¿Qué es un ictus?
Un ictus, o "ataque cerebral", se produce cuando falla la circulación sanguínea en el cerebro. Las células cerebrales pueden morir por la disminución del flujo sanguíneo y la consiguiente falta de oxígeno. Hay dos grandes categorías de ictus: los causados por una obstrucción del flujo sanguíneo y los causados por una hemorragia en el cerebro. La obstrucción de un vaso sanguíneo en el cerebro o en el cuello, denominada ictus isquémico, es la causa más frecuente de ictus y es responsable de alrededor del 80% de los mismos. Estas obstrucciones se derivan de tres condiciones: la formación de un coágulo dentro de un vaso sanguíneo del cerebro o del cuello, denominada trombosis; el desplazamiento de un coágulo desde otra parte del cuerpo, como el corazón, al cerebro, denominado embolia; o un estrechamiento grave de una arteria en el cerebro o que conduce a él, denominado estenosis. El sangrado en el cerebro o en los espacios que lo rodean provoca el segundo tipo de ictus, llamado ictus hemorrágico.
Hay dos medidas clave que pueden reducir el riesgo de muerte o discapacidad por ictus: controlar los factores de riesgo del ictus y conocer los signos de advertencia del mismo.
¿Qué se puede hacer para prevenir un ictus?
La edad nos hace más susceptibles de sufrir un ictus, al igual que tener una madre, un padre u otro pariente cercano que haya sufrido un ictus.
No se pueden invertir los años ni cambiar los antecedentes familiares, pero hay muchos otros factores de riesgo de ictus que se pueden controlar, siempre que se conozcan. El conocimiento es poder. Si sabes que un factor de riesgo concreto está saboteando tu salud y predisponiéndote a un mayor riesgo de ictus, puedes tomar medidas para aliviar los efectos de ese riesgo.
Reducir la presión arterial
La hipertensión arterial es un factor enorme, que duplica o incluso cuadruplica el riesgo de sufrir un ictus si no se controla. La tensión arterial alta es el factor que más contribuye al riesgo de ictus tanto en hombres como en mujeres. Controlar la presión arterial y, si es elevada, tratarla, es probablemente la mayor diferencia que la gente puede hacer para su salud vascular.
Tu objetivo: Un objetivo ideal es mantener una presión arterial inferior a 120/80. Para algunos, un objetivo menos agresivo (como no superar los 140/90) puede ser más apropiado.
Cómo conseguirlo:
- Reduce la sal de tu dieta a no más de 1.500 miligramos al día (aproximadamente media cucharadita).
- Evita los ultra procesados y alimentos con grasas de mala calidad.
- Come fruta y verdura a diario, una ración de pescado dos o tres veces por semana y varias raciones diarias de cereales integrales.
- Haz más ejercicio: al menos 30 minutos de actividad al día, y más, si es posible.
- Deja de fumar, si es que fumas.
Adelgazar
La obesidad, así como las complicaciones asociadas a ella (como la hipertensión y la diabetes), aumenta las probabilidades de sufrir un ictus. Si tienes sobrepeso, perder tan sólo 5 kilos puede tener un impacto real en el riesgo de sufrir un ictus.
Tu objetivo: Aunque el índice de masa corporal (IMC) ideal es de 25 o menos, puede que eso no sea realista para ti. Habla con tu médico para crear una estrategia personal de pérdida de peso.
Cómo conseguirlo:
Intenta no comer más de 1.500 a 2.000 calorías al día (según tu nivel de actividad y tu IMC actual).
Aumenta la cantidad de ejercicio que haces con actividades como caminar, jugar al golf o al tenis, y haciendo que la actividad forme parte de cada día.
Hacer más ejercicio
El ejercicio contribuye a la pérdida de peso y a la reducción de la presión arterial, pero también es un reductor independiente de los accidentes cerebrovasculares.
Cómo conseguirlo:
- Da un paseo por tu barrio todas las mañanas después del desayuno.
- Crea un club de fitness con amigos.
- Cuando hagas ejercicio, alcanza un nivel en el que respires con dificultad, pero puedas seguir hablando.
- Sube por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor siempre que puedas.
- Si no tienes 30 minutos seguidos para hacer ejercicio, divídelo en sesiones de 10 a 15 minutos varias veces al día.
Si bebes, hazlo con moderación
Tomar alcohol con frecuencia aumenta el riesgo de sufrir un ictus.
Tu objetivo: no beber alcohol o hacerlo esporádicamente.
Tratar la fibrilación auricular
La fibrilación auricular es una forma de latido irregular que provoca la formación de coágulos en el corazón. Esos coágulos pueden llegar al cerebro y producir un ictus. La fibrilación auricular conlleva un riesgo casi cinco veces mayor de sufrir un ictus, por lo que debe tomarse en serio.
Tu objetivo: Si tienes fibrilación auricular, trátala.
Cómo conseguirlo:
- Si tiene síntomas como palpitaciones o falta de aire, acude a tu médico para que te examine.
- Es posible que tengas que tomar un medicamento anticoagulante (diluyente de la sangre), como uno de los fármacos anticoagulantes de acción directa, para reducir el riesgo de ictus por fibrilación auricular.
Tratar la diabetes
Tener un nivel alto de azúcar en la sangre daña los vasos sanguíneos con el tiempo, lo que hace más probable que se formen coágulos en su interior.
Tu objetivo: Mantener el azúcar en sangre bajo control.
Cómo conseguirlo:
- Controlar el nivel de azúcar en sangre según las indicaciones de tu médico.
- Utilizar la dieta, el ejercicio y los medicamentos para mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de los límites recomendados.
Dejar de fumar
Fumar acelera la formación de coágulos de varias maneras. Espesa la sangre y aumenta la cantidad de placa acumulada en las arterias. Junto con una dieta saludable y el ejercicio regular, dejar de fumar es uno de los cambios de estilo de vida más potentes que le ayudarán a reducir significativamente el riesgo de ictus.
Tu objetivo: Dejar de fumar.
Cómo conseguirlo:
- Pide consejo a tu médico sobre la forma más adecuada de dejar de fumar.
- Utiliza ayudas para dejar de fumar, como pastillas o parches de nicotina, asesoramiento o medicamentos.
- No te des por vencido. La mayoría de los fumadores necesitan varios intentos para dejar de fumar. Considere cada intento como un paso más hacia la superación del hábito.
Identificar un ictus - ¿Cuáles son los signos de advertencia de un ictus?
Demasiadas personas ignoran los signos de un ictus porque se preguntan si sus síntomas son reales. No esperes si tienes algún síntoma inusual. Escucha a tu cuerpo y confía en tus instintos. Si algo está mal, busca ayuda profesional de inmediato.
Los signos de un ictus incluyen:
Los signos de advertencia son pistas que envía el cuerpo de que el cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno. Si observas uno o varios de estos signos de un ictus o "ataque cerebral", no esperes, acude a urgencias o llama al 112 inmediatamente.
- Adormecimiento o debilidad repentinos de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
- Confusión repentina, o problemas para hablar o entender el lenguaje
- Problemas repentinos de visión en uno o ambos ojos.
- Problemas repentinos para caminar, mareos o pérdida de equilibrio o coordinación.
- Dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida.
Otros signos de peligro que pueden aparecer son la visión doble, la somnolencia y las náuseas o vómitos. A veces los signos de peligro pueden durar sólo unos instantes y luego desaparecer. Estos breves episodios, conocidos como ataques isquémicos transitorios o AIT, se denominan a veces "mini accidentes cerebrovasculares". Aunque son breves, identifican una afección grave subyacente que no desaparece sin ayuda médica. Por desgracia, como desaparecen, mucha gente los ignora. No lo hagas. Prestarles atención puede salvarte la vida.
⚠ Cómo reconocer los síntomas del ictus ⚠
Caída de la cara
¿Un lado de la cara está caído o está adormecido? Pide a la persona que sonría.
Debilidad del brazo
¿Tienesun brazo débil o entumecido? Pide a la persona que levante ambos brazos. ¿Un brazo se desplaza hacia abajo?
Dificultad para hablar
¿Tiene dificultades para hablar, es incapaz de hablar, o es difícil de entender? Pídele a la persona que repita una frase sencilla, como "el cielo es azul". ¿Está repitiendo la frase correctamente?
Hora de llamar al 112
Si la persona muestra cualquiera de estos síntomas, incluso si los síntomas desaparecen llama al 112 o llévala a urgencias inmediatamente.
