¿Qué es el meconio?
El meconio es un término médico que se utiliza para describir la primera caca de un bebé tras su nacimiento. Una de las cosas más extrañas que tiene es la ausencia de olor por su parte, que es lo que lo hace comparativamente estéril en comparación con las heces habituales. Esto se debe principalmente a que tu hijo sólo ha tenido líquido amniótico como ingesta mientras estaba en tu vientre. El cuerpo lo procesa, convirtiéndolo en una combinación de sales y ácidos del estómago, junto con un montón de otras sustancias que han estado presentes desde que tu bebé tenía sólo 16 semanas en el útero.
A veces, los bebés acaban excretando el meconio de su cuerpo incluso antes de nacer. Esto hace que el meconio flote en el útero y se mezcle con el líquido amniótico, dándole un color amarillo-verdoso. Esto puede ser muy peligroso para el niño, ya que corre el riesgo de inhalar el meconio a través del líquido amniótico y desarrollar un síndrome de aspiración de meconio. Los médicos suelen optar por una amnioinfusión o una técnica de aspiración para extraerlo y proteger al bebé.
¿Todos los bebés tienen meconio?
Por supuesto. Es un proceso natural del nacimiento del bebé, al igual que el embarazo es una forma natural de crecimiento del feto para formar un bebé. El meconio también cumple otra función para el bebé, ya que mantiene el intestino grueso bien abierto. La expulsión del meconio es lo que pone en marcha todo el proceso correctamente, por lo que existe aunque el bebé sea prematuro o tenga algún defecto.
¿Qué aspecto tiene la primera caca de tu bebé?
Mientras que las cacas suelen tener un color marrón-amarillento y una textura específica, el meconio se parece a una sustancia parecida al alquitrán, que es extremadamente espesa y de color negro oscuro. Esto sólo cambia cuando se amamanta al niño, lo que le lleva a tener una caca de color verde, que gradualmente se transforma en una amarillenta.
¿Qué causa los cambios de color en las cacas del bebé?
Una vez que el meconio sale del cuerpo, el aire exterior se abre paso en el tracto intestinal. Esto estimula la formación de la bacteria E. coli, que prospera en el intestino. La presencia de estas bacterias es lo que hace que las cacas adquieran un color amarillo parduzco, y su actividad da un olor desagradable a las cacas. El calostro presente en la leche materna resalta aún más el color. La mayoría de estos colores pueden saltar entre el verde y el marrón, lo cual está bien. Sin embargo, la presencia de color blanco o rojo puede indicar la existencia de problemas en el niño.
Cuándo hace un recién nacido sus primeras deposiciones
En general, los bebés que nacen tras un embarazo a término excretan el meconio negro alquitranado en las primeras 24 horas del parto. Algunos bebés pueden tardar uno o dos días más en hacerlo, expulsando las heces por tandas hasta que empiezan a ser verdosas. El paso del meconio es un poco más difícil y prolongado en el caso de los bebés prematuros, ya que requieren un esfuerzo adicional para expulsarlo.
¿Qué ocurre si no se expulsa el meconio?
En algunos casos, los bebés pueden no expulsar el meconio aunque hayan pasado más de 72 horas. Esto suele indicar la presencia de una obstrucción en el camino, que hace que el intestino no pueda expulsar el meconio. Esto es bastante peligroso para el bebé, ya que puede manifestarse en forma de ictericia en el niño, que incluso llega a ser grave en ocasiones.
Qué es el íleo meconial y cuándo se produce
Se denomina íleo a la región inferior del colon del cuerpo. Cuando el meconio se aloja en esa zona y no avanza, se produce el íleo meconial. Esto suele ocurrir cuando el meconio es mucho más espeso y pegajoso que los habituales, lo que acaba provocando un abdomen distendido.
El motivo suele ser la presencia de una enfermedad genética denominada fibrosis quística. Los resultados de esta condición suelen ser un dolor en el abdomen, así como estreñimiento en el bebé. No todos los bebés con fibrosis quística sufren de íleo meconial, pero sí puede ocurrir lo contrario.
El manejo del íleo meconial sólo es posible cuando se diagnostica adecuadamente. Puede detectarse antes del parto si se detecta durante una radiografía o una ecografía. La única forma de tratar el íleo meconial es administrar un enema que, si no funciona, puede requerir una intervención quirúrgica.
¿Qué es un tapón de meconio?
Los síntomas del tapón de meconio son bastante evidentes en un recién nacido. Los principales son la ausencia de meconio incluso después de 36-48 horas, acompañada además de pérdida de apetito, vómitos de líquido verde e irritación general. El médico puede optar por realizar una ecografía o una radiografía para localizar dónde está alojado el meconio dentro del colon o realizar una biopsia del recto u optar por la aplicación de un enema de contraste.
Otra razón por la que el tapón de meconio es una posibilidad en un niño es la presencia de diabetes inducida por el embarazo en la madre. Esto suele provocar que el bebé nazca con un colon anormalmente pequeño en la porción izquierda. Generalmente no requiere ninguna intervención y el colon comienza a desarrollarse de forma normal, una vez que se deshace del meconio. Una condición genética denominada enfermedad de Hirschsprung, que es bastante rara en los niños, también podría dar lugar a esta situación.
Cuándo consultar al pediatra
La mayoría de las veces, los médicos y las enfermeras del hospital estarán presentes para atender al bebé en caso de que haya algún problema al expulsar el meconio. Una vez que se haya hecho con éxito, el médico podría permitirte volver a casa. No dudes en ponerte en contacto con tu pediatra si observas alguna de las siguientes condiciones:
- Tu bebé hace deposiciones pero su textura parece bastante dura y seca. Esto puede dificultar que tu pequeño haga caca, lo que será evidente si tu bebé llora mientras hace caca.
- A veces, la caca del bebé puede estar combinada con algunos tonos rojos o incluso con gotas de sangre. Esto es un signo grave y podría indicar una lesión en el cuerpo o una inflamación presente en el intestino. Cualquiera de estas condiciones debe ser tratada inmediatamente.
- Se han observado casos en los que un bebé de menos de 21 días no hace caca durante más de un día. En algunos casos, esto suele ser normal y no supone un problema siempre que siga tomando leche con normalidad y no se queje de ello. Puede que haga caca al día siguiente. Si no es así, es posible que tengas que consultar con el médico.
La primera caca del bebé después del parto es uno de los signos importantes en los que se basan los médicos para asegurarse de que las funciones corporales del bebé avanzan con normalidad. Todas las sustancias y el líquido amniótico presentes en el cuerpo del bebé tienen que salir al exterior para que pueda empezar a adaptarse a la nueva vida que le espera. La mayoría de los bebés tienden a expulsar el meconio con bastante facilidad durante los dos primeros días después del nacimiento, mientras que otros pueden tener problemas con ello.
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