El colecho, ¿es seguro para el bebé?
Después de haber desaparecido de las sociedades occidentales, el colecho ha regresado con fuerza. El principio es simple: hacer dormir al bebé en la cama de los padres, para una mayor proximidad, para favorecer la lactancia, etc. Pero el debate está en marcha entre los pro y los contra. ¿debemos hacer colecho?
¿Qué es el colecho?
La práctica del colecho consiste en que los padres y el bebé comparten la misma cama.
Las ventajas del colecho
Hoy en día, muchos libros y sitios web elogian los méritos del colecho. La Liga de la Leche (una asociación que proporciona información y apoyo a la lactancia materna) defiende este método de cama. Porque tendría la principal ventaja de promover la lactancia materna. Así, la alimentación sería más frecuente durante la noche.
Según otros pro-colecho, la proximidad a los padres durante la noche fortalecería el vínculo con el bebé y reduciría sus ansiedades. Y el sueño del bebé sería de mejor calidad con esta práctica.
Por último, se plantea el argumento de la seguridad: el bebé está constantemente bajo la supervisión directa de los padres y por lo tanto sería menos propenso a los accidentes. Esta hipótesis ha sido confirmada por un estudio científico. Cabe señalar, sin embargo, que los resultados relativos a la prevención de la muerte súbita del lactante siguen siendo contradictorios.
¿Cuáles son los riesgos del colecho?
Sin embargo, los críticos del colecho subrayan los peligros inherentes a esta práctica. Así, muchos denuncian las amenazas a la seguridad del niño.
El principal riesgo es la asfixia del niño por parte de uno de los cónyuges (sobre todo si toman somníferos u otros medicamentos que reducen el estado de alerta) o por los elementos de la cama (almohada, edredón, etc).
Los peligros de caerse de la cama de los padres, de quedar atrapado entre los elementos de la cama (entre el colchón y el somier o el cabecero...), de hipertermia si el bebé está demasiado cubierto también serían más numerosos.
Además, puede existir el riesgo de fumar de forma pasiva (si los padres fuman en la habitación).
Los riesgos de esta práctica han sido recientemente reevaluados al alza. Según un estudio británico, los bebés menores de tres meses que duermen en la cama de sus padres tienen un riesgo cinco veces mayor de morir por el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Aún más obvio, la presencia del niño puede causar problemas de intimidad en la pareja.
Además, el problema del "destete" aún está por resolver: dejar la cama de los padres cuando se está creciendo puede ser difícil. Esta teoría es refutada por los entusiastas del colecho, que señalan que esta desviación suele ocurrir por sí sola alrededor de un año.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo del colecho?
Para sus defensores, el colecho permite un desarrollo más armonioso del niño y puede tener beneficios a largo plazo.
Para sus detractores, por el contrario, el colecho podría impedir la independencia del niño y causar problemas de comportamiento.
Por el momento, el único estudio sobre el tema no proporciona una respuesta definitiva. Realizada durante casi 20 años, esta encuesta mostró un pequeño beneficio cognitivo en niños de 6 años que se habían dormido con sus padres pero que desapareció después. Al final, no había diferencia a la edad de 18 años según la forma de dormir adoptada durante la infancia. Por el contrario, este estudio demostró que los niños " colecho" no tenían más problemas particulares de comportamiento o de sueño.
Colecho: consejos prácticos
En cualquier caso, si te conviertes en un entusiasta del colecho, pide consejo a tu pediatra.
También deberías saber que hay cunas para colecho. ¿El principio? Un lado de la cuna está abierto, se ajusta y se fija a la cama de los padres. Esto hace posible tomar al niño sin levantarse. Si usas este tipo de cuna, asegúrate de ajustarla en tu cama sin dejar ningún hueco. Incluso cuando las camas parecen estar pegadas entre sí, se puede crear un espacio entre ellas cuando el adulto se acuesta en su colchón.
Además, hay algunas reglas de seguridad:
- No dejes que el bebé duerma en una almohada o al lado de ella.
- Ten cuidado de que no pueda caerse de la cama (posiblemente compren una barrera de caída o coloquen la cama en el suelo).
- El colchón no debe ser demasiado blando.
- Comprueba que el niño no se quede atrapado entre el borde de la cama y el colchón, o entre dos colchones en el caso de las camas gemelas.
- Asegúrate de que el niño duerma boca arriba para reducir el riesgo de muerte súbita.
¿Qué dicen los profesionales de la salud?
Consejos a los padres sobre cómo dormir con los niños:
- Desde el nacimiento, acuesta a tu bebé de espaldas, plano, en un "saco de dormir" adaptado a su tamaño.
- Es preferible, si es posible, colocar la cama del bebé en tu habitación por lo menos durante los primeros 6 meses.
- Los objetos blandos que pueden cubrir su cabeza o su cara son peligrosos.
- Las camas, los sillones, los sofás y los taburetes para adultos no son adecuados para que los niños duerman en ellos, ni siquiera para una siesta corta.
- No te duermas con el bebé en tus brazos.
Seguir estos consejos reducirá el riesgo de muerte infantil súbita.
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