La epidural no es obligatoria
Dar a luz con una epidural es una elección. No tienes que aceptarla si no quieres. También ocurre que algunas futuras madres que querían un parto natural cambian de opinión durante el parto. Sin embargo, ten cuidado, si se aplica demasiado tarde (después de 7 cm de dilatación) hay muchas posibilidades de que sea ineficaz, así que es mejor estar preparada.
¿La epidural tiene contraindicaciones?
Las contraindicaciones a la aplicación de la epidural son raras pero existen:
- Fiebre.
- Infección dermatológica en la zona lumbar.
- Trastorno de la coagulación de la sangre.
- Ciertas enfermedades neurológicas.
- La escoliosis severa no es una contraindicación, pero requerirá precauciones especiales. El anestesista evaluará la situación caso por caso.
La epidural es (casi) indolora
La epidural suele ser temida por las futuras madres. Es cierto que la aguja y el catéter pueden ser impresionantes. El procedimiento no es estrictamente doloroso, pero puede ser desagradable, incluso si el anestesista administra una anestesia local antes de introducir el catéter. La futura madre puede sentir presión en la parte baja de la espalda y electricidad en las piernas. Las molestias son temporales y al cabo de unos minutos la epidural aliviará eficazmente el dolor de las contracciones.
La epidural no exime de la preparación al parto
Algunas futuras madres piensan, erróneamente, que la epidural las exime de las sesiones de preparación al parto. Sin embargo, sería una pena privarse de estos encuentros que permiten conocer las distintas etapas del parto pero también aprender técnicas destinadas a controlar el dolor del trabajo de parto. La epidural rara vez se aplica al llegar a la sala de partos y pueden precederle varias horas de parto doloroso, por lo que es importante estar debidamente preparada. A veces la epidural se dosifica tan fuertemente que la futura madre ya no siente las contracciones y no sabe cuándo debe empujar. De ahí la importancia de las sesiones de preparación al parto en las que también se enseñan técnicas de empuje.
La cita con el anestesista es obligatoria, aunque no quieras la epidural
En las semanas previas al parto, tendrás una cita con un anestesista. Esta cita es obligatoria, aunque hayas decidido no ponerte la epidural. El médico te examinará, te informará sobre el procedimiento, te prescribirá un análisis de sangre y te mostrará el equipo que se utilizará para administrar la anestesia. Esta cita es también una oportunidad para hacer preguntas y tranquilizarte sobre un procedimiento que a menudo se teme. No obstante, ten en cuenta que el anestesista que verás ese día no será necesariamente el que esté presente el día del parto.
La epidural no afecta al momento del parto ni a la salud del bebé
La duración del parto no aumentaría con la epidural. El analgésico tampoco tendría ningún impacto en la salud del bebé. Esto es lo que ha revelado un estudio estadounidense realizado por investigadores médicos de Harvard.
La investigación, publicada en Obstetrics and Gynecology, se llevó a cabo en un grupo de 400 mujeres sanas que esperaban su primer hijo. Estas futuras madres aceptaron ponerse de parto con una epidural. Sin saberlo, los investigadores siguieron administrando analgésicos a unos y a otros un placebo salino. A continuación, observaron que para las primeras el parto duró 52 minutos y para las segundas, 51. Una diferencia del 3,3% que no es estadísticamente significativa. Los resultados también mostraron que la salud del recién nacido no se vio afectada.
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