Contraindicaciones de la lactancia materna
Hay muy pocas condiciones en las que una madre no puede amamantar. Durante infecciones simples y dolencias como resfriados comunes, gripe, infecciones gastrointestinales, etc., los bebés pueden ser amamantados si se siguen las precauciones y medidas de higiene adecuadas.
De hecho, durante dichas infecciones es más prudente continuar amamantando ya que la leche materna contiene anticuerpos contra la infección y esto protegerá al bebé de contraer la misma infección.
Hay algunas condiciones donde no se recomienda amamantar. Éstas incluyen:
Si la madre ha sido infectada con VIH o tiene SIDA. El virus del VIH puede transmitirse al bebé a través de la leche materna y, por lo tanto, no se permite la lactancia si la madre es positiva a la infección por VIH o tiene SIDA.
Muchos medicamentos que toma la madre pueden pasar al bebé a través de la leche materna. Si bien algunos de estos son inofensivos, algunos medicamentos pueden dañar al bebé recién nacido si se ingieren con leche materna. Si la madre está tomando medicamentos antirretrovirales (útiles contra el VIH y el SIDA), no se recomienda amamantar. Consultar con el médico en caso de que se esté tomando cualquier medicación para comprobar si es compatible con la lactancia materna.
Las madres con cáncer que toman medicamentos para la quimioterapia contra el cáncer tampoco pueden amamantar a sus bebés. Los fármacos de la quimioterapia contra el cáncer dificultan la división celular y el crecimiento rápido de las células. Esto puede dañar gravemente el crecimiento del bebé si se transmite a través de la leche materna. Los cánceres como tales no son una contraindicación para la lactancia.
Las madres que se someten a terapias de radiación, especialmente del pecho, tampoco pueden amamantar hasta que termine su tratamiento de terapia.
Las madres infectadas con el virus de la leucemia humana de células T (HTLV tipo 1 ó 2) no deben dar el pecho a sus bebés.
Las madres que consumen o son adictas a sustancias ilegales, no pueden amamantar a sus bebés. Esto se debe a que estos agentes pueden afectar al bebé y causar efectos secundarios graves. Se permite un vaso ocasional de alcohol siempre que la madre se abstenga de alimentar al bebé durante al menos dos horas después de la bebida. Las madres que amamantan deben evitar el tabaquismo y el alcohol en general.
Los bebés con una afección llamada galactosemia en la que no pueden digerir o tolerar la leche materna no pueden amamantar. Esto se debe a que sus cuerpos no pueden descomponer el azúcar, galactosa. Los bebés con galactosemia clásica deben ser alimentados con una dieta especial libre de lactosa y galactosa.
No se recomienda amamantar a las madres con infecciones de tuberculosis activas y no tratadas. Pueden amamantar después de que su infección se cure o controle para que no se propague al bebé.
Otras situaciones relacionadas con enfermedades maternas o del lactante requieren de una valoración individualizada por parte del médico.
La lactancia materna no está contraindicada en los bebés de madres con hepatitis A, B o C. En las hepatitis A y B se debe indicar la profilaxis adecuada para evitar la transmisión de la infección.
Consultar siempre cualquier duda con el médico o matrona para que valoren la situación personal de la madre y el bebé y seguir sus indicaciones.
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