Los loquios, también conocidos como hemorragia posparto, son una secreción normal de sangre y mucosidad del útero después del parto. Comienza justo después del parto y puede continuar durante cuatro a seis semanas después del mismo, siendo el flujo más intenso el que se produce durante los primeros 10 a 14 días. Algunas mujeres pueden tener un período de flujo más corto, mientras que otras pueden tener loquios durante algo más de cuatro a seis semanas.
Loquios, ¿Cuándo preocuparse?
Los loquios son similares a la sangre menstrual, pero suelen ser más abundantes y duran bastante más que un periodo normal. También contiene elementos que no se encuentran en la sangre menstrual, como restos de la placenta. A medida que los loquios van pasando, pueden tener un color rosado, marrón, amarillo o acuoso.
Es posible que veas pequeños coágulos de sangre contenidos en los loquios. Mientras no sean más grandes que una ciruela y no se expulsen varios en un período de 24 horas, es normal. Si te preocupa un coágulo que hayas expulsado, no dudes en consultar a tu médico.
¿Qué Causa los loquios o sangrado posparto?
Durante nueve meses, el útero no sólo ha albergado al bebé, sino también la placenta y un gran exceso de tejido y sangre uterinos (recuerda que no tenías la menstruación). Cuando nace el bebé, el útero se deshace de todo este material sobrante a través de las contracciones uterinas posparto, que también son normales: ayudan a que el útero se reduzca a su tamaño normal.
El útero suele tener el tamaño de una naranja. En el momento del parto, el útero se habrá estirado unos 38 centímetros, es decir, el tamaño de una sandía.
Los loquios, ¿Cómo deben ser?
El aspecto de los loquios cambia con el tiempo, a medida que el útero elimina el exceso de sangre y tejido. Por lo general, se observa el siguiente patrón:
- Al principio, los loquios tendrán un aspecto rojo oscuro y el flujo puede ser abundante.
- Al cabo de unos cuatro a diez días, los loquios deberían aclararse y tener un aspecto rosado o marrón.
- Al cabo de 10 a 14 días, los loquios deberían parecerse a un manchado, como el que se puede observar justo antes o después de la menstruación.
- Durante los días o semanas restantes, los loquios se parecerán más a una mucosidad acuosa y serán de color blanco o amarillo. También pueden ser muy irregulares.
Si te han practicado una cesárea, también tendrás loquios, aunque es posible que tengas menos que si has tenido un parto vaginal. Después de una cesárea, los médicos inspeccionan la cavidad uterina para asegurarse de que se ha extraído toda la placenta; a menudo también se extrae parte de lo que tradicionalmente pasaría como loquios.
Tratamiento
No es necesario hacer nada para tratar los loquios. No debes hacer nada para prevenir los loquios o evitar que se produzcan: Son una parte normal del proceso de curación posparto del cuerpo. Cuando el útero haya recuperado su tamaño normal, ya no expulsará muchos loquios (si es que lo hace). Pero es importante que vigiles el sangrado posparto y te asegures de que se mantiene dentro de lo normal.
Loquios. Cuándo acudir al médico
Aunque es normal expulsar un flujo abundante de líquido, el sangrado excesivo, también llamado hemorragia posparto, es motivo de preocupación y debe comunicarse inmediatamente al médico. Esta hemorragia, que se caracteriza por la pérdida de más de 500 ml de líquido en 24 horas, es una afección rara pero grave que se produce en aproximadamente el 2% de las mujeres después del parto. Ocurre principalmente en el día siguiente al parto, pero puede producirse en cualquier momento de las primeras semanas del posparto.
Los signos de la hemorragia postparto son los siguientes:
- Visión borrosa.
- Escalofríos o fiebre.
- Sensación de mareo, sueño o confusión.
- Sangrado abundante que no disminuye ni se detiene.
- Náuseas.
- Piel pálida o húmeda.
- Dolor, calambres o hinchazón en la vagina, el abdomen o el perineo.
- Frecuencia cardíaca rápida.
- Empapar repetidamente las compresas menstruales.
- Loquios con un olor desagradable.
- Expulsar un coágulo de sangre grande o expulsas varios coágulos en un día.
- El sangrado aumenta o se hace más ligero y, de repente, vuelve a ser abundante.
Estos pueden ser signos de infección o hemorragia, que pueden ser peligrosos y deben tratarse inmediatamente. También debes consultar a tu médico si los loquios siguen siendo abundantes durante más de dos semanas después del parto, o si sigues teniendo loquios después de unas ocho semanas.
En general, si presentas signos de una hemorragia posparto excesiva, sobre todo si empapas una compresa cada hora durante dos horas, debes llamar a tu médico o matrona o acudir a urgencias inmediatamente.
Cómo lidiar con los loquios
Por desgracia, no puedes hacer que los loquios desaparezcan antes, pero puedes hacer algunas cosas para facilitarte la vida mientras esperas a que desaparezcan.
- Utiliza compresas, no tampones, después del parto para evitar infecciones (y la irritación de la vagina tras un parto vaginal). Es posible que al principio necesites compresas resistentes y que te resulte más fácil seguir usando la ropa interior de malla del hospital para mantener todo en su sitio.
- Utiliza ropa interior cómoda y holgada.
- Toma analgésicos de venta libre (a menos que tu médico te indique lo contrario) para reducir el dolor de los calambres posparto.
- Descansa mucho. Si te excedes, puedes notar un aumento de los loquios, que es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que te tomes las cosas con calma.
🔅 También te puede interesar leer:
- 10 cosas que necesitas después del parto
- Cesárea: ¿Cómo hacer frente al dolor posparto?
- Primera regla después de la cesárea: Qué esperar
- ¿Cómo dormir y descansar bien después de tener un bebé?
- Cómo mantener la relación de pareja después de tener hijos
- ¿Cómo evitar la caída del cabello después del parto?
- Estado de Ánimo y Emociones después del Parto
- Cómo cuidarte y recuperarte después del Parto
- Cuidados de la episiotomía y el periné tras el parto
- Sangrado después del parto: lo que necesitas saber
- Depresión Posparto en los Hombres
*** El contenido de este sitio web es solo para fines informativos, es de carácter general y no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, y no constituye asesoramiento profesional. La información en este sitio web no debe considerarse completa y no cubre todas las enfermedades, dolencias, condiciones físicas o su tratamiento. Debe consultar con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, pérdida de peso o atención médica y / o cualquiera de los tratamientos de belleza.
