Las mujeres embarazadas pueden ser vulnerables a ciertas enfermedades y dolencias, como el herpes zóster durante el embarazo. ¿Supone esto un riesgo durante el embarazo? Averigüémoslo.
¿Qué es el herpes zóster?
El herpes zóster es una enfermedad de la piel. Se caracteriza por la aparición de sarpullidos dolorosos, generalmente en ambos lados de la parte superior del cuerpo.
¿Qué causa el herpes zóster?
El herpes zóster está causado por la varicela-zóster, que es el mismo virus que causa la varicela. Las personas que se han visto afectadas por la varicela en el pasado tienen probabilidades de desarrollar herpes zóster, ya que el virus puede permanecer latente en su cuerpo durante años. Los brotes de herpes zóster también pueden ser catalizados por afecciones preexistentes como el VIH, tratamientos como la quimioterapia e incluso medicamentos con corticosteroides, que, irónicamente, se administran para combatir la inflamación. Todos estos factores contribuyen a reducir la inmunidad y, por tanto, a crear un entorno viable en el cuerpo para que el virus prospere.
Síntomas del herpes zóster
Si alguien de tu familia ha tenido varicela en el pasado o tienes un sistema inmunitario débil, es conveniente que estés atenta a estos síntomas.
Etapa inicial
La fiebre, el dolor de cabeza y la debilidad son comunes antes de que aparezcan los signos distintivos del herpes zóster.
Ciertas zonas del cuerpo, normalmente en un lado del torso o de la cara, pueden sentir un dolor ardiente o un entumecimiento con sensación de hormigueo. Las erupciones asociadas al herpes zóster aparecen días después.
Segunda etapa
Aparición de manchas enrojecidas e inflamadas en la piel alrededor de la zona donde se experimenta el dolor. El virus del herpes zóster permanece latente en las células nerviosas. Estas manchas que pican se producen a lo largo de las vías nerviosas.
A medida que el cuerpo intenta combatir el virus, aparecen otros síntomas inevitables asociados a los ataques inmunológicos. Estos incluyen fiebre, diarrea, náuseas y dificultad para orinar.
Tercera etapa
Rápida aparición de erupciones con ampollas llenas de pus en las zonas inflamadas de la piel.
Estas ampollas se secan lentamente y forman una costra. Este proceso dura de diez a catorce días.
Incluso después de que las lesiones se hayan secado, el dolor sordo puede continuar hasta cuatro meses y, en algunas personas, incluso años.
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El herpes zóster en sí no es contagioso, pero el virus que lo provoca sí lo es. El herpes zóster provoca ampollas que rezuman, y el virus de la varicela-zóster puede contagiarse si se toca el pus que rezuma de las ampollas de una persona infectada. Una persona expuesta a este virus desarrollará primero la varicela, y no el herpes zóster. Sin embargo, cualquier persona que haya tenido varicela en el pasado no se infectará al exponerse a una persona infectada, pues ya tiene este virus latente en su cuerpo.
¿Cómo se diagnostica el herpes zóster?
El herpes zóster puede diagnosticarse por la aparición de erupciones cutáneas. Sin embargo, si las erupciones no están presentes, el diagnóstico preciso es imposible sin el uso de pruebas muy avanzadas para detectar el virus de la varicela-zóster.
¿El herpes zóster causa daños a la madre y al bebé?
¿Puede el herpes zóster afectar al embarazo? - Todas las futuras madres tienen esta pregunta en su mente. Es obvio que la mujer entre en pánico, pero no hay que preocuparse. El efecto del herpes zóster en el embarazo es mínimo. Dado que el herpes zóster sólo afecta a las personas que han tenido varicela anteriormente, éstas ya poseen inmunidad contra el virus. Esta inmunidad protege al bebé durante el embarazo.
Tratamiento del herpes zóster
No existe cura para el herpes zóster. La enfermedad suele empezar y terminar en un periodo de un mes. Durante este tiempo, se pueden utilizar analgésicos y medicamentos antivirales para aliviar los síntomas hasta cierto punto. Sin embargo, hay que hablar con un profesional sanitario antes de tomar cualquier medicamento para el herpes zóster durante el embarazo, ya que podría afectar al feto.
Consejos de autocuidado
El herpes zóster suele remitir en un mes. Pero un pequeño esfuerzo por tu parte puede aliviar el dolor y el picor provocados por el herpes zóster. Estos son algunos consejos de autocuidado que deberías probar si tienes herpes durante el embarazo:
- Utiliza compresas frías sobre las erupciones para aliviar la sensación de ardor y el picor. Los baños fríos también ayudan a aliviar el dolor.
- La solución de calamina o los baños de avena alivian el picor al adherirse a la piel. También aceleran el secado de las ampollas.
- Utiliza vendas de gasa sueltas para cubrir las zonas afectadas. Esto permite que las erupciones se sequen. Los vendajes apretados hacen que se forme humedad entre la piel y el vendaje, agravando la erupción.
- Cambia las vendas todos los días, o después de cada baño.
- Usa ropa suelta.
¿Cómo se puede prevenir el herpes zóster durante el embarazo?
La vacunación puede ayudar a prevenir el herpes zóster durante el embarazo. Sin embargo, la vacuna debe administrarse al menos 3 meses antes de concebir para evitar posibles efectos nocivos de la propia vacuna sobre el embarazo. Si no has padecido varicela, evita exponerte a otras personas que tengan herpes o varicela, ya que podría provocarte la varicela. La varicela es muy peligrosa durante el embarazo. Se ha relacionado con discapacidades congénitas o infecciones en el feto. Por lo tanto, debes tomar medidas preventivas con antelación.
En caso de que tengas sarpullidos o estés preocupada por tu salud durante el embarazo, acude a tu ginecólogo para que te ayude y resuelva tus dudas.
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