La piel, al estar en contacto con el mundo exterior, protegiendo permanentemente al organismo, está continuamente sometida a agresiones que modifican su aspecto. Los trastornos internos del individuo se manifestarán también en la piel, ya que es un órgano estrechamente vinculado al resto del cuerpo.
Teniendo esto en cuenta, vamos a ver en este artículo cuáles son las principales alteraciones estéticas de la piel.
Funciones de la piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Cubre y protege el cuerpo.
La piel:
- Mantiene los fluidos corporales, evitando la deshidratación.
- Mantiene los microbios dañinos fuera, previniendo las infecciones.
- Te ayuda a sentir el calor, el frío y el dolor.
- Mantiene una temperatura corporal uniforme.
- Produce vitamina D cuando le da el sol.
Cualquier cosa que irrite, obstruya o inflame la piel puede provocar síntomas como enrojecimiento, hinchazón, ardor y picor. Las alergias, los agentes irritantes, su composición genética y ciertas enfermedades y problemas del sistema inmunitario pueden provocar sarpullidos, urticaria y otras afecciones cutáneas. Muchos problemas de la piel, como el acné, también afectan al aspecto.
Trastornos y enfermedades de la piel
La piel es el órgano de nuestro cuerpo que sufre el mayor número y variedad de alteraciones. La predisposición a estas alteraciones varía de un individuo a otro y, dentro de un mismo individuo, hay zonas de la piel más sensibles a las alteraciones que otras. En todos los casos, estas alteraciones afectarán a las diferentes estructuras del órgano cutáneo.
Las enfermedades de la piel se denominan dermatosis. El estudio de las patologías de la piel y su tratamiento es una especialidad médica denominada dermatología.
Factores que causan trastornos de la piel
Los factores que causan los trastornos de la piel pueden agruparse en factores intrínsecos y extrínsecos.
Los factores intrínsecos son aquellos que son inherentes al individuo. No están bien definidos y, en la mayoría de los casos, se trata de una mezcla de varios factores que provocan un trastorno. Por ejemplo, Desequilibrios hormonales, trastornos nerviosos...
Los factores extrínsecos son los que provienen del entorno externo que nos rodea. La posibilidad de causar alteraciones depende de la intensidad del agente, de la exposición de las zonas de la piel a él y de la predisposición particular del individuo.
Los factores causantes de las alteraciones cutáneas pueden ser muchos:
- Desequilibrios hormonales.
- Trastornos nerviosos.
- Herencia genética.
- Edad.
- Alimentación.
- Factores mecánicos: Callosidades, cicatrices, heridas, roces...
- Factores físicos: Frío, calor, radiaciones solares, viento, humedad...
- Factores químicos: Detergentes, medicamentos, cosméticos...
- Factores biológicos: Virus, hongos, ácaros, piojos...
¿Qué le pasa a mi piel? Identificar las afecciones de la piel, los trastornos cutáneos
¿Es acné, un sarpullido o tal vez algo más grave? Los trastornos de la piel pueden variar tanto en sus síntomas como en su gravedad. Algunas afecciones cutáneas son leves, otras son graves pero tratables, y otras, como el cáncer de piel, pueden poner en peligro la vida. A continuación enumeramos afecciones cutáneas comunes que te ayudarán a identificarlas. Recuerda que siempre debes acudir a tu médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Estas alteraciones se pueden manifestar de diferentes formas:
- Mácula: Mancha producida por un cambio de color en la piel de naturaleza vascular o pigmentaria.
- Roncha: Protuberancia de color rosado acompañada de picazón, aparece y desaparece con rapidez.
- Pápula: Lesión de color rojizo, que sobresale de la superficie de la piel.
- Comedón: Grano sebáceo que contiene en su interior sebo endurecido, y que presenta al exterior un punto negro constituido por un tapón de queratina.
- Ampolla: Prominencia de la epidermis constituida por una cavidad llena de líquido seroso y con forma redondeada u ovalada.
- Pústula: Se produce por la acumulación de pus en la epidermis, transparentándose en la superficie su contenido purulento.
- Flemón: Inflamación aguda del tejido conjuntivo con tendencia a la formación de pus.
- Quiste: Cavidad de forma globular, rodeada de pared membranosa propia, conteniendo en su interior materiales líquidos semifluidos alterados, generalmente de tipo graso.
- Nódulo: Se origina por un infiltrado y se localiza en la dermis e hipodermis, es sólido y de pequeño tamaño.
- Tumor: formación abultada de aspecto variable que se origina anormalmente y suele persistir indefinidamente.
- Nevo: Formación de tipo benigno inicialmente, en forma de mancha o tumor que se origina a partir de células embrionarias localizadas en la piel.
- Fisura: Agrietamiento lineal de la piel.
- Fístula: Abertura ulcerada por la que se expulsa pus.
- Úlcera: Destrucción de la piel más o menos profunda con gran perdida de sustancia de color rojo violáceo, y con gran posibilidad de servir como foco infeccioso.
- Costra: Masa sólida adherida a la piel y que acaba desprendiéndose.
- Cicatriz: Tejido que se forma tras una lesión de la piel al reparase los tegumentos.
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