Algunos padres suelen besar a sus hijos en la boca y lo consideran un gesto de amor hacia su hijo. Sin embargo, no todos los profesionales de la atención a la infancia están de acuerdo con este gesto, que puede parecer inofensivo, pero que provoca confusión sobre el papel y las obligaciones de cada parte.
Besar a un niño en la boca, un gesto que es objeto de debate
Besar en la boca a un niño que no es el propio es un gesto inapropiado e irrespetuoso para el niño. Esto debe ser mencionado. Pero besar al propio hijo en la boca también es un comportamiento que debe evitarse, según los especialistas.
Sin alarmar a los padres y hacerles sentir culpables, los psicólogos simplemente recomiendan diferenciar entre el afecto filial que los padres pueden tener con sus hijos, como abrazarlos, jugar con ellos en su regazo, acariciarles el pelo, etc., y los gestos cariñosos que los padres utilizan con su pareja, como los besos en la boca.
El beso en la boca es simbólico. Es un gesto de enamorado. Este es el matiz, y es importante.
Por un lado, no ayuda a que el niño entienda que los adultos no deben permitirse ciertos gestos con él, y por otro, confunde el mensaje sobre los diferentes tipos de afecto que existen.
Los especialistas en el desarrollo psicosexual de los niños consideran que la boca es el primer órgano, junto con la piel, a través del cual el bebé experimenta el placer por sí mismo.
¿Hay una edad límite para besar en los labios?
Ante esta opinión de los expertos en desarrollo infantil, muchos padres, en su mayoría madres, piden que se respete su comportamiento. Señalan que este gesto transmite ternura y es un signo natural de afecto de su cultura.
¿Es realmente un buen argumento? Hay muchas razones para creer que estas justificaciones no son válidas y que la cultura del beso en la boca no existe en ninguna tradición.
Los niños de todo el mundo se dan cuenta rápidamente de que los enamorados se besan en la boca. Como también saben que los amantes hacen bebés, algunos incluso piensan que así es como se hacen los bebés. Reina la confusión.
Ante la pregunta "¿A qué edad hay que dejar de besar a los niños en la boca?", los expertos se cuidan de responder y señalan que los besos en la boca no son necesarios para el desarrollo de los niños y que el amor de los padres puede expresarse de muchas otras maneras, al igual que una pareja puede demostrar su amor mucho más allá de la relación íntima.
De este modo, los padres permiten a sus hijos comprender que hay diferentes tipos de amor. Les preparan para unas relaciones interpersonales sanas.
Respetar la intimidad de los niños
También es muy importante respetar al niño que dice que no le gusta que le besen en la boca o estar atento a su comportamiento no verbal si es demasiado tímido para decirlo: labios fruncidos, apartar la mirada, dolor de estómago o de pecho, picores, tics nerviosos... todas estas señales pueden decir mucho sobre la vergüenza o la ansiedad que puede provocar esta intimidad forzada.
Para prevenir los abusos, los adultos son responsables de explicar a los niños que sólo los adultos están enamorados de los adultos y que un adulto que hace "gestos de amor" hacia un niño es inaceptable. Como la mayoría de las víctimas conocen a su agresor, puede resultar difícil para el niño diferenciar entre un beso aceptable y otro inaceptable.
El hecho de que las personas que sufren abusos cuando son niños puedan hablar, deja claro que estos actos son soportados por el niño, que no tiene forma de diferenciar entre lo que es respetuoso y lo que es para el bienestar del adulto. Es raro que un niño ofrezca un beso en la boca a un adulto. Se les ha enseñado o educado para ello.
Por ello, los especialistas insisten en que son los adultos quienes deben preguntarse "¿Por qué beso a mi hijo en la boca? ¿De dónde viene esta necesidad? Sin necesidad de acudir a la psicoterapia, se puede simplemente observar los hábitos transmitidos por la propia familia y dejarse acompañar durante una sesión por un psicólogo o un asesor en materia de crianza para aclarar las cosas.
No quedarse solo con las preguntas y la culpa también puede mostrar al niño que el adulto no tiene todas las respuestas y que a veces también debe cuestionar algunos de sus comportamientos para entender y ser un mejor padre o madre.
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