Hipervigilancia materna: ¿Qué es este trastorno del sueño que puede producirse tras el parto?
Después de dar a luz, no es raro que te sientas ansiosa y preocupada por tu bebé. Si esto te impide dormir, puede tratarse de hipervigilancia materna. Cómo detectar y tratar este trastorno del sueño.
La hipervigilancia materna es un trastorno del sueño que puede aparecer después del parto. Es uno de los síntomas del baby blues, un fenómeno que afecta hasta al 70% de las madres jóvenes y que puede producirse con el descenso hormonal: Las madres están cansadas, se sienten superadas en su nuevo rol, abrumadas por esta nueva responsabilidad, pero también se sienten culpables, nerviosas y emocionadas. La hipervigilancia materna puede sumarse a estos diferentes síntomas.
¿Cómo se manifiesta la hipervigilancia materna?
Las madres que padecen hipervigilancia materna vigilan constantemente a su bebé, incluso si eso significa no dormir, por miedo a que le pase algo.
Agotadas, las madres cuidan de sus hijos mecánicamente, sin sentir placer por ello. Sufren su maternidad. Se sienten como si estuvieran en una prisión y se hubieran convertido en un robot cuyo único trabajo es vigilar a su hijo. Por eso es importante prestar especial atención a estas manifestaciones. Si este fenómeno dura lo que dura la melancolía o baby blues, es decir, alrededor de una semana, no hay que preocuparse. Si dura más tiempo, debes buscar ayuda, porque podría tratarse de una depresión posparto.
¿Cómo detectar la hipervigilancia materna?
Es perfectamente normal sentirse ansiosa tras el nacimiento de tu hijo. Y con razón: Este nuevo papel de madre no es innato y requiere todo un proceso de aprendizaje. Pero si esta ansiedad adquiere proporciones desproporcionadas y se acompaña de otras manifestaciones, puede tratarse de un caso de hipervigilancia materna. Hay madres que piensan que se han vuelto completamente locas. Dependen totalmente de la supervivencia de su bebé. Piensan que si no lo vigilan constantemente seguro le pasará algo.
Los signos de hipervigilancia materna incluyen
Las madres no duermen a pesar del agotamiento; vigilan a su bebé constantemente y todo se convierte en una amenaza. Por ejemplo, pueden sentir pánico cuando alguien está el bebé.
Se encuentran en un estado de hipersensibilidad donde todo se exacerba, ya sea auditivo, visual o táctil. Están atentas al menor ruido, vigilan la respiración del bebé...
Hipervigilancia materna: ¿Qué la causa?
Las causas de la hipervigilancia materna son variadas, pero puede estar relacionada con un embarazo o parto difícil, como una cesárea de urgencia. Puede ser entonces un síntoma de estrés postraumático.
La hipervigilancia materna también depende de la fragilidad emocional de la madre y, por lo tanto, puede estar relacionada con su infancia o sus antecedentes.
¿Cuáles son las consecuencias de la hipervigilancia materna?
La principal consecuencia de la hipervigilancia materna es la depresión posparto, una forma particular de depresión que se produce tras el parto y que afecta a cerca del 10% de las madres jóvenes. La hipervigilancia materna también provoca una deuda de sueño, agotamiento físico y psicológico y ansiedad crónica. Hay que estar atento porque puede convertirse rápidamente en un círculo vicioso.
Si no se tratan, estas ansiedades pueden convertirse en fobias de impulsión materna, un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) caracterizado por el miedo a cometer conductas nocivas. Las madres jóvenes tienen miedo de hacer daño a su hijo. Pueden, por ejemplo, tener miedo de bañar a su hijo o de que se caiga del cambiador mientras le cambian el pañal.
Hipervigilancia materna: ¿Cómo gestionarla?
Si la hipervigilancia materna dura más de una semana, es imprescindible hablar con un profesional de la salud, ya sea el médico, el pediatra o la matrona. Este último puede remitir a la joven madre a un psicólogo especializado en atención perinatal, que le hará un cuestionario para diagnosticar la depresión posparto y ayudarle a superar sus ansiedades. En el caso de una depresión más profunda, el psicólogo puede remitir a la paciente a un psiquiatra para que la trate con medicación. Pero, en general, basta con escuchar, atender y aplicar ciertos tratamientos naturales.
Además de este seguimiento psicológico, es esencial que las jóvenes madres que sufren hipervigilancia materna se tomen tiempo para sí mismas. La psicóloga sugiere, por ejemplo, salir a dar un paseo de 30 minutos sola para no vigilar al bebé y liberar así un poco de espacio psíquico. Ser una buena madre no consiste en dedicar el 100% del tiempo a tu bebé, sino en dedicarte tiempo a ti misma para que te sientas bien con tu hijo y seas capaz de gestionar las emociones.
¿Pueden los padres sufrir de hipervigilancia?
Al igual que la depresión posparto, la hipervigilancia puede afectar a los padres. Sin embargo, este fenómeno sigue siendo subestimado por los profesionales de la salud y a veces negado por los propios hombres. Los síntomas en los padres no están bien definidos, pero el malestar es muy real y debe ser tratado de la misma manera que el de la madre.
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