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¿Cómo elegir un biberón?

Un bebé sano a término puede adaptarse generalmente a cualquier biberón. Para hacer tu elección, puedes tener en cuenta diferentes características: el tamaño del biberón, el tipo de flujo, los diferentes caudales que ofrece, la facilidad de limpieza y el precio. Ningún modelo es mejor que otro. Así que puedes elegir según tus preferencias.

Los fabricantes de biberones también afirman que sus productos tienen varias ventajas. Por ejemplo, se dice que algunos biberones evitan que el bebé trague aire, reduciendo así los gases y la hinchazón. Se dice que otros facilitan la transición del pecho al biberón. Sin embargo, estas afirmaciones nunca se han demostrado científicamente y son más bien un argumento de venta.

¿Cómo elegir una tetina?

Hay una gran variedad de tetinas en el mercado. Algunos difieren en tamaño, forma y flexibilidad. No hay una opción mejor, pero puede haber una tetina que se adapte mejor a la acción de succión de tu bebé. Es posible que tengas que probar varios modelos para encontrar el que prefiere tu bebé. Si tu bebé tiende a tener más dificultades para succionar, considera una tetina más blanda.

¿Qué tipo de flujo debo elegir?

Para un recién nacido, comience con una tetina de flujo lento. Será más fácil para el bebé aprender con una tetina de flujo más lento. Si el flujo es demasiado rápido, el bebé puede atragantarse o perder leche por la boca.

Si notas que tu bebé hace mucho ruido al tragar o si tiende a dar grandes tragos, considera la posibilidad de elegir una tetina de flujo más lento. A medida que tu bebé crezca, agradecerá un flujo más rápido. Lo importante es seguir sus necesidades y su ritmo.

No olvides comprobar el estado de la tetina con regularidad. Si tiene pequeños desgarros, o si cambia su aspecto, se recomienda tirarla y utilizar una nuevo. En general, se recomienda sustituir las tetinas cada 2 ó 3 meses de uso, según las recomendaciones del fabricante.

Antes de comprar un biberón, comprueba que:

  • Es compatible con tetinas de marcas diferentes.
  • Es fácilmente lavable con un cepillo para biberones.
  • Se ajusta (en tamaño y altura) a tu dispositivo de esterilización.
  • Es compatible con tu método de calentamiento: calentador de biberones o recipiente de agua caliente.

¿Cuántos biberones debo comprar y de qué tamaño deben ser?

Si tu bebé se alimenta exclusivamente con biberón, necesitarás al menos 8 biberones de 250 ml cada uno. Si tu bebé es amamantado, no necesitas más que unos pocos.

Los más vendidos en Biberones

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Cuidado del biberón y las tetinas

Tanto si le das a tu hijo leche materna como si le das leche de fórmula, es esencial una higiene estricta del biberón. Esto evitará que tu bebé contraiga gastroenteritis y candidiasis bucal, entre otras cosas.

  1. Lávate siempre las manos antes de preparar los biberones, antes de dar el pecho y antes de extraer la leche en el biberón.
  2. Cuando uses por primera vez el biberón de tu bebé, esteriliza todas las piezas. Para ello, coloca las piezas en una cacerola y cúbrelas con agua. Tapar y llevar el agua a ebullición. Hervir durante 5 minutos.
  3. La esterilización también puede hacerse en el lavavajillas, colocando las piezas en la rejilla superior y eligiendo los ciclos de lavado y secado a alta temperatura. Sin embargo, algunos fabricantes recomiendan no meter las tetinas de látex en el lavavajillas para evitar que se deterioren demasiado rápido.
  4. Después de cada toma, lava bien los biberones. Desmonta las piezas y enjuágalas con agua fría. Asegúrate de hacer pasar el agua por los agujeros de la boquilla. A continuación, lávalo todo con agua caliente y jabón utilizando un cepillo para biberones. Aclarar con agua y dejar escurrir sobre una toalla de papel.
  5. Revisa las tetinas con frecuencia. Si la goma se rompe o se vuelve pegajosa, sustitúyela.

¿Hay que esterilizar los biberones antes de cada toma?

La esterilización se utiliza para reducir el riesgo de infección, ya que la contaminación microbiana de la leche puede causar graves diarreas. El cuidado de los biberones difiere ligeramente en función de si contienen leche materna o de fórmula. Esto se debe a que algunos componentes de la leche materna limitan la multiplicación de las bacterias, y los preparados comerciales para lactantes pueden contaminarse durante su fabricación.

Por este motivo, los biberones que se utilizan con la leche de fórmula deben esterilizarse después de cada toma hasta que el niño tenga 4 meses. Sin embargo, algunos pediatras creen que la esterilización es innecesaria si las tetinas y los biberones se limpian a fondo.

¿Cómo calentar la leche de forma segura?

La mayoría de los bebés prefieren tomar la leche templada, como en el pecho, porque la temperatura de la leche es la misma que la del cuerpo humano. Esto no la hace "mejor" o más fácil de digerir. Es simplemente una preferencia del bebé. Aceptan la leche fría alrededor de los 10 o 12 meses de edad.

Poner el biberón en un recipiente con agua caliente durante unos minutos, hasta que esté tibio, y luego agitarlo suavemente. No hiervas el agua, ya que la leche perderá su valor nutritivo (especialmente la leche materna calentada). ⇒ Cómo calentar de forma segura la leche materna y Cómo almacenar, congelar y descongelar la leche materna

Justo antes de ofrecérsela a tu bebé, comprueba que la leche no está demasiado caliente poniéndote unas gotas en el interior de la muñeca. Dado que la temperatura ideal es la del cuerpo, no deberías sentir ninguna diferencia de temperatura al tocar la leche. Si te quema un poco, está demasiado caliente.

Una vez calentada la leche, puede conservarse durante 2 horas a temperatura ambiente.

Ten en cuenta que hay calentadores de biberones que se pueden enchufar en el coche y son prácticos para los viajes en coche. Si vas a dar un paseo, puedes utilizar un biberón termo.

Los hornos de microondas no son recomendables porque calientan de forma desigual. Si estás alimentando a tu hijo con leche materna, evita utilizar este tipo de horno, ya que destruye muchas de las vitaminas y anticuerpos.

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Precauciones contra las intoxicaciones y problemas digestivos:

  • No dejes la leche calentada a temperatura ambiente durante más de 2 horas.
    Las bacterias crecerán rápidamente y pueden causar diarrea. La excepción es la leche materna recién extraída, que puede dejarse durante unas horas (4-6 horas) a 25°C antes de que se estropee.
  • Si tu bebé no se termina el biberón, tira el resto de la leche después de una hora. Esto se debe a que la leche se habrá contaminado con las bacterias de su saliva, y éstas comenzarán a multiplicarse.
  • Tira siempre la leche que ya se haya calentado una vez (no la vuelvas a meter en la nevera).
  • No guardes un biberón en la nevera durante más de 24 horas si es leche en polvo, o más de 48 horas si es fórmula líquida.
  • Usar agua embotellada o hervir el agua utilizada para preparar la fórmula.

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