Fiebre y embarazo
Durante el embarazo, incluso una fiebre leve debe ser vigilada de cerca. De hecho, una fiebre leve que dure más de 24 horas o una fiebre de 38,5 °C o más puede ser perjudicial para el embarazo. Una temperatura elevada puede ser un síntoma de una infección que debe ser tratada (por ejemplo, infección del tracto urinario, listeriosis, parvovirus, sarampión). Las infecciones son una causa importante de parto prematuro.
Por esta razón, consulta a un médico si:
- Tienes fiebre, aunque sea leve, y no tienes ningún síntoma que pueda sugerir que estás resfriada.
- La fiebre está vinculada al frío y dura más de 24 horas (temperatura tomada por la boca entre 38 y 38,4°C).
- Tu temperatura, tomada por boca en 2 ocasiones, es de 38,5°C o más.
- Tienes fuertes escalofríos.
- Te sientes mal o estás preocupada.
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¿Cómo se trata la fiebre leve en el embarazo?
Puedes tomar paracetamol para reducir la fiebre. Sin embargo, evita tomar aspirina o ibuprofeno sin consultarlo antes con el personal médico que controla tu embarazo, ya que su uso no es seguro durante toda la gestación. De hecho, tomar ibuprofeno durante las primeras semanas puede estar asociado a un mayor riesgo de aborto. Además, tomar ibuprofeno durante el tercer trimestre puede dañar los riñones y el corazón del bebé.
¿Nos enfermamos más a menudo durante el embarazo?
En las mujeres embarazadas, las defensas inmunitarias son más bajas, de ahí ciertas enfermedades recurrentes - rinitis, dolores de garganta, infecciones de oído, etc. - que a veces comienzan con fiebre. Estos virus no son graves en sí mismos. La fiebre durante el embarazo puede ser leve, pero también puede ser un signo de una infección que puede ser grave para ti o para el feto. Algunas de estas enfermedades pueden desencadenar contracciones y, por tanto, un riesgo de parto prematuro. En todos los casos, hay que acudir al médico.
¿La fiebre es peligrosa para el bebé?
Lo peligroso no es la fiebre (al contrario, es una señal de que el cuerpo está luchando contra una enfermedad), sino lo que hay detrás. Si puedes tolerar bien la fiebre y continuar con tus actividades, no es necesariamente útil tomar un antipirético. La fiebre es un signo de defensa del organismo. Esta última eleva la temperatura interna del cuerpo para frenar la multiplicación de los virus. Bajarlo sistemáticamente interferiría con este mecanismo. Por otro lado, si te sientes muy cansada, es señal de que la fiebre no se tolera bien y de que hay que bajarla.
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