La mejor prevención de las grietas en los pezones durante la lactancia es que la postura de la madre y del bebé sea correcta y sobre todo que su boca abarque la mayor parte de la areola.
Pezones doloridos, agrietados o sangrantes
Las grietas y el dolor son comunes en las madres lactantes. Algunas tienen tantos problemas con ellos que dejan de amamantar temprano.
Como madre primeriza, es posible que descubras que puede tardar unos días o semanas en adaptarte a la fuerte succión del bebé.
Es normal que las mamas se vuelvan más sensibles en las primeras semanas después de haber dado a luz. Pueden picar, quemar, doler o sentirse sensibles. Con el tiempo, la incomodidad y la sensibilidad deberían desaparecer.
Si tiene los pezones doloridos, puede ser que el bebé no se esté agarrando correctamente al pecho. Este dolor suele durar aproximadamente medio minuto mientras el bebé se agarra.
Intenta asegurarte de que la boca del bebé esté bien sujeta para la succión desde el primer amamantamiento.
Si no corriges la sujeción del bebé, podrás sufrir daños, lo que causará problemas como la mastitis (infecciones).
Cómo conseguir que el bebé se sujete correctamente al pecho
- Asegúrate de estar sentada o acostada cómodamente. Coloca el pecho del bebé contra tu pecho, con la boca y la nariz mirando hacia el pezón.
- Si estás acostada, deja que la mejilla del bebé descanse contra tu pecho. Si estás sentada, levanta el pecho ligeramente para que no presione la barbilla del bebé.
- Coloca al bebé de modo que el primer punto de contacto sea su barbilla en la areola, la zona coloreada alrededor del pezón.
- Acerca la cabeza del bebé a tu pecho, no el pecho a la cabeza del bebé. Apoya al bebé para que se mueva hacia donde está intentando ir: el pezón.
- Asegúrate de que el pezón y gran parte (o toda) la areola y parte de la mama que lo rodea estén en la boca del bebé.
Después de unos cuantos tragos rápidos, el bebé debería empezar a succionar y a tragar a un ritmo regular. Una vez que se le coge el truco, la lactancia puede ser agradable y no debería ser dolorosa.
Cómo prevenir y tratar los pezones doloridos
Antes de poner al bebé en el pecho
Lávate las manos y siéntate en una posición cómoda e intenta relajarte. Aplica una toalla caliente sobre el pecho y masajea suavemente para ayudar a que la leche fluya. Exprime un poco de leche para suavizar la areola y lubricar el pezón.
Durante el amamantamiento
La mala adherencia es una causa clave del dolor de los pezones. Asegúrate de que la forma en que el bebé se prende a tu pecho sea la correcta. Si no estás segura, pida ayuda a un profesional de la salud. Si sientes incomodidad después de 30 segundos, interrumpe la succión del bebé poniendo el dedo en la comisura de su boca. Retira al bebé y deja que vuelva a engancharse al pecho. Prueba diferentes posiciones de alimentación. Si tus pezones están sensibles, limita la potencia del bebé al succionar.
Después de la lactancia
Revisa tus pezones para ver si están rojos y deformados. Limpia las mamas con agua limpia y deja secar. Puede ayudar dejar el sujetador fuera por un tiempo y permitir que la zona se ventile. Asegúrate de que el sujetador te quede bien. Cuando te extraigas la leche, asegúrete de que la succión del extractor de leche no sea demasiado fuerte. Si el dolor en los pezones aumenta después de la primera semana, habla con un profesional de la salud.
Cómo encontrar la causa de los pezones agrietados o sangrantes
Tendrás que averiguar el origen de tus problemas. Lo primero que hay que hacer es comprobar si el bebé se está agarrando correctamente. Es posible que necesites pedir ayuda a un profesional de la salud. También puedes comprobar si tu bebé tiene problemas con los labios y la lengua y si tu tienes problemas médicos como dermatitis o infección de los pezones. Si utilizas un protector de pezones, asegúrate de que es del tamaño correcto y si utilizas un extractor de leche, asegúrate de que lo haces correctamente.
Tratamiento de los pezones agrietados o sangrantes
Hay varias cosas que puedes hacer para tratar los pezones agrietados o sangrantes. Cuida las mamas: Lava toda la zona con agua después de cada toma y limpia y esteriliza el protector de pezones. Si puedes, continúa amamantando. Pero si es demasiado doloroso, es posible que tengas que retirar al bebé del pecho durante 24 a 48 horas, descansar el pezón y alimentar al bebé con leche materna extraída. Vuelva a introducir gradualmente el pecho después de descansar un poco y ten especial cuidado con la colocación y el agarre.
Si vas a tomar medicamentos para aliviar el dolor, habla con tu médico o farmacéutico. Muchos remedios caseros son ineficaces o perjudiciales.
Si necesitas más ayuda o estás experimentando un dolor anormal prolongado en los senos, consulta con el médico, asesor o consejero de lactancia, enfermera de salud infantil o matrona.
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