Estas últimas semanas del embarazo están transcurriendo con total normalidad, y además de los atracones navideños que me han dejado un poco "echa polvo" del estómago y muy cansada, no ha ocurrido nada destacable.
Después de mi última ecografía, en la que lo más importante era comprobar la translucencia nucal y las medidas del hueso nasal para luego contrastar los datos con los de un análisis, tocaba ir al ginecólogo para que comprobara que todo estaba correcto. Y así fue. El resultado de la prueba dio un riesgo final de que el feto padeciera sindrome de down de 1 entre 8781, es decir, una probabilidad muy alta que descarta la realización de una amniocentesis, sólo recomendada (según comentó mi ginecólogo) cuando la probabilidad es de 1/400 o menos.
Pero lo que más me llamó la atención al ver los resultados fue que según mi edad, 32, el riesgo es de 1/439, es decir, altísimo, y teniendo en cuenta la edad a la que hoy en día las mujeres tenemos a nuestros hijos, viendo esto, realmente me sorprendo de que no se den más casos. Pero como la estadística que vale es la que sale tras el análisis bioquímico y no por la edad, nos quedamos muy tranquilos de que las cifras salieran tan altas.
A parte de este dato el ginecólogo me tomó la tensión y el peso, de momento todo correcto, aunque eso sí, me advirtió que tuviera cuidado con el peso teniendo en cuenta los excesos de las Navidades. También le comenté mis problemas con el hierro que me había mandado tomar (Ferplex) y me lo cambió por otro, Fero gradumet, que deberé tomar a media mañana y acompañado de un zumo de naranja, y sin comer nada ni un rato antes ni después de tomarlo. Veremos si me va mejor porque he leído que estriñe bastante.
También me comentó sobre los resultados de mis análisis que la prueba de la Toxoplasmosis había salido positiva. Esto quiere decir, que una posible enfermedad que en su mayoria transmiten los gatos y que está contenida en una bacteria que se transmite a través de la carne cruda y los embutidos podía llegar a afectarme si no tuviera cuidado al ingerir estos alimentos. A mí no tendría porqué hacerme un daño excesivo ya que se trata una leve infección pero para el feto, si llegara a coger este parásito podría ser mortal. Así que fuera embutidos (o congelarlos antes de consumirlos) y las carnes siempre muy bien hechas. Además, mucha precaución a la hora de lavar la fruta y verdura y no entrar en contacto con las heces de gatos, si lo tuviera, que ahora mismo no es el caso. En principio esto no me supone mucho problema porque embutido apenas como, sólo lo siento por el jamón serrano, que me apasiona y la carne siempre la como bien hecha, pero así todo trataré de tener mucho cuidado. Lo más curioso es que en mi anterior embarazo esta prueba me salió negativa aún teniendo un gato en casa, pero bueno, que le vamos a hacer, tampoco es muy grave el asunto.
En las semanas 13, 14 y 15 de embarazo he seguido teniendo muchísima sed por las mañanas, me levanto con la garganta completamente seca y el zumo de naranja natural sigue siendo mi mayor antojo. Ahora viene un período de calma, no tengo que hacerme ningún tipo de pruebas hasta la semana 20 de embarazo, en la que me haré de nuevo una ecografía y esto no será hasta primeros de Febrero. Luego vendrá la prueba del azúcar y la cosa se animará bastante, así que hasta entonces sólo me queda esperar que las náuseas que ya se me habían ido y que en estos últimos días han vuelto remitan pronto, porque han llegado con más fuerza, incluso he llegado a pensar que quizá tenga algo de gastroenteritis porque llevo un par de días en el que todo lo entra, sale... y el malestar es constante. Muy pronto os cuento si finalmente han desaparecido.
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