Cada estación tiene sus ventajas y sus inconvenientes cuando se trata de un embarazo, y aunque las noches acogedoras y cómodas en el sofá con tu barriga son perfectamente atractivas, hay algunos retos adicionales al estar embarazada en invierno. He aquí algunos consejos para un embarazo feliz y saludable en invierno.
Mantente hidratada
Puede que no te des el lujo de tomar ese cálido café matutino, pero aunque reduzcas la cafeína, sigue siendo importante que bebas con regularidad y mantengas los líquidos. Mantenerse hidratada durante el embarazo es tan importante en los meses de invierno como en los de verano, sobre todo porque es posible que te esfuerces y utilices más energía física para moverte en las condiciones meteorológicas invernales. Intenta beber a intervalos regulares a lo largo del día, idealmente agua o líquidos a base de agua (caldos, sopas), para ayudar a mantener tus niveles de energía y proteger también tu piel.
Ponte una capa de ropa
Piensa en tu vestuario de invierno para el embarazo. Abrigarse y protegerse de las inclemencias del tiempo durante el embarazo en invierno es una idea muy sensata, pero intenta utilizar capas en lugar de prendas gruesas o pesadas. Pasar continuamente de las gélidas temperaturas del exterior a los ambientes interiores con calefacción puede resultar bastante agobiante. Las prendas voluminosas y restrictivas pueden hacer que te sientas acalorada, mareada o nerviosa. En su lugar, deberías optar por varias capas que se puedan quitar, idealmente en tejidos accesibles y transpirables como el algodón o el forro polar. Cuando entres en un ambiente interior, podrás quitarte fácilmente una o dos capas, antes de ponértelas cuando vuelvas a salir. Recuerda que la mayor parte de la temperatura corporal se pierde a través de la cabeza, así que no te olvides de llevar un gorro.
Cuida tu piel
Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden provocar sequedad y descamación en la piel, sobre todo porque la piel se estira y se adapta a la nueva forma del cuerpo. Durante los meses de invierno, si se añaden las bajas temperaturas, la sensación térmica y la calefacción interior, es posible que la sequedad de la piel empeore o, al menos, se note más. Guarda un bálsamo labial en el bolsillo de tu abrigo y trata de aplicar un poco de crema hidratante en tu vientre o en cualquier zona problemática antes de acostarte. Una crema hidratante enriquecida con vitamina E es una buena opción, ya que ayuda a mejorar la elasticidad natural de la piel y la mantiene suave e hidratada. ⇒ Remedios naturales para la piel seca durante el embarazo
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Lleva un calzado adecuado
Si sales a pasear en invierno o haces un viaje en condiciones climáticas difíciles, asegúrate de llevar un calzado adecuado. Los riesgos de resbalones, tropiezos y caídas son aún mayores durante el embarazo, ya que no sólo puedes hacerte daño a ti misma, sino también a tu bebé. Aunque la mayoría de los resbalones menores no son necesariamente motivo de preocupación, una caída grave sobre el hielo o la nieve puede ser peligrosa, sobre todo si cae con fuerza sobre la columna vertebral o se sacude el abdomen. También es justo decir que nadie quiere tener un esguince de tobillo o de muñeca al mismo tiempo que el embarazo y el parto. Para estar segura durante el embarazo en invierno, asegúrate de que tu calzado tiene un agarre fuerte y sólido y una buena tracción, o cambia a unas botas cuando llegues a tu destino. Camina despacio y tómate tu tiempo.
Prepárate
Comprueba la previsión del tiempo antes de emprender cualquier viaje importante y, para mantenerte segura, evita viajar con mal tiempo a menos que sea absolutamente imprescindible. Si tienes que viajar y la previsión es cambiante o puede empeorar, asegúrate de tener lo esencial en el maletero del coche. Esta reserva de emergencia te permitirá, en caso de avería, nevada o incidente meteorológico, mantenerte caliente, segura e hidratado mientras esperas la ayuda.
Buena higiene de manos
Durante los meses de invierno, la tos, los resfriados y los virus tienden a circular más ampliamente y son más propensos a propagarse en interiores, especialmente en zonas con calefacción o poco ventiladas. Protéjete practicando una buena higiene de manos, lavándotelas regularmente o utilizando geles antibacterianos para las manos en las zonas donde es más probable que se propaguen los gérmenes.
Mientras que el patinaje sobre hielo, los jacuzzis y los deportes extremos de invierno quedan descartados por ahora, la primavera está a la vuelta de la esquina, lo que significa que los días más largos y luminosos no están muy lejos.
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