¿Eres una madre que ha decidido no amamantar a su bebé? Las madres que dan el biberón son a veces juzgadas, despreciadas y criticadas con frases hirientes por otras madres o personas de su entorno. Sin embargo, es evidente que no has pedido a estas personas su consejo u opinión. Y estás cansada de mandatos sobre cómo piensas alimentar a tu hijo.
Para prepararte para todos estos comentarios, hemos enumerado las típicas frases que probablemente escucharás si das el biberón a tu hijo.
¡Ni siquiera intentaste amamantar!
Toda elección merece ser respetada. Algunas madres estaban agotadas, otras no tenían suficiente leche, otras sentían que la lactancia era dolorosa. Y algunas mujeres creen que la lactancia es demasiado complicada y ni siquiera se lo plantean. En resumen, hay muchas razones y todas merecen ser escuchadas. Hay mucha presión social en torno a este tema. Sin embargo, no tienes que cumplir con esta presión para ser la mujer o la madre perfecta. La lactancia no es una obligación, es una elección.
La lactancia materna es la mejor manera de establecer un vínculo con tu bebé.
No hay nada en la alimentación con biberón que te impida establecer un vínculo con tu bebé. El contacto visual y físico que tienes cuando tienes a tu bebé contra ti está presente en ambos casos, ¿verdad? No te preocupes: el vínculo entre madre e hijo se crea poco a poco, incluso durante el embarazo. Una vez que nazca el bebé, cada pequeño gesto de la vida cotidiana contribuirá a crear este fuerte vínculo: las miradas, las palabras, el tacto, las interacciones, las sonrisas, tu forma de reaccionar ante sus llantos, etc.
Los bebés amamantados se enferman menos.
Esta es una frase que te hace sentir culpable. Aunque algunos estudios tienden a demostrar la correlación entre la lactancia materna y la protección contra las enfermedades en los niños, lo cierto es que la persona con quien hablas podría ser cautelosa a la hora de decírtelo. Tal vez no le pareció que habías tomado una decisión con conocimiento de causa, no porque te importen un bledo las recomendaciones de la OMS... sino tal vez por razones personales totalmente respetables... ¡y que no hay que discutir!
Levantarse por la noche para hacer biberones, debe ser complicado.
¿Por qué razón es complicado? Porque si tu bebé tiene hambre todas las noches, ¿no te levantas a darle el pecho? Es todo lo mismo, ¿no?
¿El papá también da el biberón? ¿no tienes miedo de que te robe el sitio?
No eres la único responsable del niño. El padre o la pareja tiene el derecho, pero sobre todo el deber, de cuidar también del bebé. Además, no hay competencia entre los dos: son complementarios, forman un gran equipo, ¡y no hay más que hablar!
El Bebé amamantado sufre menos cólicos del lactante.
Los cólicos del lactante afectan tanto a los bebés amamantados como a los alimentados con biberón.
La leche de fórmula es mala para el bebé.
Las leches en polvo elaboradas por los fabricantes y disponibles en los comercios y farmacias están adaptadas al crecimiento de los bebés: ¡se ha avanzado mucho en los últimos años! Entonces, ¿por qué comparar si no se desea amamantar al bebé... o si no es posible?
Al menos podrías usar un sacaleches para alimentar a tu bebé.
No te gusta sacarte la leche en casa, en la oficina, en el tren, en casa de los amigos o en los aseos públicos. De hecho, no quieres hacerlo. ¿Es tan difícil de entender?
Elegiste el camino más fácil dando el biberón a tu bebé... Que viene asignificar: ¡eres una mala madre!
Comprar la leche, los biberones, esterilizarlos, lavarlos, prepararlos y calentar la leche, sobre todo por la noche, es un juego de niños. Ser madre no es fácil todos los días, nunca te dejes abrumar por los juicios que sugieren que tus elecciones para el bebé te convierten en una mala madre.
Gracias a la lactancia materna, perdí rápidamente todo el peso del embarazo.
Cada mujer es diferente, cada tipo de cuerpo es diferente... amamantando o no. También perderás los kilos del embarazo, a tu ritmo y como desees. ¿Cuál es el problema?
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