Depresión infantil
La depresión infantil es diferente a un niño de mal humor que a veces parece estar triste o molesto. Los niños, como los adultos, tienen momentos en que se sienten tristes. Las fluctuaciones emocionales son normales.
Pero si esos sentimientos y comportamientos duran más de dos semanas, pueden ser un signo de un trastorno afectivo como la depresión.
La depresión no es una enfermedad solo para adultos. Los niños y adolescentes también desarrollan depresión. Los niños pueden no ser diagnosticados y no recibir tratamiento porque los padres y cuidadores pueden tener dificultades para reconocer los signos del trastorno.
La tristeza y los síntomas persistentes de la depresión pueden interferir con la vida diaria, interrumpiendo las actividades escolares y sociales.
La depresión infantil es un problema de salud mental grave, pero es tratable. Sigue leyendo para obtener más información sobre los signos, síntomas, causas y riesgos asociados con la depresión infantil.
¿Cómo se ve la depresión en un niño?
Los niños con depresión a menudo experimentan muchos de los mismos síntomas de depresión que los adolescentes y adultos. Sin embargo, los niños pueden tener dificultades para expresar estos sentimientos debido a su vocabulario emocional limitado.
Síntomas de la depresión infantil:
- Tristeza o mal humor.
- Sentimientos de desesperanza.
- Sentimientos de inutilidad.
- Sentimientos de culpa ira o irritabilidad.
- Llorar.
- Energía baja.
- Dificultad para concentrarse.
- Pensamientos de suicidio.
Los niños con depresión pueden no experimentar todos estos síntomas. Algunos pueden ser más prominentes que otros.
Señales de advertencia de que un niño puede tener depresión
Las señales de advertencia de la depresión son emociones o cambios que los padres y cuidadores pueden ver por sí mismos.
Es posible que los niños no estén seguros de cómo expresar sus sentimientos o que no estén dispuestos a hacerlo. Estas señales de advertencia pueden ocurrir en niños con depresión:
- Irritabilidad o enojo.
- Cambios en el comportamiento y el temperamento.
- Aumento o disminución del apetito.
- Aumento o disminución del sueño.
- Arrebatos emocionales o vocales.
- Expresión frecuente de enfermedades físicas, como dolores de cabeza o de estómago.
- Concentración reducida.
- Desafío.
- Disminución del rendimiento en la escuela.
- Expresar pensamiento negativo (comentarios autocríticos o quejarse).
- Hablar de la muerte.
Riesgo de suicidio
La depresión infantil puede causar pensamientos de suicidio, incluso comportamiento suicida. De hecho, el suicidio es la tercera causa de muerte en niños de 5 a 14 años.
Si a tu hijo le han diagnosticado depresión o sospechas que puede estar deprimido, es importante que lo observes para detectar señales de advertencia y buscar ayuda.
Señales de advertencia de riesgo de suicidio:
- Síntomas múltiples de depresión.
- Aislamiento social.
- Mayor comportamiento problemático.
- Hablar de suicidio, muerte o de morir.
- Hablar de desesperanza o de sentirse desamparado.
- Accidentes frecuentes.
- Uso de sustancias.
- Interés en las armas.
¿Qué causa la depresión infantil?
La depresión infantil puede ser el resultado de una combinación de factores. Es posible que estos factores de riesgo por sí solos no den cuenta del trastorno del estado de ánimo, pero pueden jugar un papel.
Estos factores de riesgo aumentan las posibilidades de un niño de desarrollar depresión:
- Salud física. Los niños con afecciones médicas crónicas o graves tienen más probabilidades de estar deprimidos. Esto incluye la obesidad.
- Acontecimientos estresantes. Los cambios en el hogar, en la escuela o con amigos pueden aumentar el riesgo de que un niño presente síntomas depresivos.
- Ambiente. Una vida familiar caótica o estresante puede poner a un niño en mayor riesgo de sufrir un trastorno del estado de ánimo como la depresión.
- Historia familiar. Los niños que tienen familiares con trastornos del estado de ánimo o depresión pueden tener más probabilidades de desarrollar depresión a una edad temprana.
- Desequilibrios bioquímicos. Los niveles desiguales de ciertas hormonas y sustancias químicas pueden afectar la forma en que funciona el cerebro. Esto puede aumentar el riesgo de depresión.
Riesgos de la depresión infantil
La depresión infantil es una condición grave, pero es tratable. Sin embargo, si no se trata, los niños pueden experimentar consecuencias durante muchos años.
Estas complicaciones incluyen:
- Pensamientos o comportamientos suicidas.
- Empeoramiento de los síntomas.
- Mayor riesgo de desarrollar depresión que empeora o se prolonga más tarde.
- Episodios depresivos severos.
- Otros trastornos del humor.
Cómo ayudar a un niño que tiene depresión
El tratamiento para niños con depresión implica terapia y medicamentos recetados. Algunos niños pueden beneficiarse de uno de estos, mientras que otros pueden usar una combinación.
Estos no son tratamientos de por vida. El médico de tu hijo le recetará un plan de tratamiento y decidirá cuándo es apropiado que tu hijo deje de usarlo.
El plan de tratamiento para la depresión infantil a menudo depende de la gravedad de los síntomas. La buena noticia es que la atención adecuada puede ayudar a tu hijo a encontrar alivio de sus síntomas.
Si a un niño se le diagnostica depresión, la primera línea de tratamiento suele ser la psicoterapia. Este tipo de terapia puede abordar los factores emocionales y de la vida que aumentan el riesgo de depresión de un niño, como el ambiente y los eventos estresantes.
La terapia cognitiva conductual (TCC) se usa comúnmente para tratar la depresión. Este tipo de terapia consiste en hablar sobre emociones y experiencias, analizar áreas en busca de cambios y encontrar formas proactivas para hacer esos cambios.
Para los niños pequeños, la terapia de conversación tradicional puede no ser tan efectiva debido a su vocabulario limitado. La terapia de juego, que utiliza juguetes y entretenimiento, puede ayudar a los niños a aprender a reforzar sus sentimientos y experiencias. La terapia artística, que utiliza pintura, dibujo y otras técnicas artísticas, es un tipo de terapia expresiva que también puede ayudar a los niños a enfrentar los síntomas de la depresión.
Cómo encontrar ayuda para un niño con depresión
El tratamiento de la depresión infantil comienza con la búsqueda del profesional adecuado y el tipo de tratamiento adecuado.
Estos pasos pueden ayudar:
- Habla con tu hijo. Si bien puede ser difícil, intenta conversar con tu hijo sobre lo que está sintiendo y experimentando. Algunos niños se abrirán. Esto ayudará a entender lo que está sucediendo.
- Tomar notas. Si tu hijo no habla contigo, lleva un diario de los cambios y signos observables. Esto puede ayudar a un médico a ver las tendencias de comportamiento.
- Habla con el pediatra. El médico de tu hijo primero querrá descartar problemas físicos que podrían explicar los síntomas. Esto puede requerir una serie de análisis de sangre y un examen físico.
- Encuentra un especialista. Si el pediatra de tu hijo cree que el problema es un trastorno del estado de ánimo como la depresión, pueden recomendarlo a un especialista, como un psicólogo o psiquiatra. Estos médicos están capacitados para reconocer y tratar la depresión infantil.
Preguntas para el terapeuta de tu hijo
Cuando te reúnas con el especialista de tu hijo, estas preguntas pueden ayudar a comenzar una conversación.
- ¿Qué es normal y qué no? Puede revisar las señales que has visto para comprender si estas pueden ser problemáticas o normales.
- ¿Cómo diagnosticará a mi hijo? Pregunta sobre el proceso y lo que se necesita de ti y tu hijo.
- ¿Cuáles son los posibles tratamientos? Esto te permitirá comprender el enfoque del tratamiento del médico. Por ejemplo, puedes decidir que quieres un médico que intenta la terapia antes de la medicación.
- ¿Cuál es mi papel? Como padres, es normal preocuparse por la salud física y emocional del niño. Pregúntale al médico qué necesita de ti en este proceso. Algunos padres recibirán terapia individual para ayudarles a aprender cómo interactuar con sus hijos de una manera diferente.
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