Aunque no es muy conocido, aproximadamente uno de cada cuatro embarazos confirmados acaba en aborto. La pérdida del embarazo es un tema difícil pero necesario de tratar. Si tú, o alguien que conoces, ha sufrido la pérdida de un embarazo, sabes que es una de las cosas más duras que pueden ocurrir. Es normal sentir conmoción, dolor, depresión, culpa, rabia y una sensación de fracaso y vulnerabilidad cuando se pierde un embarazo.
Los días siguientes a la pérdida del embarazo son increíblemente dolorosos y tristes. No importa si se trata del primer, segundo o décimo embarazo. Siempre es difícil.
A muchas mujeres que han pasado por una pérdida de embarazo reciente les resulta extremadamente difícil comunicarlo a sus familiares y amigos. A menudo, el sentimiento de culpa, de fracaso, paraliza y aumenta el miedo.
Aunque no pretendo decirte lo que tienes que hacer, y cada persona es diferente, tengo algunas sugerencias que han ayudado a otras mujeres y familiares:
Algunas madres que pierden su embarazo son capaces de superar esta pérdida con soltura, mientras que otras sienten una profunda desesperación ante esta pérdida. No hay "deberías" en esto. No hay una forma correcta de sentirse. Si te sientes fuerte y con los pies en la tierra y preparada para seguir adelante después de un aborto espontáneo, eso es totalmente válido. Si te sientes profundamente perdida y afligida, eso también es apropiado. Nadie puede decirte cómo debes sentirte, excepto tú.
Lo que ha ocurrido no es culpa tuya. Le puede pasar a cualquiera. Lo más probable es que no haya sido la comida que comiste, la medicación que tomaste o lo que hayas hecho. La mayoría de las pérdidas de embarazos no tienen una causa conocida y ni siquiera los mejores médicos del mundo serían capaces de decirte por qué ha ocurrido.
Necesitas tiempo para sanar. El duelo es normal y tienes derecho a estar triste. Aunque te parezca que tu tristeza nunca se va a curar, lo hará. Muchas mujeres que pierden a sus bebés tienen miedo de perder todo lo demás, ya sea su cordura, otras relaciones importantes para ellas, su fe en el mundo o cualquier esperanza para el futuro. Muchas, muchas mujeres que pasan por esta pérdida sienten una profunda necesidad de aferrarse a otras cosas en su vida por miedo a perderlas también. Si te ocurre esto, comunícalo a tus allegados.
A algunas madres les resulta útil llevar un diario. Escribir tus pensamientos y sentimientos puede ser una salida eficaz para tu dolor. También puedes escribir cartas, notas o poemas para el bebé o sobre el bebé.
Tómate un tiempo libre del trabajo, aunque te sientas bien físicamente. Tomarse un descanso de la rutina habitual te ayudará emocionalmente.
Los hombres y las mujeres reaccionan a la pérdida de forma diferente. La mayoría de los hombres no expresan el dolor y la tristeza abiertamente, incluso cuando lo sienten. Intenta ser comprensivo y no culpar al otro de la pérdida. Si no puedes obtener el apoyo que necesitas de tus seres queridos, acude a un terapeuta que pueda ayudarte.
No te cierres a los demás. Es difícil hablar del dolor de la pérdida. Pero muchas personas pueden ayudarte sólo con escuchar. La mayoría será comprensiva y te apoyará. Quizá te sorprenda saber que algunos de ellos pasaron por la misma experiencia.
Algunas personas hacen comentarios incómodos e incluso inapropiados. Por lo general, esto se debe a que no saben qué decir y tienen miedo de quedarse callados. Intenta no tomarte como algo personal si dicen algo incorrecto o nada en absoluto.
Es posible que ya tengas cosas del bebé, como ropa, mantas y muebles. Déjalos donde están hasta que te sientas preparada para guardarlos.
Intenta no hacer grandes cambios en tu vida (como mudarte a un nuevo lugar o aceptar un nuevo trabajo) justo después de la pérdida. Espera unos meses antes de hacer este tipo de cambios. Date tiempo para llorar la pérdida de tu bebé.
Únete a un grupo de apoyo. Compartir con otras personas que han sufrido la pérdida del embarazo, ya sea en persona o por Internet, puede ser reconfortante. Un terapeuta puede ser otra buena fuente de consejo o asesoramiento. Los abuelos del bebé u otros seres queridos podrían beneficiarse de un apoyo similar. Consulta con tu médico o matrona para que te de a conocer a algunos de estos grupos.
Cómo comunicar la noticia
Cuando te sientas preparada, habla con al menos un amigo o familiar cercano. La primera vez que hables será probablemente la más difícil. Después será más fácil. Hoy en día, es habitual publicar en las redes sociales (Facebook, Twitter) una imagen de un lazo negro o de una vela encendida y un mensaje sencillo. La mayoría de tus amigos y familiares lo verán y entenderán el dolor por el que estás pasando.
Explicar la pérdida del embarazo a tus otros hijos será doloroso y muy difícil. Aunque a menudo existe la tentación natural de proteger a los niños evitando hablar de la pérdida, esto puede tener el efecto contrario. Los niños saben (o intuyen) que ha ocurrido algo muy importante en su familia. Necesitan que sus sentimientos sean validados por los adultos importantes en sus vidas. Cuando los padres permiten a los niños hablar de la pérdida y responder a sus preguntas con la honestidad adecuada a su edad, los niños pueden procesar sus sentimientos difíciles y confusos.
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