Lo que debes saber antes de perforar las orejas de tu bebé
Los pendientes son uno de los temas más controvertidos en lo que respecta a la moda y los accesorios de los bebés. En general, las opiniones están bastante divididas, ya que algunas personas consideran aceptable perforar las orejas de los bebés, mientras que otras están completamente en contra.
En algunas culturas, la perforación de las orejas sólo se hace cuando la niña alcanza la edad legal y puede decidir por sí misma si quiere perforarse las orejas o no. Sin embargo, en América Latina y España, es una tradición perforar las orejas de las niñas a una edad muy temprana.
De hecho, normalmente se decide perforar las orejas sólo unas horas o días después del nacimiento. La razón por la que se hace tan pronto es que se considera que el dolor se evita cuando son mayores (y más conscientes). Cuando el bebé es recién nacido, el cartílago es más fino. En teoría esto hace que sea mucho más fácil (y menos doloroso) perforar las orejas para los pendientes.
En Estados Unidos, la perforación de las orejas de los bebés no es habitual. De hecho, los bebés con orejas perforadas y que llevan pendientes se consideran una excepción en ese país. Perforar las orejas de los bebés tampoco es una tradición en los países escandinavos, Bélgica, Holanda y otros países del norte de Europa.
¿A qué edad es mejor perforar las orejas?
Como ya se ha dicho, hay opiniones muy diferentes sobre este tema. Algunas instituciones sanitarias consideran que es mejor esperar a que la niña sea lo suficientemente mayor para cuidarse y tomar sus propias decisiones, mientras que otras señalan que no hay desventajas en perforar las orejas cuando son bebés.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha afirmado que si el piercing se realiza correctamente y se hace un seguimiento posterior, son pocos los posibles riesgos que puede conllevar este procedimiento. Por lo tanto, no se oponen a la perforación de las orejas en los bebés.
Otros recomiendan esperar hasta que el bebé haya cumplido unos dos años antes de perforar las orejas.
En definitiva, se trata de una decisión personal. Aunque es importante informarse bien de que no hay peligro en perforar las orejas de tu hijo y hacerlo en el lugar adecuado.
Lo que es más complejo es convencer a las madres de origen español y latinoamericano de que esperen hasta los 2 años para perforar las orejas de sus bebés, ya que este procedimiento forma parte de sus tradiciones.
Perforar las orejas del bebé: ¿Cuáles son los riesgos?
Si el niño es demasiado pequeño, el principal riesgo es que toque el pendiente, que lo arranque y que esto suponga un riesgo de ingestión si tiene edad para meterse todo en la boca.
El problema más grave: El alto riesgo de infección de la piel (hasta 1 de cada 5 niños) y la propagación de microbios. De hecho, los microbios aprovechan esta oportunidad para infiltrarse en el cuerpo del niño. ¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Entre otras cosas, de contraer un estafilococo o un estreptococo, una sepsis, un absceso local o incluso una infección del cartílago (también conocida como "condritis"). La otra complicación es de origen vírico y se explica por la falta de higiene del material utilizado por algunos profesionales. Así, el dispositivo de perforación puede provocar herpes, hepatitis, tipos B y C y D. El riesgo viral es real y no debe tomarse a la ligera. Para precisar una cifra sin ambigüedad: hay 2,5 veces más posibilidades de contraer la hepatitis B en el momento de un piercing del lóbulo de la oreja, especialmente antes de los 3 meses del niño, cuando este último no fue realizado por un médico u otro profesional sanitario.
Consejos para perforar las orejas de tu bebé de forma segura
Si en el hospital donde vas a dar a luz no se realizan perforaciones en las orejas, puedes consultar a tu pediatra sobre un lugar seguro con todo el equipamiento necesario donde puedas hacerlo.
Debes asegurarte de que los pendientes son de oro de 14 quilates. Otras sustancias podrían causar una infección o una reacción alérgica a tu bebé.
Los pendientes deben ser pequeños y no poder ser arrancados. Los bebés suelen ser muy inquietos, por lo que debes evitar los pendientes colgantes o grandes. Lo ideal es que los pendientes del bebé sean pequeños y redondos.
Si acudes algún centro, como una joyería o farmacia, hay que comprobar que hay dos zonas diferenciadas en la tienda: la zona de venta y la sala donde el profesional perfora las orejas del niño para minimizar el riesgo de infección. Por otro lado, es necesario asegurarse de que el material es estéril, que se utiliza por primera vez y que el profesional tiene en su poder material de desinfección adecuado.
Los días siguientes al piercing, la vigilancia es de rigor: Hay que ser muy precavido en el seguimiento del piercing. En caso de hormigueo, enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreción, el material debe ser retirado inmediatamente y se debe consultar urgentemente a un especialista.
Puedes consultar con tu médico si tu bebé puede recibir anestesia local. La punción dura unos segundos, pero, por supuesto, causará dolor al bebé. Si te preocupa el posible dolor que pueda experimentar tu hijo al perforarle las orejas, consulta al médico.
¿Cómo elegir los pendientes para bebés?
- Hecho de material hipoalergénico: este tipo de material es perfecto para evitar reacciones alérgicas. Deben ser de materiales hipoalergénicos, como el oro o la plata de 14 quilates.
- Los pendientes no deben colgar: Recuerda que los pendientes no deben colgar para que el bebé no pueda tirar de ellos.
- El tallo no debe ser puntiagudo: como suelen ser pendientes de adultos, asegúrate de que los tallos sean redondeados.
- Tamaño: el tallo introducido en la oreja debe ser lo más fino posible.
¿Y los pendientes de imán?
Aunque los pendientes de imán no suponen un riesgo infeccioso -ya que la oreja del niño no está perforada-, pueden ser inhalados. Las piezas pequeñas pueden caerse y el cuerpo extraño puede ser tragado por el bebé... ¡Así que ten cuidado!
¿Cómo se cuidan las orejas del bebé después del piercing o perforado?
- Lo primero que debes hacer es avisar y consultar a tu pediatra, por si se produce alguna complicación.
- Si no hay problemas (infección, alergia) puedes dejar los pendientes colocados durante 6 semanas.
- Durante el periodo de cicatrización, limpia el lóbulo con las manos limpias y una solución antiséptica.
- Gira los pendientes al menos una vez al día y no aprietes demasiado los cierres.
- Después de cada baño, seca muy bien a tu bebé para que no se quede mojado.
- Al cabo de 6 semanas las heridas de la perforación deberían haber cicatrizado y podrás cambiar los pendientes.
Con estos consejos y recomendaciones, ya tienes todas las herramientas necesarias para tomar la decisión de perforar o no las orejas de tu bebé.
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