Consejos para cada etapa del parto
Fase de latencia
Esta etapa comienza cuando se sienten las primeras contracciones regulares y termina cuando el cuello uterino se dilata hasta 3 cm. Las contracciones son de baja intensidad.
Sugerencias para la Madre
- Terminar de preparar la bolsa del hospital, hacer llamadas telefónicas, etc.
- Si el trabajo de parto comienza por la noche y no sientes molestias, intenta dormir o descansar antes de que se intensifique el trabajo de parto. Si se produce durante el día, intenta relajarte entre las contracciones.
- Para conservar la energía, come snacks pequeños y fáciles de digerir.
- Bebe con regularidad (agua, caldos, zumo de frutas, polos, etc.).
- Camina para reducir las molestias, facilitar el progreso del parto y distraerte del dolor.
- También puedes darte una ducha o un baño, recibir un masaje, mecerte o practicar la respiración rítmica para reducir el dolor.
Sugerencias para la pareja o acompañante
- Quédate con tu pareja durante el trabajo de parto.
- Sal a pasear con ella, si quiere.
- Anímala a cambiar de posición.
- Juega a un juego de mesa o mira la televisión con ella para distraerla del dolor.
- Utiliza diversos medios para aumentar el confort y la tranquilidad (tacto, masaje, respiración rítmica, palabras tranquilizadoras y de ánimo, etc.)
- Aplica una compresa fría o tibia en la cara o en la frente, según su preferencia.
- Ofrécele alimentos y bebidas fáciles de digerir o trozos de hielo.
- Aplica bálsamo en sus labios.
- Ayúdale a tomar una ducha o un baño.
- Recuérdale que debe orinar a menudo.
- Lleva un registro de la duración y la frecuencia de las contracciones.
Fase activa
Esta es la segunda fase de la etapa 1, cuando el cuello uterino se dilata entre 3 y 7 cm. Las contracciones se hacen más largas, más seguidas y más dolorosas.
Sugerencias para la Madre
- Cambia de posición regularmente para reducir las molestias y facilitar el progreso del parto.
- Intenta permanecer en la misma posición durante al menos 2 contracciones para darte tiempo a adaptarte. Si sigues sintiéndote incómoda, cambia de posición.
- Elige posiciones que aumenten el efecto de la gravedad para ayudar al bebé a descender:
- Prueba a ponerte de pie con tu acompañante, a sentarte, a agacharte con una silla o a arrodillarte a cuatro patas.
- Ponte en cuclillas o siéntate en el asiento del inodoro para aumentar la apertura de la pelvis.
- No se recomienda acostarse de espaldas durante el trabajo de parto, pero si te sientes cómoda, coloca una almohada debajo de la cadera derecha para abrir la vena cava inferior y mejorar el flujo sanguíneo hacia el bebé.
- Orina con frecuencia para vaciar la vejiga.
- Bebe líquidos.
- Recibe un masaje o pide que te apliquen calor o frío en las zonas doloridas.
- Comienza a cambiar tu patrón de respiración al ritmo que te resulte más cómodo.
- Descansa entre las contracciones. Visualiza a tu bebé.
Sugerencias para la pareja o acompañante
- Sigue apoyando a tu pareja. Mantente cerca de ella y escucha sus necesidades.
- Anímala y valora su buen manejo del dolor con elogios.
- Tranquilízala con palabras reconfortantes y movimientos lentos y constantes. Dale un masaje.
- Ayúdala a cambiar de posición, a ponerse de pie o a caminar para ayudar al bebé a bajar.
- Guíala en la respiración rítmica.
- Proporciona compresas calientes o frías, según sus preferencias.
- Proporciona hielo, bebidas y comida si la situación lo permite.
- Ayúdala a tomar un baño o una ducha si es posible.
- Recuérdale que debe orinar a menudo.
- Evita criticarla o molestarla.
- No te tomes sus palabras o su comportamiento como algo personal. Puede actuar de forma diferente o estar irritable. Esto es normal.
- Estira y descansa siempre que puedas.
- Acuérdate de comer.
Fase de transición
Es la última fase de la etapa 1, durante la cual el cuello uterino se abre al máximo, hasta 10 cm, el diámetro necesario para que salga la cabeza del bebé. Esta es la fase más corta, pero más difícil.
Sugerencias para la Madre
- Adopta las posiciones y los patrones de respiración que más te convengan.
- Intenta concentrarte en una contracción cada vez.
- Intenta cerrar los ojos y respirar regularmente entre las contracciones.
Sugerencias para la pareja o acompañante
Durante esta fase de tensión, tu pareja necesitará que te concentres. Así es como puedes ayudar:
- Si no tiene ganas de hablar, pídele que te mire. De este modo, puedes confiar en sus señales no verbales para determinar sus necesidades.
- Anímala.
- Si tiene frío, ayúdale a ponerse los calcetines o envuélvela en una manta.
- Recuérdale que utilice la respiración rítmica e intenta guiarla.
- Insistir en sus preferencias a los sanitarios, si es necesario.
Etapa 2 del parto: empujar
Esta etapa comienza cuando el cuello uterino se dilata (abre) completamente. Termina cuando nace el bebé.
Dependiendo de la situación, la madre y el equipo sanitario pueden decidir empujar en cuanto surja el impulso o dejar que el bebé siga descendiendo hacia la pelvis con la fuerza de la contracción para acortar el tiempo de pujo activo.
Si te han puesto la epidural, es posible que no sientas la necesidad de empujar. Puedes esperar hasta que sientas la necesidad de hacerlo. De este modo, el bebé descenderá de forma natural sin que empujes. Cuando la madre espera hasta que siente la necesidad de empujar, se ha demostrado que:
- El empuje es más eficiente y la madre está menos cansada.
- El número de partos asistidos con fórceps o ventosa es menor.
- El riesgo de desgarros perineales es menor.
- El bebé está menos estresado y fatigado debido a una mejor oxigenación.
Sugerencias para la Madre
Dile a tu médico o matrona cuando sientas la necesidad de empujar. Si no sientes la necesidad de empujar, ellos te dirán cuándo hacerlo.
Un empuje eficaz asegura el máximo suministro de oxígeno para la mamá y el bebé y permite que el perineo se estire gradualmente.
Brajas especiales para el posparto
He aquí algunos consejos para un empuje eficaz:
- Dependiendo de la posición en la que te encuentres, escucha los consejos de la enfermera o la matrona.
- Relaja los músculos del suelo pélvico (periné).
- A menos que te digan que el bebé debe salir rápidamente, empuja al bebé hacia abajo gradualmente con 3 a 5 pequeños empujones con cada contracción. Este método favorece el estiramiento gradual de los tejidos y reduce el riesgo de desgarro. También es menos exigente para el bebé.
- Concéntrate en bajar a tu bebé. Imagina que le das a tu bebé todo el espacio posible. Esta visualización ayudará a que el bebé descienda lo máximo posible.
- Evita contener la respiración durante el empuje. No debes dejar de respirar durante más de 5 segundos.
- Empuja con un golpe gradual, como si vaciaras un globo de aire lentamente. Esta técnica tiene menos efectos adversos en el perineo. Dicho esto, a pesar de la reticencia de algunos expertos a hacerlo, hay momentos en los que aguantar la respiración puede ser útil, como cuando el bebé necesita salir más rápidamente.
- A menudo, un gruñido espiratorio acompaña al empuje. Los gruñidos son un método eficaz porque bajan el diafragma, que entonces presiona la parte superior del útero. Hay que fomentar esta vocalización natural, a diferencia de los gritos, que dispersan tu energía y te impiden empujar.
- El profesional que te acompañe podrá informarte de los efectos de tus pujos en el descenso del bebé.
- Expresa lo que sientes entre las contracciones. Los sanitarios te informarán o adaptarán sus intervenciones en función de tus necesidades.
- Descansa y relájate entre las contracciones.
Sugerencias para la pareja o acompañante
- Es posible que tu pareja necesite tu ayuda para colocarse en la posición correcta para el empuje. Apóyala si es necesario.
- Anímala y descríbele la evolución del parto. Por ejemplo: ¡Su cabeza está casi fuera!.
- En este punto, tu pareja necesita una dirección simple y clara de alguien. Asegúrate de que se sienta guiada y tranquilizada durante el pujo.
- Asegúrate de que está cómoda entre las contracciones colocando una almohada entre las piernas si es necesario, haciéndole beber agua, etc.
- Favorece sus preferencias según sea necesario.
¿Cuándo ir al hospital?
Debes ir urgentemente a un centro hospitalario, si aparece sangrado por la vagina o si rompes aguas con presencia de sangre (el líquido en vez de ser transparente tiene hilos de sangre oscuros). En estas dos situaciones, sobre todo en la primera, ya que puede ser un desprendimiento de placenta. También, si tienes un historial de partos prematuros no debes esperar a última hora.
Si no tienes complicaciones y tu embarazo a transcurrido con normalidad es momento de ir al hospital cuando:
- Se tienen contracciones rítmicas, involuntarias y progresivamente más intensas, con una frecuencia entre cada una de 5 a 10 minutos. Estas contracciones no ceden con el reposo.
- Si se rompe la bolsa de las aguas.
En cualquiera de estas situaciones se debe acudir al hospital, tanto si se va a parir por primera vez como si ya se ha hecho más veces.
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