¿Está bien que mi recién nacido se duerma mientras le doy el pecho? ¿Debo tratar de mantenerlo despierto?
Aunque puede parecerte que tu bebé está dormido, es posible que esté mamando plácidamente. Pero, si no lo oyes succionar o tragar, es posible que se haya dormido durante la sesión de amamantamiento, sobre todo si se ha quedado satisfecho tras una toma larga y provechosa.
Si se queda dormido una vez que está lleno y satisfecho, está bien. Sin embargo, si tiene problemas para mantenerse despierto para comer durante al menos 10 o 15 minutos, tendrás que probar algunas tácticas para despertarle.
¿Es normal quedarse dormido con el pecho?
Los bebés están programados biológicamente para dormirse al pecho. Dormirse al pecho es un comportamiento normal y se debe principalmente a una hormona llamada colecistoquinina o CCK. La CCK hace que el bebé se sienta saciado y con sueño, y se libera en su intestino en cuanto empieza a mamar.
Los bebés más pequeños suelen tener mayores concentraciones de CCK, lo que puede hacer más difícil mantenerlos despiertos durante la toma. Este es un sistema perfecto si tu bebé se despierta con frecuencia y se alimenta bien, pero para el bebé que necesita que lo despierten o que lo animen a alimentarse puede ser un reto.
Entonces, ¿cómo mantener despierto a un bebé somnoliento en el pecho? Hay algunas cosas sencillas pero efectivas que puedes hacer:
El hecho de que un bebé se duerma al principio de la toma puede ser una señal de que el agarre es poco profundo, lo que provoca un flujo de leche tan lento que el bebé pierde rápidamente el interés.
No obstante, los bebés que no se agarran correctamente se duermen frecuentemente en el pecho. Si le ocurre al tuyo, interrumpe la succión y vuelve a colocarte al bebé en el pecho asegurándote de que el pequeño abarca con la boca tanto el pezón como la areola mamaria.
Puedes interrumpir la succión introduciendo un dedo en la boca del bebé a través de la comisura, entre las encías, y girándolo un cuarto de vuelta. (Si separas al bebé del pecho bruscamente, probablemente se asustará y a ti te dolerá el pezón). Tras interrumpir la succión, intenta hacer eructar al bebé y ofrécele el otro pecho.
Si el bebé se agarra bien y está simplemente dormido, el contacto piel con piel a veces puede ayudar; quítate la blusa y el sostén, así como la ropa del bebé (pero deje el pañal puesto) y póntelo sobre tu pecho. Esto puede estimularle lo suficiente para que siga amamantando. Si tu bebé se sigue quedando dormido durante las tomas, hazle cosquillas en los pies, hazle eructar frecuentemente o prueba a cambiarle el pañal antes de ofrecerle el segundo pecho.
Comprime tus pechos. Mientras la leche fluye, el bebé succiona activamente, pero una vez que el flujo de leche disminuye, el bebé puede reducir la velocidad o dejar de succionar. Al comprimir suavemente tus pechos, estarás fomentando que el flujo de leche continúe... y esto puede ayudar a tu bebé a empezar a succionar y tragar de nuevo. Masajear y comprimir suavemente el pecho antes e incluso durante la alimentación o la extracción puede mejorar en gran medida la producción de leche.
Cambia de lado. Tus pechos funcionan simultáneamente, por lo que, cuando te estás alimentando de un pecho, el otro también está experimentando una bajada de leche. Cuando el bebé empiece a dormirse, cambia de lado para que le espere una nueva toma. Puedes repetir esta operación varias veces (cambiar de pecho una y otra vez) porque tienes más de una bajada de leche por toma. Cambiar de pecho puede facilitar que el bebé se llene la barriga durante la lactancia. También puedes mezclar cambiar de lado y utilizar las compresiones del pecho.
Utiliza una estimulación suave
Si tu bebé se queda dormido y deja de mamar (es posible que los bebés continúen alimentándose mientras duermen), acariciar suavemente sus manos y pies puede estimularle a permanecer despierto durante más tiempo.
Sentar a tu bebé y darle un suave masaje en la espalda también puede ayudar a despertarlo y le da la oportunidad de expulsar los gases atrapados que pueda tener. Si esto no funciona, cambiarle el pañal a mitad de la toma puede despertarle lo suficiente para que siga comiendo.
Todos los bebés son diferentes y se alimentan de formas distintas, por lo que lo que es "normal" para un bebé puede ser diferente de otro. Si te preocupa algún aspecto de la alimentación, es esencial que busques ayuda pronto y siempre es importante que sigas los consejos de tu médico o de un asesor de lactancia.
Como regla general, si tu bebé tiene al menos seis pañales de tela muy húmedos o al menos cinco pañales desechables muy húmedos de orina pálida, hace caquita, va aumentando de peso y se le ve activo y alegre, puedes estar segura de que tu bebé está tomando suficiente leche.
Cada bebé y sus circunstancias son única por lo tanto para obtener más información de forma personalizada, consulta con:
- El médico de cabecera.
- Pediatra.
- Un asesor de lactancia certificado.
- Una enfermera de salud materno-infantil.
- Asociación local de Lactancia Materna.
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