Después del nacimiento de tu hijo y de esos largos nueve meses es el momento para que tu cuerpo se recupere.
En este periodo se invierten los cambios anatómicos y funcionales que ocurrieron durante el embarazo.
En este artículo te informamos de como cuidarte después del parto: la alimentación, el cuidado de las mamas, los entuertos, la episiotomía, los puntos de la cesárea, los loquios, el puerperio, la cesárea, molestias urinarias y estreñimiento, la vida cotidiana y las relaciones íntimas.
Durante las primeras horas es probable sentir cólicos, que disminuirán de intensidad conforme pasen los días, y que harán que tu útero llegue a las dimensiones que tenía antes del embarazo, en un periodo aproximado de 10 días.
El sangrado en principio es rojo intenso y cambiará a un color "asalmonado"; posteriormente se hará blanco y muy líquido y finalmente, desaparecerá alrededor del mes.
Ocasionalmente puede aparecer un edema (o hinchazón) en las extremidades inferiores, entre las 48 ó 72 horas después del parto, coincidiendo con el inicio de la lactancia que desaparecerá al cabo de dos o tres días.
¿Qué es el Puerperio?
Se llama puerperio a los cuarenta días posteriores al parto. Durante este tiempo, el organismo tendrá que recuperarse del embarazo y del parto. Es un período de cambios, no sólo físicos, sino también personales y familiares debido a la llegada del recién nacido, que implican una readaptación en la vida cotidiana.
Ante esta situación, es normal la aparición de estados de ánimo depresivos (apatía, tristeza, fatiga, insomnio, ansiedad, temores acerca de la capacidad para cuidar al bebé...) que se acentúan hacia el 3º-6º día, coincidiendo con el regreso a casa. Suelen remitir en 1-2 semanas. Tómate la vuelta a las actividades diarias con calma, busca la colaboración de las personas cercanas. Es importante que el padre se implique en los cuidados del recién nacido desde el primer día. Si tu estado anímico no mejora, acude al médico.
Respecto al aspecto físico, también irás notando que poco a poco vas recuperando la figura.
La lactancia materna te ayudará a mejorar tu estado de ánimo y a acelerar el proceso de recuperación de tu silueta, pues para la producción de leche el organismo utiliza las reservas de grasa acumuladas en muslos y abdomen durante el embarazo.
Transcurridos los cuarenta días desde el parto, es recomendable que te hagas una revisión ginecológica.
¿Qué son Los loquios?
Hemorragia o sangrado que sucede tras el parto debido a la herida dejada por la placenta. Los loquios irán cambiando de color a medida que transcurren los días. Los primeros días son de color rojo y es normal la expulsión de algún pequeño coágulo. Posteriormente, hacia el 3º-4º día serán de un color marrón rosado y hacia el 8º-10º día se volverán de un color blanquecino o amarillento. La cantidad de loquios irá disminuyendo a medida que pasen los días. Su duración suele ser de unas 3 ó 4 semanas, aunque son normales pequeñas pérdidas de exudado amarronado hasta el retorno de la menstruación, aproximadamente a los 40-45 días del parto.
No es aconsejable el uso de tampones. Es mejor usar compresas de algodón.
Signos de alarma:
- Si el color rojo de los loquios dura más de 2 semanas, debes acudir al médico.
- Hemorragia muy abundante, después del día 45.
- Mal olor de los loquios.
- Molestia o dolor en la parte baja del abdomen.
- Ausencia de loquios en las dos primeras semanas después del parto.
- Aparición de hemorragia tras haber comenzado con los loquios blancos (consulta con el médico, podría ser la aparición de tu primera regla tras el parto).
¿Qué son los Entuertos?
Son los dolores provocados por las contracciones del útero para recuperar su tamaño habitual. Estas molestias se acentúan al dar de mamar al bebé, pues con la lactancia se libera oxitocina, hormona que estimula las contracciones uterinas. Son más frecuentes y dolorosas a partir del segundo parto. Suelen durar unos 3 ó 4 días.
Episiotomía
En muchos partos es necesario hacer un pequeño corte en el periné, llamado episiotomía, para facilitar la salida del niño/a y evitar desgarros. Los puntos que se dan para cerrar la herida, habitualmente se caen solos alrededor de los 8 días siguientes al parto.
El cuidado de esta herida es importante para evitar infecciones. Es necesario mantener la herida lo más limpia y seca posible para facilitar su cicatrización. No te apliques ningún tipo de desinfectante a no ser que te lo haya recomendado el profesional sanitario. Cámbiate con frecuencia la compresa para que la herida permanezca seca y limpia (evitarás así el contacto de la herida con los loquios).
Es mejor que te sientes sobre un cojín para aliviar las molestias.
⇒ Todo lo que necesitas saber sobre la recuperación de episiotomía en: Cuidados de la episiotomía y el periné tras el parto
Los puntos de la cesárea
Normalmente cicatrizan en 5 ó 6 días y se quitan hacia el octavo día, aunque la herida tardará aún un poco más en curarse por completo.
Tras la ducha diaria, hay que secar bien los puntos y cambiar el apósito. Es muy importante mantener la herida limpia para evitar infecciones.
Infección de los puntos del parto
Tanto en las suturas de la episiotomía como en las de la cesárea, debes estar atenta a la aparición de cualquier síntoma que pudiese indicar infección de la herida. Enrojecimiento de la zona que rodea los puntos, calor local en la zona, mal olor, inflamación, fiebre.
⇒ Todo lo que necesitas saber sobre la recuperación de la cesárea o episiotomía en: Parto por Cesárea, tiempo de Recuperación y consejos y Cuidados de la episiotomía y el periné tras el parto
Alimentación Posparto
- Debes seguir una dieta variada y saludable, similar a la del embarazo. Ésta debe incluir: Carne, pescado, huevos.
- Prioriza el consumo de pescado y huevos sobre el de carne, para así moderar el consumo de grasas animales, menos saludables.
- Fruta fresca, verduras y hortalizas a diario que te aportarán las vitaminas y minerales que necesitas: 3 ó 4 piezas de fruta más unas 4-5 raciones diarias de verduras.
- Pan y cereales (mejor si son integrales) arroz, legumbres y pasta tómalos a diario, unas 6 raciones entre todo.
- Leche y derivados (yogur, queso) el equivalente a 1 litro al día.
Es posible que el profesional sanitario te aconseje tomar suplementos de hierro. La anemia en el puerperio es frecuente debido a las pérdidas de sangre tras el parto y al desgaste del embarazo.
Algunos alimentos que ingieres pueden modificar el sabor de la leche materna (espárragos, ajo, coliflor, coles, alcachofas, cebollas, puerros...), pero no es necesario que los retires de tu dieta, a no ser que tu hijo/a muestre rechazo a tomar la leche. ⇒ Información detallada en ¿Hay alimentos que no deba comer cuando estoy amamantando?
Evita el consumo de tabaco, alcohol, café, sustancias y estimulantes. Los medicamentos se tomarán solamente bajo prescripción facultativa.
Cuidado de las mamas
- La ducha diaria es suficiente para su cuidado. Es muy importante que te laves las manos antes de dar de mamar al bebé.
- Mantén secos los pezones. Puedes usar los empapadores de celulosa que existen en el mercado, pero cámbialos con frecuencia. Usa sujetadores de tirante ancho, tanto de día como de noche, para evitar las estrías y ayudar a mantener la firmeza de los senos.
- Pezones doloridos: es normal que notes molestias en los primeros días de lactancia y al principio de cada toma. Si duelen durante toda la toma, es probable que el bebé esté mal colocado al pecho. Consulta con tu matrona o enfermera.
Las grietas en el pezón aparecen porque el bebé no agarra correctamente el pecho. (El pezón no duele si el bebé mama correctamente, aunque se hayan producido grietas).También favorece su aparición el lavado excesivo de las mamas y el uso de jabones y cremas.
Molestias urinarias y estreñimiento después del parto
Es normal que durante las primeras semanas notes una pequeña incontinencia debido a que los músculos del suelo pélvico, resentidos por el esfuerzo del parto, necesitan un tiempo para recuperarse. Para acelerar esta recuperación, practicar un sencillo ejercicio a partir de la primera semana posparto, consiste en apretar con fuerza los músculos de la zona, como si tratases de evitar la salida de la orina y a los 3-5 segundos, relajarlos. Haz series de 10 unas tres veces al día. Puedes hacerlas sentada, tumbada o de pie.
También es normal que tengas la necesidad de ir a orinar con más frecuencia, debido a la retención de líquidos que se ha producido durante el embarazo.
Es probable que padezcas estreñimiento, sobre todo si tienes hemorroides o te han hecho episiotomía. Aunque tengas la sensación de que se van a saltar los puntos, no temas, es algo bastante infrecuente. Procura tomar alimentos ricos en fibra. También van bien los yogures y los zumos en ayunas. Haz ejercicio físico. Camina todo lo que puedas. Date masajes circulares en sentido de las agujas del reloj sobre el abdomen.
Vida cotidiana tras el parto
El regreso a la actividad diaria debe ser gradual. Es esencial descansar y dormir, sobre todo en las primeras semanas. Sería muy importante contar con la ayuda de la pareja o de familiares para las tareas de la casa y cuidar del bebé en estos primeros días.
Puedes adecuar tu ritmo de descanso a los ritmos de amamantamiento y sueño del bebé. Como el recién nacido pasa la mayor parte del día durmiendo (16-20 horas), te será fácil acomodarte a sus períodos de descanso para realizar alguna actividad, reposar o dormir.
Si el bebé no hace pausa nocturna, busca posturas alternativas para darle de mamar como, por ejemplo, tumbada en la cama sobre el lado que vas a dar de lactar a tu hijo.
Te recomendamos que realices, de forma progresiva, ejercicios de gimnasia. Salvo contraindicación médica, los ejercicios pueden iniciarse muy pronto después del parto, comenzando con ejercicios simples y pocas repeticiones, para ir aumentando su complejidad y ritmo según tus posibilidades. Al terminar la sesión de ejercicios, debes tomarte 10 minutos para relajación.
Relaciones de pareja después del parto
Durante las primeras semanas después del parto no es aconsejable mantener relaciones, ya que podrían producirse hemorragias o infecciones y los puntos están aún muy recientes y molestan. Cuando llegue el momento comienza de forma delicada y gradualmente, para evitar experiencias dolorosas. Consulta con tu médico sobre el momento adecuado para reanudar la intimidad de pareja.
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