El TDAH no se puede curar, pero se puede manejar; es decir, se pueden controlar sus síntomas eficazmente.
El médico del niño trabajará con usted para desarrollar un programa de tratamiento individualizado y a largo plazo. Su meta consistirá en ayudar al niño para que aprenda a controlar su comportamiento y ayudar a la familia a crear una atmósfera que facilite conseguir esa meta.
En la mayoría de los casos, la mejor forma de tratar un TDAH es mediante una combinación de medicación y tratamiento conductual. Cualquier buen programa de tratamiento requerirá un atento seguimiento y supervisión por parte del médico, que podrá ir haciendo adaptaciones o ajustes a largo del tiempo. Puesto que es importante que los padres participen de forma activa en el programa de su hijo, la formación de los padres también se considera parte fundamental del manejo del TDAH.
Tratamiento conductual
Las investigaciones han demostrado que los medicamentos para tratar el comportamiento impulsivo y las dificultades de atención son más eficaces cuando se combinan con tratamiento conductual.
Algunos ejemplos de estrategias conductuales que pueden ayudar a su hijo en el caso de que padezca un TDAH:
- Créele una rutina. Intente seguir un horario de actividades día tras día, desde la hora de despertase hasta la de acostarse. Cuelgue el horario en un lugar claramente visible para que su hijo pueda ver qué es lo que se espera de él a lo largo del día, cuándo es el momento de hacer los deberes, de jugar y de realizar otras tareas.
- Organícese. Coloque la mochila del colegio, la ropa, los libros y los juguetes de su hijo en el mismo lugar todos los días para que su hijo sea menos propenso a perderlos.
- Evite las distracciones. Apague el televisor, la radio y los juegos de ordenador, sobre todo mientras su hijo haga los deberes.
- Limítele las opciones. Ofrezca a su hijo la posibilidad de escoger entre dos objetos (piezas de ropa, comidas, juguetes) para que no se sienta agobiado o saturado ante tantas posibilidades.
- Modifique la forma de relacionarse con su hijo. En vez de utilizar largas explicaciones e indirectas, utilice instrucciones claras y concisas para recordarle sus responsabilidades.
- Utilice metas y recompensas. Utilice una planilla o tabla de registro para enumerar las metas de su hijo y registrar sus conductas positivas, y luego recompense a su hijo por sus esfuerzos. Asegúrese de que las metas sean realistas (es mejor pensar en pasitos pequeños que en grandes éxitos del día a la mañana).
- Ejerza disciplina de una forma eficaz. En lugar de gritar o pegarle a su hijo, utilice la estrategia de la "pausa obligada" o de la retirada de privilegios ante comportamientos inapropiados. Es posible que, con los niños pequeños, baste con distraerlos o ignorarlos durante un rato hasta que se porten mejor.
- Ayude a su hijo a descubrir sus puntos fuertes. Todos los niños necesitan experimentar el éxito para sentirse bien consigo mismos. Si se fija qué cosas se le dan bien a su hijo, se trate del deporte, alguna habilidad artística o la música, y se las permite practicar, podrá favorecer sus habilidades sociales y elevar su autoestima.
El TDAH en el aula
Aparte de utilizar rutinas y de seguir un sistema claro de recompensas, he aquí algunas tácticas más que usted puede compartir con los profesores de su hijo para favorecer el éxito en el aula:
- Reducir las distracciones mientras el niño está en clase. Puede ser tan sencillo como sentar al niño cerca del profesor, en vez de cerca de la ventana.
- Utilizar una carpeta donde figuren los deberes del niño para favorecer la comunicación entre padres y profesores. El profesor puede incluir los deberes, así como comentarios sobre los avances del niño y usted puede revisar la carpeta para asegurarse de que su hijo completa las tareas a tiempo.
- Dividir las tareas en porciones más reducidas. Es adecuado dar instrucciones claras y breves y dividir las tareas largas en fragmentos reducidos y manejables.
- Dar refuerzo positivo. Esté siempre pendiente de los comportamientos adecuados de su hijo y refuércelos de forma inmediata. Pida al profesor de su hijo que lo elogie cuando permanezca un buen rato sentado, hable sin levantar la voz o espere su turno, en vez de criticarlo cuando no lo haga.
- Enseñar buenos hábitos de estudio. Subrayar textos, tomar apuntes y leer en voz alta son tareas que pueden ayudar a su hijo a mantener la concentración y a retener la información.
- Supervisar al niño. Asegúrese de que su hijo va y vuelve de la escuela con los libros y materiales necesarios para estudiar y/o hacer los deberes. A veces se pide a los niños con TDAH que formen pareja con un compañero aplicado que les ayudará a orientarse en las tareas académicas.
- Ser sensible a los aspectos relacionados con la autoestima del niño. Pida a los profesores de su hijo que le proporcionen retroalimentación en privado y que eviten pedirle que haga ejercicios o tareas en público que le podrían resultar demasiado difíciles.
- Involucrar al orientador o psicólogo escolar. Este podría diseñar programas de comportamiento para abordar problemas específicos en el aula.
Ayudar a su hijo
Usted será el mejor defensor de su hijo si cultiva buenas relaciones con todas las personas involucradas en su tratamiento, incluyendo sus profesores, médicos, terapeutas y otros miembros de la familia. Si aprovecha todo el apoyo y recursos educativos disponibles, ayudará a su hijo a orientarse hacia el éxito.
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