Lactancia materna: Alivio y prevención de la congestión mamaria
¿Qué es la congestión mamaria? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo reaccionar para aliviar el dolor?
Congestión mamaria: ¿Qué es?
La congestión mamaria es una acumulación de leche en la glándula mamaria. No todas las mujeres son iguales cuando se trata de esta condición.
Síntomas de congestión mamaria
- El pecho está hinchado, duro, doloroso, brillante y enrojecido.
- El pezón se aplana (se retrae).
- Se siente una sensación de que la leche se desborda sin que fluya.
- Puedes tener una ligera fiebre.
- La congestión hace más difícil que el bebé se agarre y puede provocar grietas.
Causas de la congestión mamaria
La congestión suele estar relacionada con un número insuficiente de tomas. De hecho, la congestión de los vasos sanguíneos inducida por las hormonas y el aumento de la producción de leche pueden dar lugar a la congestión si las tomas no son lo suficientemente frecuentes.
El cese abrupto de la lactancia o el destete también pueden ser factores que pueden llevar a la congestión mamaria.
Si hay dolor, se puede inducir a la madre a dar menos leche materna y esto puede empeorar la situación. Lo mismo ocurre con el aplanamiento del pezón, que hace más difícil que el bebé se agarre y, por lo tanto, la alimentación es menos eficaz.
Prevención de la congestión de las mamas
Recomendaciones para evitar la congestión:
- La lactancia materna debe ser frecuente, sin límite de número ni de duración. Para ello, alimenta a tu bebé tan pronto como muestre signos de estar despierto (ojos, labios, movimientos de la cabeza, inquietud, mano a la boca). Indican que tu hijo está listo para amamantar, es su manera de señalar que tiene hambre de nuevo.
- Asegúrate de que tu hijo se agarra bien para una alimentación efectiva.
- También recuerda alternar los pechos de una toma a la siguiente.
- Cualquier dolor o tensión en el seno, aunque parezca difícil al principio, debería ser una razón para aumentar la frecuencia de las tomas.
- Si tu bebé no se agarra con suficiente frecuencia, puedes extraer la leche puntualmente.
- También trata de estar relajada y descansada cuando amamantes.
- Por último, es mejor usar un sostén que no comprima los senos, ya que esto evitará problemas circulatorios y una mala distribución de la leche en la glándula mamaria.
¿Cómo aliviar la congestión mamaria?
El único tratamiento efectivo es permitir que la leche fluya por todos los medios posibles: por succión, con el extractor de leche, con el masaje areolar... La lactancia desencadenará el flujo de expulsión y reiniciará el sistema. Después de extraer la leche con el extractor de leche o manualmente, pon al bebé en el pecho.
Para relajar el pecho antes de amamantar, puedes aplicar calor, usando una ducha o una toalla calientes. Este calor acelerará el flujo sanguíneo y aliviará la congestión.
La aplicación de compresas frías entre tomas también puede ayudar a reducir la hinchazón (edema) y a aliviar el dolor. Por ejemplo, aplicar una toalla de baño llena de cubitos de hielo.
El personal de maternidad o los profesionales de la lactancia te darán consejos adaptados a tu situación. No dudes en pedirlos.
En la mayoría de los casos, la sensación de congestión mejora después de 24 horas y desaparece después de 48 horas, y la producción de leche materna se adaptará naturalmente a las necesidades del bebé. En cualquier caso, se aconseja el descanso y si esta situación persiste, pide consejo al médico para que no se complique con una infección tipo mastitis.
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