26 de embarazo tuve cita con el ginecólogo, que debía comprobar los resultados de mi último análisis, incluída la curva de la glucosa. Para mi inmensa alegría, todo salió bien, la glucosa la tenía incluso algo por debajo del mínimo (lo que explicaría las pequeñas bajadas de tensión que a veces me dan) y todo lo demás estaba bien, a excepción del hierro. A pesar de estar tomándolo desde el comienzo del embarazo y de que me haya subido un poquito, aún voy un poco justa con la anemia.
El ginecólogo aprovechó para realizarme una ecografía y pudimos ver de nuevo a nuestra peque, ya más grandita, con algo más de 700 gramos de peso. Se aprecian muy bien detalles como las manos, los deditos, sus piernas... aunque para otras cosas hay que poner algo más de imaginación. Según pudo comprobar el ginecólogo, todo estaba bien, las medidas eran correctas, el latido fuerte así que salimos de la consulta muy contentos. Hasta después de la semana 30 de embarazo no tengo que volver, así que de nuevo tranquilidad.
Sigo como las anteriores semanas en cuanto a mi estado general. La barriguita ya se nota bastante, y encima ahora que las chaquetas se han ido fuera parece que todo el mundo comience a darse cuenta de que estoy embarazada. Sigo sin molestias, sin hinchazón y no tengo aún problemas de incomodidad a la hora de dormir... que vá!! yo creo que sea como sea me duermo jajaja!!
Ya hemos comenzado a ver cochecitos para nuestra peque. El que teníamos de nuestra hija está inservible así que tenemos que hacernos con uno nuevo y esta vez queremos asegurarnos muy bien sobre cual escoger porque la anterior vez, por ahorrarnos unos euros hicimos mala compra. En fin, tenemos por delante un par de semanas para decidirnos por uno u otro y ya reservarlo, que según nos dicen, cuanto antes mejor, que luego en cuanto llega junio las fábricas ralentizan el trabajo. También estamos ya planeando cómo reubicar las cosas en casa para preparar la habitación del bebé, así que tenemos trabajo por delante.
En la semana 28 de embarazo he comenzado las clases de preparación al parto. La verdad es que no tenía muchas ganas de ir. La primera vez no me sirvieron de mucho, quizá un poco sí en cuanto a la teoría, pero me resultaron muy poco prácticas. Además, el tema de las respiraciones, para que os voy a engañar, en el momento en cuestión... poco uso hice de ellas. Yo respiraba cómo podía y punto. Pero bueno, como la matrona me pareció muy maja decidí probar y esta semana he ido a la primera clase. Y salí bastante contenta. La primera clase era dedicada al tema del embarazo, parto y postparto visto desde el punto de vista mental: cómo prepararnos para lo que llega, cuales serán nuestros cambios y cómo afrontarlos (tantos personales como en la pareja), como afrontar la llegada del bebé si ya hay un niño en casa, la posible depresión postparto... En fin, me pareció una clase super interesante y muy recomendable en la que descubrí un montón de cosas, aunque no sé si se impartirá como norma general en todos los centros. Yo la otra vez no la tuve desde luego. A partir de la próxima semana, serán ya las clases de preparación convencionales, esperemos que sigan siendo tan entretenidas y edificantes como ésta. Muy pronto os lo cuento.
La próxima semana os sigo contando sobre mi embarazo.
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