Prevenir el estrés

El estrés es una realidad ineludible de la vida. Pero el estrés no siempre es malo. Es una respuesta física natural que puede desencadenar nuestra respuesta de lucha o huida. El estrés puede aumentar nuestra conciencia en situaciones difíciles o peligrosas, permitiéndonos actuar rápidamente en el momento. Sin él, los humanos no hubieran sobrevivido tanto tiempo.

Pero si el estrés es constante a lo largo del tiempo, puede ser perjudicial para la salud. Por lo tanto, la prevención y el manejo del estrés es importante y te ayudará a hacer malabarismos con las cosas que suceden en tu vida. El objetivo de prevenir y manejar el estrés no es deshacerse del estrés por completo, sino eliminar el estrés innecesario y ayudar a sobrellevar el estrés inevitable.

¿Qué es estrés?

El estrés es la respuesta del cuerpo a cualquier demanda. Muchas cosas pueden desencadenar el estrés y pueden ser positivas o negativas. En una situación peligrosa, el estrés desencadenará una respuesta de lucha o huida y provocará los siguientes síntomas:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Respiración más rápida.
  • Músculos tensos.

Este estrés te permite tomar decisiones en una fracción de segundo y es lo que ayudó a los hombres de las cavernas a enfrentar una amenaza o huir.

El cuerpo solo está diseñado para manejar el estrés en pequeñas ráfagas. El estrés crónico puede provocar problemas graves, debilitando el sistema inmunológico e interfiriendo con el funcionamiento adecuado de los sistemas del cuerpo. Un sistema inmunológico debilitado significa que eres más propenso a resfriados e infecciones. Con el tiempo, la tensión constante también puede provocar:

Identifica tus factores estresantes

Todos responden al estrés de manera diferente e identificar lo que te estresa puede ser más fácil de decir que de hacer. En la mayoría de los casos, es bastante obvio: una mala relación, un entorno de trabajo deficiente o problemas de salud, por ejemplo. En otros casos, encontrar la raíz del estrés y ansiedad puede ser más difícil.

Aprende a saber cómo reaccionas al estrés y qué te estresa específicamente. Lleva un diario y registra cuando algo te cause estrés o ansiedad indebidos. Luego intenta responder estas preguntas cuando surja el estrés:

  • ¿Es una persona o un lugar en particular lo que causa el estrés?
  • ¿Cuándo me siento más "nervioso" durante el día?
  • ¿Tomo malas decisiones como resultado de sentirme estresado o abrumado?

Cuando empieces a ver patrones, podrás reconocer qué te provoca estrés y estarás mejor equipado para manejarlo.

Cambia los factores estresantes cuando puedas

Algo de estrés es inevitable y lo mejor que puedes hacer es controlarlo. Algunas cosas están bajo tu control. Por ejemplo, si sabes que ir a comprar al supermercado el sábado por la mañana te estresa porque las filas siempre son largas, cambia el horario y compra otro día o a otra hora.

Cambiar cosas simples en tu vida puede sumar y reducir en gran medida el estrés general.

Pon límites

A veces puede que muerdas más de lo que puedes masticar y, antes de que te des cuenta, te sentirás abrumado. Puede ser difícil hacer malabares con las muchas actividades y personas en tu vida, ya sea en el trabajo, los estudios, la familia, los amigos o lo que sea que estés pasando. Aprender a decir "no" es importante para que no se estire demasiado.

Puede ser difícil rechazar a alguien o no participar en un evento determinado, pero es importante ahorrar energía y tener tiempo para ti. Estarás más descansado y menos irritable. Y podrá disfrutar más de otras personas y actividades.

Sé realista, conoce tus límites y sé firme con ellos. Estarás más saludable y feliz por ello.

Trata de no abrumarte

¿Pero por dónde empiezas? Primero, haz una lista. Esto te ayuda a ver lo que hay en tu plato para que puedas priorizar lo que necesita atención ahora y lo que puede esperar. Enumera los elementos en orden de importancia y complétalos uno a la vez.

Involucrar a otras personas

Habla con tu cónyuge, hijos, padres, amigos y compañeros de trabajo. Hazles saber que estás trabajando para reducir la cantidad de estrés que enfrentas y pídeles ayuda cuando la necesites. También pueden ayudarte a identificar situaciones estresantes antes de que se conviertan en demasiado para ti. Y pueden ayudarte a organizar tu horario o permitirte desahogar tus frustraciones.

Recibe sus consejos y ayuda. Es posible que se hayan enfrentado a situaciones similares y tengan información que pueda ser beneficiosa para ti. No tengas miedo de compartir tus sentimientos. También puedes ver a un terapeuta o psicólogo para hablar sobre las cosas. Hablar sobre un problema o conflicto puede ayudarte a comprenderlo mejor y a cómo evitarlo en el futuro.

Ser activo

Es fácil omitir el ejercicio cuando estás estresado, pero el ejercicio es bueno para la salud física. Ayuda a combatir los efectos negativos del estrés en el cuerpo y es bueno para la salud mental.

El ejercicio y otras actividades físicas pueden ayudar a aliviar el estrés al liberar endorfinas, que son analgésicos naturales, en el cerebro.

El ejercicio regular mejora el estado de ánimo y naturalmente reduce los síntomas de estrés y ansiedad. El ejercicio también puede brindarte el impulso de confianza que tanto necesitas para ayudarte a lidiar con el estrés en el futuro. Probablemente también dormirás mejor. Trata de hacer 30 minutos de ejercicio todos los días.

Existen otras prácticas que también pueden ayudar a aliviar el estrés y relajar mente y cuerpo:

Se un optimista

Cuando estés preocupado o sientas que tu nivel de estrés aumenta, trata de rodearte de pensamientos y experiencias positivas. Escucha música, mira un video divertido o llama a un amigo que te haga reír.

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