Depresión posparto: ¿Cómo salir de ella?

Lágrimas, tristeza, angustia... Muchas madres experimentan la melancolía después del parto. Pero a veces puede tratarse de una verdadera depresión (también llamada depresión posparto), que debe ser tratada específicamente.

La melancolía y la depresión posparto: ¿Cuáles son las diferencias?

Mientras que más de la mitad de las madres jóvenes experimentan baby blues, afortunadamente sólo el 10% sufre depresión después del parto (depresión posparto). No confundas las dos cosas.

La melancolía aparece a los tres días de dar a luz y desaparece en dos semanas. No es una enfermedad, a diferencia de la depresión posparto, que es más larga y está marcada por un estado clínico más grave (sentimiento de culpa intenso, sensación de no poder avanzar, fatiga, etc.).

La melancolía posparto: los síntomas

Su frecuencia máxima es al tercer día después del nacimiento y su resolución espontánea entre 1 y 10 días.

La "melancolía" afecta al 70% de las mujeres en los días posteriores al parto. Puedes tener cambios de humor repentinos, como sentirte muy feliz y luego muy triste. Puedes llorar sin motivo y sentirte impaciente, malhumorada, inquieta, ansiosa, sola y triste. La melancolía puede durar sólo unas horas o hasta una o dos semanas después del parto. Por lo general, no es necesario un tratamiento de un médico para la tristeza posparto. A menudo, unirse a un grupo de apoyo de nuevas mamás o hablar con otras mamás ayuda.

¿Cómo se supera la tristeza - baby blues?

Aquí hay algunas recomendaciones para ayudarte a sentirte mejor:

  • Haz saber a tu pareja o a tus seres queridos que no te encuentras bien y que necesitas más ayuda para el cuidado del bebé y las tareas cotidianas.
  • Cuídate: duerme, date un baño relajante (a no ser que te hayan hecho una cesárea), sal a la calle para distraerte, disfruta;
    Realiza actividades con tu bebé: paseos al aire libre, contacto piel con piel, etc.

Si, después de varias semanas, sigues sintiéndote infeliz o agobiada, o si tienes poco interés en tu bebé, probablemente ya no estés sufriendo de baby blues, sino de depresión posparto (o postnatal).

¿Qué es la depresión posparto?

La depresión posparto (DPP) puede aparecer unos días o incluso meses después del parto. Los expertos coinciden en que no existe una única causa de la depresión posparto, sino una combinación de factores que pueden influir en su aparición.

La DPP puede ocurrir después del nacimiento de cualquier hijo, no sólo del primero. Puedes tener sentimientos similares a los de la tristeza posparto -tristeza, desesperación, ansiedad, mal humor- pero los sientes con mucha más intensidad. La DPP suele impedirte hacer las cosas que necesitas hacer cada día. Cuando tu capacidad de funcionamiento se ve afectada, debes acudir a un profesional de la salud, como tu ginecólogo u obstetra o tu médico de atención primaria. Este médico puede evaluar los síntomas de la depresión y elaborar un plan de tratamiento. Si no recibes tratamiento para la DPP, los síntomas pueden empeorar. Aunque la DPP es una enfermedad grave, puede tratarse con medicación y asesoramiento.

Factores de riesgo, causas y consecuencias de la depresión posparto

Si tiene una DPP, no es porque haya hecho algo malo. Los expertos creen que ocurre por muchas razones, y éstas pueden ser diferentes para cada persona. Algunas cosas que pueden aumentar las posibilidades de sufrir depresión posparto son:

  • Antecedentes de depresión antes de quedarse embarazada o durante el embarazo.
  • La edad en el momento del embarazo (cuanto más joven seas, mayores serán las probabilidades).
  • Ambivalencia sobre el embarazo.
  • Los hijos (cuantos más tenga, más probabilidades tendrá de sufrir depresión en un embarazo posterior).
  • Antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo.
  • Pasar por un acontecimiento extremadamente estresante, como una pérdida de trabajo o una crisis de salud.
  • Tener un hijo con necesidades especiales o problemas de salud.
  • Tener gemelos o trillizos.
  • Tener antecedentes de depresión o trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
  • Apoyo social limitado.
  • Vivir sola.
  • Conflictos matrimoniales.

No hay una sola causa de la depresión posparto, pero estos problemas físicos y emocionales pueden contribuir:

  • Hormonas. La drástica caída de estrógenos y progesterona tras el parto puede influir. Otras hormonas producidas por la glándula tiroidea también pueden descender bruscamente y hacer que te sientas cansada, perezosa y deprimida.
  • La falta de sueño. Cuando te falta el sueño y estás agobiada, puedes tener problemas para manejar incluso problemas menores.
  • Ansiedad. Es posible que te sientas ansiosa por tu capacidad para cuidar a un recién nacido.
  • Imagen personal. Puedes sentirte menos atractiva, luchar con tu sentido de la identidad o sentir que has perdido el control de tu vida. Cualquiera de estos problemas puede contribuir a la depresión posparto.

A diferencia de la melancolía, la depresión posparto es más grave. En los casos más graves, no sólo puede perjudicar a la madre, sino que también puede interferir en el desarrollo del vínculo de apego entre ella y su bebé y reducir sus interacciones con él. Incluso puede verse afectado el desarrollo cognitivo, social y emocional de su hijo.

Dado que el tratamiento es más eficaz cuando la depresión posparto se detecta a tiempo, las madres que creen que pueden padecerla deben buscar apoyo. Esto le ayudará a recuperar la sonrisa y a disfrutar de su bebé.

El padre y otros miembros de la familia inmediata de la madre deprimida deben asegurarse de que recibe la ayuda que necesita.

Síntomas de la depresión a tener en cuenta

depresión posparto

La depresión posparto es similar a muchas otras formas de depresión, aunque algunos de los síntomas están asociados a pensamientos negativos sobre el recién nacido. Los signos y síntomas varían de un caso a otro, pero alerta si tienes varios de los siguientes síntomas:

  • Profunda tristeza sin razón aparente.
  • Necesidad constante de llorar.
  • Agotamiento mental.
  • Agotamiento permanente o problemas de sueño (dormir mucho o poco).
  • Sentirse una mala madre, dificultad para relacionarse con el bebé.
  • Sentimientos de irritabilidad y rechazo hacia tu bebé.
  • Ansiedad extrema (especialmente por el bienestar de tu hijo).
  • Incapacidad de cuidar adecuadamente a tu hijo.
  • Falta de interés o placer en las actividades.
  • Cambio en el apetito.
  • la sensación de que las cosas nunca mejorarán.
  • Ralentización psicomotriz (dificultad para concentrarse, disminución del estado de alerta, fallos de memoria, dificultad para seguir o participar en una conversación).
  • Ausencia de alegría, sentimiento de infelicidad.
  • Retraimiento social, aislamiento.
  • Alteración de la percepción de uno mismo y de los demás.
  • Sentimiento de ser una madre incompetente, una fuerte sensación de fracaso, impotencia e inadecuación. Culpa. Ansiedad.
  • Falta de interés por si misma o por el recién nacido o, por el contrario, una preocupación excesiva por el bebé.
  • Miedo a dañar al recién nacido.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Pensamientos de acabar con la vida.

Complicaciones de la depresión posparto

La depresión posparto que no se trata puede debilitar tu capacidad de vinculación con tu bebé y afectar a toda la familia:

  • A ti. La depresión posparto que no se trata puede durar meses o más, e incluso convertirse en un trastorno depresivo crónico. Incluso con tratamiento, la depresión posparto puede hacer que seas más propensa a tener episodios de depresión en el futuro.
  • El padre del bebé. Cuando una nueva madre tiene depresión, el padre puede ser más propenso a tenerla también. ⇒ ¿Pueden los padres tener depresión posparto?
  • Los hijos. Los hijos de madres con depresión posparto son más propensos a tener problemas para dormir y comer, a llorar más de lo habitual y a sufrir retrasos en el desarrollo del lenguaje. ⇒ Depresión posparto - ¿Puede afectar al bebé?

Tratamientos para la depresión posparto

¿Qué hacer ahora? Las buenas palabras y una actitud de espera pueden ser adecuadas ante una "babyblues" moderada, pero si se trata de una auténtica depresión, es diferente y se requiere un tratamiento adecuado.

Si la depresión posparto es grave, debes buscar atención médica lo antes posible para obtener el tratamiento adecuado. En el caso de una depresión más grave, el médico tratante te remitirá a un psicólogo o psiquiatra, según el caso. 

La depresión posparto se trata de forma diferente, según el tipo de síntomas y su gravedad. Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos ansiolíticos o antidepresivos, psicoterapia y participación en un grupo de terapia para obtener apoyo emocional y educación.

En el caso de la psicosis posparto, se suelen añadir los fármacos utilizados para tratar la psicosis. También suele ser necesario el ingreso hospitalario.

Si estás amamantando, no asumas que no puedes tomar medicamentos para la depresión, la ansiedad o incluso la psicosis. Habla con tu médico. Bajo la supervisión de un médico, muchas mujeres toman medicamentos durante la lactancia. Esta es una decisión que deben tomar tú y tu médico.

La tasa de recuperación de la depresión posparto es alta. Aunque algunas mujeres pueden experimentar una depresión prolongada, la mayoría de ellas mejoran en pocos meses con un tratamiento adecuado.

Recomendaciones

Para poder hacer frente a esta situación nada mejor que una buena preparación al parto, tener información fiable del proceso del embarazo, parto y postparto. En el último trimestre, sobre todo, es conveniente que la futura madre se relacione con otras mujeres que hayan sido madres recientemente o que estén a punto de serlo, a fin de poder compartir experiencias, aprender de ellas. Los cursos de preparación al parto, los grupos de mujeres, los grupos de lactancia, son lugares de encuentro perfectos para que una mujer pueda vencer miedos, informarse, aprender. Esto te dará seguridad cuando enfrentes tu propio parto y esas primeras horas y días del posparto.

Si ya se han padecidos trastornos depresivos, es fundamental ponerlo en conocimiento de los especialistas al quedar embarazada, pues los cambios hormonales propios de la gestación pueden alterar a nivel mental a la mujer.

Prevención de la depresión posparto

Si tienes antecedentes de depresión, díselo a tu médico en cuanto sepas que estás embarazada o si estás planeando quedarte embarazada.

  • Durante el embarazo. Tu médico puede vigilarte para detectar los síntomas. Puedes controlar los síntomas de la depresión leve con grupos de apoyo, asesoramiento u otras terapias. El médico puede recetarle medicamentos, incluso durante el embarazo.
  • Después de que nazca tu bebé. El médico puede recomendar una revisión posparto temprana para buscar síntomas de depresión. Cuanto antes se te diagnostique, antes podrás empezar el tratamiento. Si tienes antecedentes de depresión posparto, tu médico puede recomendarte un tratamiento en cuanto tengas el bebé.

Algunos consejos caseros para prevenir la depresión posparto

Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a sobrellevar la llegada a casa de un recién nacido:

  • Pide ayuda. Haz saber a los demás cómo pueden ayudarte.
  • Sé realista en cuanto a tus expectativas para ti y para el bebé.
  • Escribir un diario.
  • Hacer ejercicio, dentro de los límites de las restricciones que el médico pueda imponer. Dar un paseo y salir de casa para respirar.
  • Esperar algunos días buenos y otros malos.
  • Dormir lo suficiente y tomarse tiempo para relajarse. Si es posible, descansar mientras el bebé duerme.
  • Dejar al bebé con alguien de confianza durante unas horas.
  • Escuchar música suave.
  • Escuchar a tu cuerpo y reaccionar adecuadamente cuando te pida descanso.
  • Lleva una dieta sana y equilibrada: No pasar mucho tiempo sin comer para evitar la fatiga y el deterioro de la salud general. Mantener una dieta buena y variada. Evita el alcohol y la cafeína.
  • Haz ejercicio con moderación: Hacer yoga o gimnasia suave. Caminar.
  • Mantén el contacto con la familia y los amigos: no te aísles.
  • Cuida de ti misma: - Tomar tiempo para vestirse. Ir a la peluquería. Maquillaje.
  • Fomenta la relación con tu pareja: dedicarse tiempo el uno al otro.
  • Limite las visitas cuando vuelva a casa.
  • Filtra las llamadas telefónicas.

Padres y depresión posparto

A medida que se recupera, el padre desempeña un papel fundamental y puede tener que hacerse cargo y ayudar la madre a mantener el contacto con el bebé. Sin embargo, es importante tener en cuenta que él también debe adaptarse a los cambios que supone la llegada del bebé. Los estudios informan de que los padres también pueden desarrollar síntomas depresivos en el posparto.

En los tres primeros meses después del parto, alrededor del 7% de los padres experimentan síntomas depresivos, y esta tasa se eleva a cerca del 25% entre tres y seis meses después del nacimiento de su hijo. A partir de entonces, la proporción de padres afectados disminuye.

Del mismo modo, el número de madres con síntomas depresivos también alcanza un máximo en el periodo de tres a seis meses después del parto (alrededor del 41%).

Los padres también tienen más riesgo de desarrollar síntomas depresivos si su pareja padece depresión. Los nuevos padres también pueden necesitar ayuda durante este periodo y no deben dudar en buscarla.

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