¿Tienes una relación complicada con tus padres y/o suegros por la crianza de tus hijos?
Si bien una familia extensa puede ser vital para criar a los hijos, a veces las cosas pueden complicarse y es posible que debas tener conversaciones difíciles con tus parientes políticos o con los abuelos de tu hijo. Aquí hay algunas ideas de cómo abordar estos problemas y tratar de resolverlos.
La mayoría de los abuelos, suegros u otros miembros de la familia tienen buenas intenciones cuando ofrecen consejos o ayuda. Pero a veces los límites para los abuelos no son muy claros. Pueden desafiar tu estilo de crianza y tus decisiones, o no ofrecerles a ti y a tus hijos el apoyo positivo que crees que deberían.
Elije el momento adecuado y se paciente
Si necesitas tener una conversación complicada o difícil, realmente puede ser útil dejar un tiempo específico para hablar. Si es posible, elije una hora en la que no los interrumpan, y que todos se sientan lo más tranquilos y relajados posible. Es mejor cuando tus hijos no estén presentes.
Explica con calma cuáles son los problemas desde tu punto de vista. Es importante ser paciente, honesta y tolerante. Escucha lo que dice cada persona e intenta responder con calma.
Si las cosas comienzan a ser demasiado intensas, podría ser una buena idea dejar la conversación pendiente y reunirse nuevamente cuando estén un poco más tranquilos. Dale a tus suegros tiempo para reflexionar sobre lo que les has dicho, y aprovecha ese espacio para que tú también analices todo lo que hablaron, eso puede ayudar para cuando se vuelvan a ver.
Centrarse en el problema
Es importante apegarse al problema específico del que deseas hablar y no distraerse con otros problemas. Por ejemplo, si no quieres que tus suegros o tus padres cuiden de tu hijo, ¿es porque crees que ya no son físicamente o mentalmente capaces de hacerlo? ¿O es porque te sientes frustrada porque te contradicen? ¿O es otra cosa? Tener muy claro el problema, te ayudará a exponerlo mejor.
Usa declaraciones en primera persona
Las conversaciones difíciles pueden provocar una variedad de emociones para ti, tu pareja y tus suegros.
Puede ayudarte escribir tus pensamientos antes de encontrarte con ellos e incluso practicar lo que quieres decir. Intenta expresarte en primera persona, por ejemplo, “Me siento molesta cuando...” en lugar de culpar al otro, como “Eres realmente egoísta...” puede hacer que las cosas fluyan mejor. Trata con un solo problema a la vez.
Prueba métodos alternativos de comunicación
A veces puede ser útil comunicarse por correo electrónico, teléfono o carta si es difícil hablar cara a cara. Si vas a escribir un mensaje, es una buena idea escribirlo y luego dejarlo por un tiempo. Vuelve a leerlo otro día cuando te sientas tranquila. ¿Todavía tiene sentido? Si piensas que sí, y crees que todavía es una buena idea, envíala. Darle un segundo vistazo, puede ahorrarte arrepentimiento más adelante.
Respetar las diferencias
Puede haber algunas grandes diferencias entre cómo ves las cosas y las opiniones de tus suegros, padres y cuñados. Recuerda, también puede ser difícil para los abuelos decirte que creen que estás haciendo un buen trabajo. También es muy probable que pueden tener diferentes estilos de crianza a los tuyos. Respetar sus diferencias y ofrecer diferentes soluciones puede ayudar a evitar conflictos.
Comprende que ellos tienen sus propias vidas
Es fácil olvidar que los abuelos tienen sus propias vidas, intereses y horarios. Asegúrate de respetar la forma en que viven y las cosas que son importantes para ellos.
Prueba una solución y sé flexible
Intenta se flexible y trata de no poner las cosas difíciles. Por ejemplo, puedes poner pequeños periodos de prueba e ir viendo si las cosas mejoran. Algunos abuelos luchan por hacer malabarismos para cuidar a sus nietos aún teniendo otros compromisos, por lo que podría ser útil preguntar cómo se están organizando o si están agobiados.
Es muy útil pensar que todos están en el mismo y que deben trabajar juntos para construir una familia más fuerte.
Anima a los abuelos a involucrarse en la crianza de los niños
Una vez que hayas acordado qué roles tendrán tus familiares políticos o los abuelos, involucrarlos en la vida de tus hijos realmente puede fortalecer tus relaciones. Puede ser útil darles a los abuelos sugerencias sobre cómo pueden participar, ya sea ayudando con la tarea, recogiendo a los niños en el colegio o simplemente dándoles tiempo y espacio para jugar. Ser flexible y dejar que los planes cambien de vez en cuando puede ayudar a tener una experiencia más rica.
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