La violencia doméstica (también conocida como violencia familiar) ocurre cuando alguien usa la violencia o la manipulación para mantener el poder y el control sobre alguien con quien comparte una relación íntima o familiar (esposa, esposo, hijos, abuelos, etc.).
¿Quién está en riesgo?
La violencia doméstica puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel de ingresos o estado, género, edad, raza o cultura. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños, y la mayoría de los perpetradores son hombres.
El riesgo de violencia familiar es más alto en el momento del colapso de una relación. Esto puede ocurrir de antemano, cuando la víctima anuncia que planea irse o poco después de que haya tenido lugar una separación.
Otros factores de riesgo incluyen embarazo y adicción al alcohol o drogas.
Efectos de la violencia doméstica
Las personas afectadas por la violencia doméstica pueden sentirse asustadas, ansiosas, tener problemas para dormir, tener problemas para concentrarse, perder confianza y sentirse aisladas. También corren el riesgo de sufrir lesiones físicas e infecciones ETS.
Pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales como la depresión, la autolesión deliberada y el trastorno por estrés postraumático.
La violencia doméstica puede tener efectos devastadores en los niños, incluso si el niño no es una víctima directa de las agresiones. Ser testigo de la violencia entre los padres puede alterar la sensación de seguridad y protección del niño a largo plazo. La violencia en la familia puede tener efectos a largo plazo en la salud física y mental de los niños, así como en su aprendizaje y desarrollo social.
Ciertos tipos de lesiones pueden actuar como señales de advertencia de que una persona puede ser víctima de violencia doméstica. Por ejemplo, las personas que tienen lesiones múltiples o repetidas sin una explicación lógica, parecen extrañamente "propensas a los accidentes", o muestran marcas reveladoras tales como moretones, arañazos o quemaduras de cigarrillos.
Tipos de violencia doméstica
La violencia familiar puede tomar muchas formas. Es cualquier comportamiento que intenta ejercer poder y control. La persona no tiene que estar en una relación actual con la persona para que se considere violencia doméstica.
- Maltrato físico: Ataque directo al cuerpo, como estrangulamiento, bofetadas, puñetazos, patadas, sacudidas o empujones. Puede incluir el uso de armas u objetos.
- Abuso sexual: Cualquier forma de actividad sexual no deseada o forzada.
- Abuso verbal: Ataques verbales, amenazas, insultos o humillación. Los temas pueden relacionarse con la forma del cuerpo, la sexualidad, la inteligencia o la capacidad como madre o padre.
- Aislamiento social: Aislar a la víctima de sus familiares y amigos, como prohibir o evitar el contacto, o la rudeza constante a familiares y amigos. Alejarse del apoyo familiar o las oportunidades de empleo.
- Abuso financiero: Mantener el control de las finanzas familiares, como restringir el acceso a cuentas bancarias, salarios o pensiones o proporcionar una pequeña "asignación".
Otras formas de abuso psicológico y emocional incluyen:
- Destrucción de propiedad, abuso de mascotas o conducción peligrosa
- Chantaje emocional o amenazas de suicidio
- Acechar, seguir o espiar
- Espiar correos electrónicos, llamadas telefónicas o usar el seguimiento GPS
Dónde obtener ayuda
Si estás sufriendo violencia en tu hogar, es importante buscar ayuda lo antes posible.
Para muchas personas que sufren violencia doméstica, el primer paso más importante es encontrar una vivienda segura, incluso para los niños involucrados. Se debe denunciar a la policía y se puede necesitar protección legal en curso, como una orden de alejamiento.
Tanto las víctimas como los maltratadores requieren apoyo y asistencia para recuperarse, y pueden tener problemas de salud mental que deben abordarse. Los tipos de terapia para las personas que se recuperan de la violencia doméstica pueden incluir terapia de apoyo, desarrollo de la autoestima, técnicas y herramientas para desarrollar confianza y seguridad en si mismo, Tratamiento del trastorno de estrés postraumático.
Teléfono para todas las formas de violencia contra las mujeres, a través del número telefónico de marcación abreviada 016; por WhatsApp en el número 600 000 016 y por correo electrónico al servicio 016 online:
*** Teléfono: 016, A la Primera Señal de Malos Tratos, Llama
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