¿Es seguro comer rábanos durante el embarazo?
El rábano es un elemento común y delicioso de la cocina. Puede presentarse en muchos colores, aunque el más común es el blanco. Incluso tiene varias formas, tanto cortas y redondas como largas y cónicas. El rábano puede consumirse crudo, cocido, frito o al horno. Sin embargo, durante el embarazo, conviene vigilar los alimentos que se consumen.
¿Pueden las embarazadas comer rábano?
Muchos alimentos son arriesgados o inseguros de consumir durante el embarazo. Aunque es posible que no hayas desconfiado de los rábanos antes, ahora es el momento de hacerlo. Sin embargo, los peligros asociados al consumo de rábano blanco durante el embarazo son indirectos. Así pues, la respuesta corta es que sí; puedes comer rábano en el embarazo, pero sólo después de seguir ciertas precauciones enumeradas en este artículo.
Valor nutricional del rábano
Una sola taza de rábano te proporcionará una gran cantidad de vitaminas y minerales importantes, desde potasio, folato, calcio, hierro, vitamina C, vitamina A, vitaminas B, zinc y manganeso. El folato es especialmente crucial para el desarrollo saludable de su bebé, mientras que la vitamina C y el hierro son importantes para el desarrollo del sistema circulatorio y de diversos órganos. Además, el calcio es esencial para el desarrollo de los dientes, el sistema óseo y los músculos.
Beneficios de comer rábano durante el embarazo
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Control del peso
Los rábanos te llenan fácilmente, controlando tu hambre y reduciendo tu consumo de calorías. Además, son bajos en hidratos de carbono y azúcar, y tienen grandes cantidades de fibra dietética, lo que puede aliviar el estreñimiento.
Prevención del cáncer
Se sabe que varios potentes anticancerígenos como el isotiocianato y el sulforafano están presentes en el rábano.
Optimiza la salud cardiovascular
Se sabe que la abundancia de potasio en los rábanos reduce la presión arterial al mejorar la circulación de la sangre. Los antioxidantes llamados antocianinas también pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Mejora los problemas urinarios
Las propiedades diuréticas de los rábanos mejoran el flujo de orina. Las propiedades antiinflamatorias ayudan a tratar las hinchazones del tracto urinario, las infecciones, etc.
Diabetes
Los rábanos tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que no afecta a los niveles de glucosa en la sangre. Esto es bastante importante para las personas con diabetes que necesitan prestar atención a su dieta constantemente.
Condiciones de la piel
La vitamina C, las vitaminas B y el zinc son excelentes para la curación y producción de la piel. Estos nutrientes mejoran la eficacia de ciertas enzimas utilizadas en la síntesis y el desarrollo del colágeno, la estructura proteica que mantiene unidas las células de la piel.
Inmunidad
Los rábanos potencian la producción de células inmunitarias en tu cuerpo, así como en el de tu bebé, debido a la presencia de vitamina C. De hecho, una taza de rábano cocido te proporcionaría el treinta por ciento de tus necesidades diarias de esta vitamina.
Medidas de seguridad que hay que seguir al comer rábanos
- Como ya hemos dicho, aunque los rábanos son un complemento fenomenal para una dieta equilibrada, hay varias medidas de precaución que hay que seguir antes de consumirlos:
- Lavar bien los rábanos y los brotes de rábano para eliminar la suciedad es el primer paso para evitar infecciones. Esto se debe a que los rábanos son hortalizas de raíz y a menudo se venden cubiertos de barro y suciedad. Si es necesario, pela el rábano para evitar comer la piel por completo.
- Evita los rábanos crudos por la misma razón, ya que al cocinarlos primero se eliminan los patógenos dañinos presentes.
- Lava bien la tabla de cortar con agua y detergente después de picar rábanos antes de utilizarla para otras verduras.
- Lávate siempre las manos antes de preparar los alimentos para ti, especialmente los rábanos y otras verduras subterráneas como zanahorias, nabos, patatas y remolachas.
Riesgos y consecuencias de comer rábano durante el embarazo
Siempre que sigas las precauciones mencionadas, no hay razón para excluir de tu dieta este nutritivo alimento. Sin embargo, si no se limpian o cocinan bien, puedes arriesgarte a contraer infecciones peligrosas como la salmonelosis y la toxoplasmosis. Éstas provocan fiebre alta, deshidratación, dolores corporales y otros síntomas que podrían afectar a tu embarazo. Si la infección es especialmente grave, puede provocar un parto prematuro, un aborto espontáneo o el nacimiento de un mortinato.
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