Durante el embarazo, el tránsito intestinal puede verse alterado, lo que puede provocar estreñimiento. ¿Qué se puede hacer para resolver este problema? ¿Puedo tomar un laxante durante el embarazo?
El estreñimiento es una de las quejas más comunes durante el embarazo. Pero, ¿es posible tomar medicamentos para desbloquear el tránsito? Antes de empezar a buscar una solución adecuada, debemos determinar la causa de este problema.
¿Cuáles son las causas del estreñimiento durante el embarazo?
Durante el embarazo, los movimientos intestinales son más lentos. Hay muchas razones para ello:
- Es habitual que algunas mujeres cambien su dieta, y en consecuencia el proceso digestivo, debido a las náuseas.
- A medida que el futuro bebé crece, presiona el intestino grueso, haciéndolo más perezoso.
- El aumento de las hormonas del embarazo, especialmente la progesterona, ralentiza el movimiento de los alimentos durante la digestión.
- A medida que se acerca el término, las mujeres embarazadas tienen más miedo a empujar.
¿Puedo tomar Laxantes estando embarazada?
Durante el embarazo, los laxantes deben tomarse bajo el consejo de un profesional de la salud y durante un periodo de tiempo limitado. Además, hay que tener en cuenta que no todos los laxantes son compatibles con el embarazo.
En este sentido se suelen indicar el uso de dos tipos de laxantes en particular durante el embarazo y la lactancia. En primer lugar, el laxante de lastre, que consiste en fibras, generalmente mucílagos, que modifican la consistencia de las heces. También está el laxante osmótico, que se basa en el polietilenglicol y que, en la mayoría de los casos, ablanda las heces al atraer agua al intestino.
En cuanto a los laxantes estimulantes o lubricantes (como el aceite de parafina, que facilita el paso del ano), es mejor que se administren puntualmente, y tras el consejo del médico.
Tránsito lento durante el embarazo: ¿Qué hacer?
Durante el embarazo, debes evitar en lo posible los medicamentos. Sobre todo porque el tránsito puede regularse por medios naturales. En primer lugar, puedes cambiar tu dieta. Consumiendo regularmente alimentos ricos en fibra. La fibra facilita el trabajo del intestino y puede aumentar el volumen de las heces. Sin embargo, ten cuidado, si cambias tu dieta demasiado rápido, puedes experimentar molestias. Para evitar la hinchazón, la distensión abdominal y los gases, debe aumentar gradualmente el consumo diario de fibra. Por ejemplo, puedes añadir poco a poco alimentos integrales a tus comidas.
Además, hay que beber mucha agua. Una buena hidratación ayuda a ablandar las heces y a mejorar la frecuencia. ¡También hay remedios de la abuela que funcionan muy bien! Por ejemplo, puedes tomar una cucharada de aceite de oliva por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarte, o simplemente añadirlo a tus ensaladas. Por último, no hay nada mejor que un poco de ejercicio. Si te acuestas todo el día, movilizarás menos tu cuerpo y, por tanto, tendrás un tránsito menos intenso.
Un masaje para facilitar el tránsito durante el embarazo
Puedes masajearte presionando la mano en un círculo sobre tu estómago y girando en el sentido de las agujas del reloj. Este masaje relajará el intestino y así estimulará su acción.
Una mejor posición en el inodoro
La posición en el inodoro también influye. Elevar los pies ayudará a alinear el recto con el intestino, facilitando la defecación. Mejor aún, puedes ponerte en cuclillas con las rodillas dobladas sobre el abdomen, dependiendo de la etapa de tu embarazo, por supuesto. Esto, entre otras cosas, aumentará ligeramente la presión en el abdomen, y así facilitará la expulsión.
¿Se pueden usar supositorios y probióticos durante el embarazo?
Los supositorios de glicerina son perfectamente aceptables. Son especialmente útiles en casos de estreñimiento de bajo grado, cuando las heces se acumulan al final del sistema digestivo. El supositorio desencadena una contracción del recto, lo que permite la evacuación rápida de las heces. Sin embargo, esto sólo debería ocurrir en casos excepcionales. Ten cuidado con otros supositorios para tratar el estreñimiento, algunos de los cuales pueden no estar recomendados durante el embarazo.
Tampoco existe ningún riesgo especial en la toma de probióticos durante el embarazo. Estas "bacterias buenas" favorecen la digestión, reducen la hinchazón y permiten ir al baño con mucha más regularidad.
Si el estreñimiento persiste a pesar de un cambio en la dieta, más hidratación y más ejercicio, entonces debes consultar a un médico. Lo mismo ocurre con las hemorragias durante la defecación o fuertes dolores de estómago y gases digestivos. En caso de duda, no dudes en consultar a tu médico de cabecera, matrona o ginecólogo.
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