Últimamente se habla mucho del microbioma vaginal, las bacterias, los virus y los hongos que viven en la vagina, y de cómo afecta al desarrollo del microbioma de tu bebé. Además, resulta que los microbios que viven en tu cuerpo y sobre él también pueden afectar a que tu bebé llegue a término (lo que se considera normalmente al menos 37 semanas de gestación) o a que nazca antes de tiempo, lo que también se denomina prematuro.
En todo el mundo, alrededor del 10 por ciento de los bebés nacen prematuros, y una de las causas conocidas del nacimiento prematuro es el crecimiento de bacterias en el líquido amniótico.
Los investigadores han establecido conexiones entre la composición del microbioma vaginal y tanto el éxito de la fertilización in vitro como el aborto espontáneo. En 2019, un equipo de investigadores de los Países Bajos demostró que podía predecir el éxito de los intentos de fecundación in vitro basándose en qué especies de microbios estaban presentes y en qué cantidades en el microbioma vaginal. Un estudio de 2020 reveló conexiones entre la composición del microbioma vaginal y el aborto espontáneo en el primer trimestre. Este hallazgo es intrigante porque podría significar que modificar el microbioma podría ayudar a disminuir algunos abortos espontáneos tempranos.
En cuanto a los partos prematuros, hay muchas pruebas que apuntan a una conexión entre los microbios presentes en la vagina y el momento en que nace el bebé. Por ejemplo, se ha demostrado que la disbiosis vaginal, un trastorno en el que los microbios de la vagina no están presentes en las cantidades o proporciones típicas, está relacionada con la rotura prematura de membranas, que es cuando la bolsa de aguas se rompe antes de tiempo, y el consiguiente parto prematuro.
Y en un estudio publicado en Nature Medicine en 2019, analizaron los datos del microbioma recogidos como parte del Proyecto Microbioma Humano. Descubrieron que las mujeres cuyos bebés nacieron antes de tiempo tenían una composición diferente de microbios en sus microbiomas vaginales que las mujeres cuyos bebés nacieron a término. Los autores sugieren que los microbios que eran más comunes en las mujeres que tuvieron bebés prematuros pueden haber afectado a la inflamación de la vagina.
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A pesar de la conocida influencia del microbioma vaginal en la fertilidad, el aborto y el momento del parto, no es especialmente fácil ni rutinario comprobar la composición y la salud del microbioma vaginal de una persona. Para resolver este problema, el grupo de MacIntyre ha desarrollado recientemente una forma de hacer una conjetura rápida y sencilla sobre la composición del microbioma vaginal a partir de una sola prueba. Con un solo hisopo vaginal, una prueba que ya se realiza durante el embarazo para detectar la presencia de estreptococos del grupo B, los investigadores pueden hacerse una buena idea de los microbios presentes en la vagina. Los autores escriben que, si se conoce la composición del microbioma vaginal, podría ayudar a los médicos a decidir quiénes tienen más riesgo de sufrir un parto prematuro y a vigilar a esas personas con más atención y, potencialmente, evitar que los bebés nazcan antes de tiempo.
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