Consejos para la lactancia cuando al bebé le están saliendo los dientes
Cuando tu bebé tiene alrededor de 6 meses, puede parecer que por fin tienes la lactancia materna controlada. Tú y tu bebé han establecido con éxito una buena rutina de amamantamiento. Sin embargo, de repente todo vuelve a cambiar. El bebé se pone inquieto y agitado en el pecho, se niega a agarrarse, hace huelga de lactancia o se aferra al pecho durante la toma. Es fácil preguntarse qué ha pasado, pero si tu bebé tiene entre 6 y 9 meses, suele haber una causa bastante común de su irritabilidad.
Si indagas un poco, puede que te des cuenta de que tu bebé está mostrando los primeros síntomas de la dentición: babeo, encías rojas e hinchadas o incluso las puntas de sus nuevos dientes perlados saliendo a la superficie. No te asustes: el hecho de que a tu bebé le estén saliendo los dientes no significa que tengas que dejar de amamantarlo.
Aquí tienes algunos consejos para facilitar la lactancia cuando a tu bebé le están saliendo los dientes:
A la mayoría de las madres les preocupa que su bebé les muerda durante la lactancia, y mentiría si dijera que nunca ocurre. Sin embargo, conviene recordar que, cuando están bien agarrados, la lengua de la mayoría de los bebés les cubre por completo los dientes inferiores, por lo que es muy difícil que muerdan durante la lactancia. Sin embargo, lo más habitual es que los bebés se aferren o muerdan al principio o al final de la toma, ya sea por la frustración que les produce la velocidad de bajada de la leche o porque están empezando a cansarse o a relajarse. Para evitarlo, vigila de cerca a tu bebé durante la toma y reconoce cuándo está amamantando activamente. Cuando muestre signos de desaceleración, puedes desengancharlo y acomodarlo contra tu pecho para evitar el riesgo de que se sienta incómodo.
Si el bebé no muerde, pero notas que los dientes se apoyan en el pezón, puedes cambiar la posición de amamantamiento. A veces, la simple sensación de un diente apoyado en la areola puede resultar incómoda, por lo que cambiar la posición en la que estás sentada o sostener al bebé en una posición más vertical puede ayudar.
Si tu bebé babea mucho, considera la posibilidad de ofrecerle un mordedor antes de las tomas, para que tenga algo que masticar y morder aparte de ti. El proceso de masticar y morder un juguete refrescante para la dentición puede ayudar a aliviar la resistencia o la tirantez de sus encías y reducir la frustración o el dolor que pueda sentir.
Si tu bebé se muestra muy inquieto con el pecho, es posible que el proceso de amamantamiento le resulte muy doloroso y, por tanto, se resista o haga huelga de lactancia. Un analgésico tópico para la dentición unos 30 minutos antes de la toma puede ayudar a adormecer sus encías y hacer que esté más dispuesto a mamar.
Si tu bebé muerde o aprieta accidentalmente mientras le das el pecho, intenta no gritar de dolor (por muy difícil que sea). Asustar al bebé puede hacer que se ponga nervioso a la hora de mamar y, de hecho, puede causar más problemas de lactancia en el camino. En su lugar, simplemente retíralo del pecho y dile con calma que te duele. Aunque a esta edad no entienda del todo el concepto de "no", poco a poco irá aprendiendo la causa y el efecto de sus acciones, y que morder a mamá hace que deje de amamantar.
Una cosa es segura, el viaje de la lactancia materna siempre conlleva una serie de retos únicos, pero recuerda que cada uno es una fase - ¡Estás haciendo un trabajo increíble!
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