Los hábitos saludables en los meses previos al embarazo son importantes. Lo mejor es consultar a un médico de familia antes de empezar a intentar concebir. El médico te dará la información que necesitas para tomar tus propias decisiones sobre la nutrición, la toma de suplementos vitamínicos y medicamentos, y otros problemas de salud asociados al embarazo. En algunos casos, es posible que te pidan que acudas a un especialista en medicina interna para tratar las enfermedades preexistentes que puedas tener o a un obstetra o ginecólogo antes de intentar quedarte embarazada.
Cuando una pareja decide buscar un embarazo muchas veces no se para a pensar la importancia de cuidar la salud y la alimentación de cara a una mejor fertilidad y a un mejor estados de sus cuerpos a la hora de concebir una nueva vida.
No debemos olvidar que somos lo que comemos por tanto una dieta saludable hará que nuestro organismo funcione mejor. Expertos en nutrición recomiendan una serie de alimentos que favorecerán la fertilidad de la pareja.
Las mujeres deben añadir a su dieta habitual alimentos ricos en manganeso. Se trata de un mineral que se encuentra en el organismo en poca cantidad y que está relacionado con la actividad de muchas enzimas. Podemos encontrarlo en productos como los frutos secos, los cereales integrales, las semillas de girasol y de sésamo, las legrumbres, el germen de trigo, las verduras de hoja verde.
Los hombres deben enriquecer su dieta con alimentos rizos en zinc. El zinc es uno de los minerales que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione de un modo correcto. Interviene en la actividad enzimática y se encuentra en la sangre y en todos los tejidos. Los huesos, dientes y el páncreas tienen más concentración de zinc. Podemos encontrarlo en ostras, mejillones, pipas de calabaza y de girasol, carne magra, leche, queso curado, levadura de cerveza, pan y cereales integrales, vitamina B, arroz integral, legumbres, pescado azul, frutos secos.
Se debe favorecer el ejercicio físico, reducir el consumo de alcohol, tabaco y excitantes como el café o el té. Los alimentos preparados y/o industriales sen deben disminuir y en el mejor de los casos eliminar, como la bollería, comidas preparadas, muy altos en grasas saturadas. Evitar medicamentos que sepamos son incompatibles con el embarazo.
Otra medida importante es la ingesta de ácido fólico por parte de la mujer. La recomendación es de 0,4 miligramos diariamente, al menos tres meses antes de conseguir el embarazo. Pero según estudios recientes (estudio del Centro de Investigación sobre Anomalías Congénitas (CIAC), según publica el Journal of Medical Genetics), los futuros padres también deberían tomar ácido fólico al menos hasta el final del segundo mes previo a la concepción. Esto especialmente en el caso de exposición a productos químicos de cualquier tipo (por motivos laborales), ya que la mayoría de estos productos nocivos se excretan en el líquido seminal, y podrían afectar a la mujer, y en consecuencia a sus óvulos.
La ingesta de ácido fólico, por parte del hombre, es una intervención preventiva, muy eficiente y sin riesgos para el futuro padre.
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