Sumario
- ¿Qué es la laparoscopia?
- ¿Cómo se realiza la cirugía laparoscópica?
- ¿Cuáles son las ventajas de la laparoscopia?
- ¿Cuáles son los riesgos asociados a la laparoscopia?
- ¿Qué cirugías se pueden realizar con laparoscopia?
- ¿Para qué problemas se puede utilizar la laparoscopia para diagnosticar y tratar?
- ¿Qué tipo de alivio del dolor se utiliza durante la laparoscopia?
- ¿Qué ocurre durante la laparoscopia?
- ¿Qué ocurre después de la laparoscopia?
- ¿Qué debo esperar durante la recuperación?
- ¿Cuánto tiempo después de la laparoscopia puedo retomar mis actividades habituales?
- ¿A qué signos o síntomas debo prestar atención después de la laparoscopia?
¿Qué es la laparoscopia?
La laparoscopia es una forma de operar mediante pequeñas incisiones (cortes). Es diferente de la cirugía "abierta", en la que la incisión en la piel puede ser de varios centímetros. La cirugía laparoscópica a veces se llama "cirugía mínimamente invasiva".
¿Cómo se realiza la cirugía laparoscópica?
La cirugía laparoscópica utiliza un instrumento especial llamado laparoscopio. El laparoscopio es un dispositivo largo y delgado que se introduce en el abdomen a través de una pequeña incisión. Tiene una cámara acoplada que permite al ginecólogo-obstetra ver los órganos abdominales y pélvicos en una pantalla.
Si hay que solucionar un problema, se pueden utilizar otros instrumentos. Estos instrumentos suelen introducirse a través de pequeñas incisiones adicionales en el abdomen. A veces pueden introducirse a través de la misma incisión realizada para el laparoscopio.
¿Cuáles son las ventajas de la laparoscopia?
La laparoscopia tiene muchas ventajas. Hay menos dolor después de la cirugía laparoscópica que después de la cirugía abdominal abierta, que implica incisiones más grandes, estancias hospitalarias más largas y tiempos de recuperación más largos. La recuperación de la cirugía laparoscópica suele ser más rápida que la de la cirugía abdominal abierta. Las incisiones más pequeñas que se utilizan te permiten sanar más rápidamente y tener cicatrices más pequeñas. El riesgo de infección también es menor que con la cirugía abierta.
¿Cuáles son los riesgos asociados a la laparoscopia?
La laparoscopia puede llevar más tiempo que la cirugía abierta. El mayor tiempo bajo anestesia puede aumentar el riesgo de complicaciones. A veces las complicaciones no aparecen de inmediato, sino que se producen entre unos días y unas semanas después de la intervención. Los problemas que pueden surgir con la laparoscopia son:
- hemorragias o hernias (protuberancias causadas por una mala cicatrización) en los puntos de incisión.
- hemorragias internas.
- infección.
- daños en un vaso sanguíneo u otro órgano, como el estómago, el intestino, la vejiga o los uréteres.
En raras ocasiones, el ginecólogo comienza con una laparoscopia pero debe cambiar a una cirugía abierta. Esto puede ocurrir si el ginecólogo encuentra algo que puede ser un cáncer y se necesita una incisión más grande para extirparlo. También puede ocurrir si el ginecólogo encuentra algo inesperado (una infección, por ejemplo) o se produce una complicación que requiera una cirugía abierta para resolverla. Habla con tu ginecólogo sobre lo que ocurrirá si tiene que cambiar a una cirugía abierta.
¿Qué cirugías pueden realizarse con laparoscopia?
La esterilización de las trompas es un ejemplo de cirugía que puede realizarse mediante laparoscopia. La laparoscopia también es una de las formas de realizar una histerectomía. En una histerectomía laparoscópica, el útero se desprende del interior del cuerpo. Puede extraerse en trozos a través de pequeñas incisiones en el abdomen o extraerse en una sola pieza a través de la vagina.
¿Para qué problemas se puede utilizar la laparoscopia para diagnosticar y tratar?
La laparoscopia puede utilizarse para buscar la causa del dolor pélvico crónico, la infertilidad o una masa pélvica. Si se encuentra un problema, a menudo puede tratarse durante la misma cirugía. La laparoscopia también se utiliza para diagnosticar y tratar las siguientes afecciones médicas:
- Endometriosis: si tienes signos y síntomas de endometriosis y los medicamentos no te han ayudado, puede recomendarse una laparoscopia. El laparoscopio se utiliza para ver el interior de la pelvis. Si se encuentra tejido endometriósico, a menudo se puede extirpar durante el mismo procedimiento.
- Fibromas: los fibromas son crecimientos que se forman dentro de la pared del útero o fuera de él. La mayoría de los fibromas son benignos (no cancerosos), pero un número muy pequeño son malignos (cancerosos). Los miomas pueden causar dolor o hemorragias intensas. A veces se puede utilizar la laparoscopia para extirparlos.
- Quiste ovárico: algunas mujeres tienen quistes que se desarrollan en los ovarios. Los quistes suelen desaparecer sin tratamiento. Pero si no lo hacen, el ginecólogo puede sugerir que se extirpen con una laparoscopia.
- Embarazo ectópico: la laparoscopia puede realizarse para eliminar un embarazo ectópico.
- Trastornos del suelo pélvico: la cirugía laparoscópica puede utilizarse para tratar la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos (POP).
- Cáncer: algunos tipos de cáncer se pueden extirpar mediante laparoscopia.
¿Qué tipo de alivio del dolor se utiliza durante la laparoscopia?
La laparoscopia suele realizarse con anestesia general. Este tipo de anestesia le hace dormir.
¿Qué ocurre durante la laparoscopia?
Una vez anestesiada, se realiza una pequeña incisión en el ombligo o debajo de él, o en otra zona del abdomen. A través de esta pequeña incisión se introduce el laparoscopio. Durante el procedimiento, se llena el abdomen con un gas. El llenado del abdomen con gas permite ver con mayor claridad los órganos reproductores pélvicos.
La cámara conectada al laparoscopio muestra los órganos pélvicos en una pantalla. Se pueden realizar otras pequeñas incisiones en el abdomen para colocar los instrumentos quirúrgicos. Otro instrumento, denominado manipulador uterino, puede introducirse a través de la vagina y el cuello uterino hasta el útero. Este instrumento se utiliza para mover los órganos pélvicos a la vista.
¿Qué ocurre después de la laparoscopia?
Tras la intervención, se retiran los instrumentos y la mayor parte del gas. Se cierran las pequeñas incisiones. Se te trasladará a la sala de recuperación. Es normal sentir sueño durante unas horas. Es posible que tengas algunas náuseas por la anestesia.
Si te han operado de forma ambulatoria, deberás permanecer en la sala de recuperación hasta que puedas levantarte sin ayuda y vaciar la vejiga. Deberás contar con alguien que te lleve a casa. Por lo general, puedes volver a casa el mismo día. Las intervenciones más complejas, como la histerectomía laparoscópica, pueden requerir una noche en el hospital.
¿Qué debo esperar durante la recuperación?
Durante unos días después de la intervención, puede sentirse cansancio y algunas molestias. Puedes sentir dolor alrededor de las incisiones realizadas en el abdomen y el ombligo. El tubo que se ha colocado en la garganta para ayudar a respirar durante la intervención puede provocar dolor de garganta. Prueba con pastillas para la garganta o haz gárgaras con agua salada tibia. Puedes sentir dolor en el hombro o en la espalda. Este dolor se debe a la pequeña cantidad de gas utilizada durante el procedimiento que permanece en tu abdomen. Desaparece por sí solo en unas horas o días. Si el dolor y las náuseas no desaparecen después de unos días o empeoran, debes ponerte en contacto con tu ginecólogo.
¿Cuánto tiempo después de la laparoscopia puedo retomar mis actividades habituales?
El ginecólogo te dirá cuándo puedes volver a tus actividades normales. En el caso de procedimientos menores, suele ser de 1 a 2 días después de la intervención. Para procedimientos más complejos, como la histerectomía, puede tardar más tiempo. Es posible que te digan que evites la actividad o el ejercicio intenso.
¿A qué signos o síntomas debo prestar atención después de una laparoscopia?
Consulta con tu ginecólogo inmediatamente si tienes alguno de los siguientes signos o síntomas:
- Fiebre.
- Dolor intenso o que empeora.
- Sangrado vaginal abundante.
- Enrojecimiento, hinchazón o secreción de la incisión.
- Desmayos.
- Incapacidad para vaciar la vejiga.
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