Es muy común que las mujeres embarazadas vayan más allá de su fecha de parto. De hecho, solo alrededor del cinco por ciento de las mujeres realmente dan a luz en la fecha exacta de parto. La mayoría de los bebés llegan entre las 37 y las 41 semanas de embarazo, pero generalmente dentro de la semana de antes o después de la fecha prevista de parto. Los gemelos y trillizos tienden a llegar más temprano.
Desde el comienzo del embarazo, es mejor tener en cuenta que la fecha de parto es solo una guía. Sin embargo, una vez que alcances la marca de las 40 semanas, es natural comenzar a sentirte ansiosa. Es posible que te sientas particularmente incómoda y desesperada por conocer a tu bebé.
Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
- Mantenerse ocupada. Planifica algo para cada día y evita estar sentada en casa esperando que algo suceda. ¡Sal de casa pero no vayas demasiado lejos! Recuerda llevar siempre tu teléfono móvil.
- Prepara comidas para congelar. Una vez que llegue el bebé, no tendrás tiempo para nada y será un alivio tomar algo del congelador y recalentarlo en lugar de tener que comprar y cocinar.
- Informa a tus amigos y familiares que te pondrás en contacto cuando ocurra algo. También están entusiasmados, pero las llamadas diarias pueden ser frustrantes y pueden ponerte más nerviosa.
- Descansa un poco más. Toma una siesta durante el día si te resulta difícil dormir por la noche. Incluso sentarte cómodamente ayudará a almacenar reservas de energía para los días venideros.
Consulta con tu médico o matrona si estás preocupada.
Los peligros de pasar de la fecha de parto
A la mayoría de los médicos y matronas no les preocupa que pasen unos días más de la fecha de parto prevista, siempre y cuando todo parezca estar bien. Muchos dejarán que pasen hasta dos semanas.
Sin embargo, después de 42 semanas, la salud del bebé podría estar en riesgo. Un número muy pequeño de bebés muere inesperadamente si todavía están en el útero después de las 42 semanas de embarazo.
No está claro por qué los riesgos de muerte del bebé aumentan a medida que pasan las semanas. Puede tener algo que ver con que la placenta ya no funcione adecuadamente. Si este es el caso, se puede reducir el suministro de oxígeno y nutrientes al bebé.
Opciones para cuando se atrasa el parto
Cuando vayas a tu cita de 41 semanas, tu matrona o médico pueden:
- Verificar la fecha de parto confirmanda basada en cuándo tuviste tu último período.
- Realizar un control de la presión arterial y analizar la orina en busca de proteínas.
- Examinar tu vientre para verificar la posición y el tamaño del bebé.
- Examinar tu vagina para ver si el cuello uterino está listo para el parto.
El médico o matrona analizarán las opciones. Si está todo bien, se puede:
- Seguir esperando que tu trabajo de parto ocurra naturalmente mientras tu equipo de atención médica continúa monitoreando al bebé cada tres o cuatro días, para escuchar los latidos del bebé o realizar una ecografía para verificar los movimientos del bebé y observar los niveles de líquido amniótico.
- Elegir tener un parto inducido.
Sin embargo, la matrona o médico podrían sugerirte inducir el parto (o realizar una cesárea) si están preocupados por:
- Tu salud.
- La salud del bebé.
- El riesgo de que la placenta ya no esté cumpliendo su función.
- Has roto aguas pero no se producen contracciones.
Parto inducido
"Inducción" significa tomar medidas para alentar el parto. Tu matrona o médico (generalmente un obstetra, un médico que se ha especializado en embarazo y parto), a menudo te ofrecerán una inducción después de las 41 semanas, pero el momento dependerá de tu salud, de la del bebé y de las normas del centro hospitalario. Algunos permiten inducciones entre siete y 10 días después de la fecha de parto. Otros permiten que dure hasta dos semanas. Las políticas varían porque no hay evidencia científica sobre el momento ideal para inducir el parto.
Procedimientos médicos para inducir el parto
Si tú y tu matrona o médico han decidido inducir el parto, el proceso comenzará con el examen del cuello uterino para ver si estás lista. Este examen vaginal puede ser un poco incómodo, pero solo tomará unos minutos.
Según el examen, el médico o matrona utilizará una de las siguientes formas para inducir el parto:
- Barrido de las membranas: se separan suavemente las membranas de la abertura del útero para intentar "desencadenar el parto". Este procedimiento puede ser incómodo y a veces puede causar un pequeño sangrado.
- Ruptura artificial de membranas (romper aguas) – Se usa un pequeño instrumento para hacer un agujero en el saco de líquido amniótico. El cuello uterino deberá abrirse un par de centímetros antes de que se rompan las aguas. Esto puede ser incómodo, especialmente si tu cuello uterino no está muy abierto. Romper las aguas puede ser suficiente para comenzar el parto por sí solo, pero a veces también se requieren medicamentos como la oxitocina.
- Aplicar gel de prostaglandina: Colocar este gel en la parte posterior de la vagina para ayudar a ablandar el cuello uterino y hacer que se abra. Esto puede ser suficiente para provocar el parto, o también puede necesitar que te rompan las aguas u oxitocina para provocar contracciones.
- Goteo de oxitocina: se aplica un goteo de la versión artificial de la hormona, oxitocina, que provoca contracciones. Esto se administra a través de un goteo en el brazo, y a menudo se usa en combinación con los otros métodos enumerados. La oxitocina solo se puede administrar cuando se ha roto aguas, y se usa para comenzar las contracciones o aumentarlas.
- Catéter de globo de maduración cervical: insertando un globo conectado a un tubo en el cuello uterino y llenando el globo con solución salina para presionar el cuello uterino. Esto permanece en su lugar durante 15 horas, o hasta que se cae. Durante este tiempo, debería hacer que el cuello uterino se ablande y se abra. Esto puede ser suficiente para provocar el parto, o también puedes necesitar que te “rompan las aguas” u oxitocina para provocar contracciones.
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