La prolactina es una hormona segregada por la hipófisis y está presente tanto en hombres como en mujeres. No obstante, su nivel puede variar en función de factores fisiológicos o patológicos. ¿Cuál es la función de la prolactina? ¿Cuál es el nivel normal de prolactina? ¿Cuándo es demasiado alto? Te lo contamos.
Tanto en los hombres como en las mujeres, la prolactina está presente, generalmente en pequeñas cantidades. Aparte del embarazo, que es un factor fisiológico, la producción excesiva puede tener causas patológicas. Esta hormona, que tiene múltiples funciones, es segregada por la hipófisis anterior, una glándula endocrina situada en la base del cerebro.
Interviene en diversos ámbitos como la lactancia, la reproducción, el crecimiento y la inmunidad. En cuanto a la secreción de leche, la prolactina participa principalmente en el inicio y el mantenimiento de la lactancia después del parto.
¿Cuál es el nivel normal de prolactina?
Los valores de referencia de los niveles de prolactina pueden variar en función del sexo, la edad de la mujer embarazada y el laboratorio en el que se realice la prueba. En general, el nivel normal es de 5 a 20 ng/mL, y puede alcanzar los 250 ng/mL al final del embarazo. Las cifras también pueden variar, pero generalmente se sitúan entre 1 y 15 nanogramos/mL después de la menopausia.
Con la unidad mili-internacional (mIU/l), los valores de referencia son 100-500 mIU/l en mujeres y 85-325 mIU/l en hombres. Tras obtener los resultados, a veces se repite la prueba en otro laboratorio.
Prolactina elevada: Causas y factores
Cuando los niveles de prolactina son elevados, se denomina hiperprolactinemia y hay varias causas posibles. Fuera del embarazo, la hiperprolactinemia se define como un nivel superior a 25ng/mL en las mujeres y 15ng/mL en los hombres. Este aumento de la prolactina es más frecuente en las mujeres (aproximadamente 1 de cada 1000 mujeres), y más raro en los hombres (aproximadamente 1 de cada 5000 hombres).
Puede deberse a:
Diversas enfermedades, como hipoglucemia, hipo o hipertiroidismo, anorexia nerviosa o insuficiencia renal y hepática. Sin embargo, la principal causa de la hiperprolactinemia es el adenoma de prolactina, un tumor hipofisario. Este tumor se desarrolla más en las mujeres y provoca niveles elevados de prolactina en relación con su tamaño y el número de células secretoras.
Generalmente es benigno, pero puede comprimir el nervio óptico, causar dolores de cabeza y trastornos visuales y afectar a la secreción de otras hormonas hipofisarias. Estos adenomas se tratan principalmente con fármacos que actúan sobre la dopamina (bromocriptina o cabergolina). Si el tumor no responde al tratamiento o si adquiere un tamaño excesivo, es necesario operar.
En los hombres, un adenoma de prolactina suele ir acompañado de un nivel bajo de testosterona, ginecomastia e impotencia. En el caso de las mujeres, puede causar infertilidad, irregularidades menstruales y disminución de la libido.
- Ciertos medicamentos: neurolépticos, antidepresivos (tricíclicos e IMAO), analgésicos, ansiolíticos, antihipertensivos, antiepilépticos, antimigrañosos, hipnóticos, antiulcerosos, antiparkinsonianos, antitusígenos, sustitutos (metadona, subutex), metoclopramida, domperidona, estrógenos, morfinas, verapamilo y metildopa.
- Síndrome de Chiari-Frommel (amenorrea persistente y galactorrea tras el parto). Si no se trata, puede convertirse en un adenoma en el 10% de los casos.
- Trastornos endocrinos: acromegalia, hipotiroidismo primario, síndrome de Cushing, lesión hipotalámica.
- Ejercicio físico excesivo o un episodio de estrés.
- Insuficiencia renal o hepática significativa (cirrosis).
- Distrofia ovárica.
- Anorexia nerviosa.
- Cáncer de hipófisis (carcinoma hipofisario), pero es muy raro.
Prolactina y lactancia
Durante el embarazo y la lactancia, el nivel de prolactina en la sangre de la mujer aumenta. Esta hormona también es responsable del desarrollo de las mamas y será esencial para la estimulación de la lactancia después del parto.
Por lo tanto, los niveles de prolactina aumentarán en las semanas siguientes al nacimiento del niño si la mujer está amamantando, ya que la lactancia estimulará la glándula pituitaria para que segregue prolactina. Se mantendrá alta mientras la mujer esté amamantando. Mientras esté alimentando a su bebé, la hormona bloqueará la ovulación.
Si la mujer no da el pecho, su nivel de prolactina volverá a la normalidad con bastante rapidez.
¿Por qué se prescribe una prueba de prolactina?
El análisis de prolactina es una prueba que se prescribe habitualmente. El médico puede ordenarlo cuando sospecha que el nivel es demasiado alto (hiperprolactinemia). En algunos casos raros, una disminución (hipoprolactinemia). Hay varias señales que hay que tener en cuenta:
- En las mujeres: alteraciones del ciclo menstrual, en caso de amenorrea, infertilidad, ausencia de producción de leche, galactorrea (producción de leche de las glándulas mamarias después del parto), alteraciones visuales asociadas a dolores de cabeza.
- En los hombres: en caso de infertilidad, disfunción eréctil, pérdida de la libido, hipogonadismo (pérdida de la función testicular), ginecomastia (desarrollo de las mamas).
En el caso de ciertos adenomas, también puede ser útil una prueba de prolactina, especialmente en el caso de los adenomas de prolactina (tumores benignos de la hipófisis). Esto permitirá controlar el crecimiento del tumor y su respuesta al tratamiento.
Se pueden prescribir pruebas periódicas para evaluar la tasa de secreción de prolactina, pero también la producción de dopamina, la hormona responsable de controlar la producción de prolactina.
¿Cómo se mide la prolactina?
La prolactina se analiza tomando una muestra de sangre por la mañana y en ayunas. Se introduce un catéter (sistema de toma de muestras) y la persona tomada debe permanecer tumbada durante 20 minutos. En el caso de las mujeres, la sangre debe extraerse al principio del ciclo.
Si la mujer está embarazada, se le pedirá que indique el número de semanas de amenorrea. Si no está embarazada: la fecha de su última menstruación y su edad.
Es aconsejable evitar el estrés y el ejercicio físico excesivo antes de la prueba para no distorsionar los resultados.
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