12 millones de españoles sufren malas digestiones de manera habitual debido sobre todo a malos hábitos. Fuente: SEFAC y Semergen.
En el aparato digestivo, especialmente en el estómago, se refleja todo, el estrés, los excesos, los malos hábitos, fármacos, virus, etc.
El aparato digestivo es un órgano muy complejo, empezando por la boca, que es donde realmente empieza la digestión, por eso es muy importante comer despacio y masticar bien los alimentos. Después de la boca, está el esófago, que comunica la boca con el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso (colon).
Los gases se empiezan a acumular en la parte inferior izquierda del colon y si no son expulsados van progresando por toda la zona hasta llegar a una válvula (parte inferior derecha) que evita que esos gases entren de nuevo en el intestino delgado, es aquí cuando más los notamos. Es decir los gases pasan del delgado al grueso, pero al revés no.
El intestino delgado es más importante que el grueso, ya que del grueso podemos prescindir, es decir, en una enfermedad grave o patología importante se puede quitar todo el colon a un paciente y puede hacer una vida prácticamente normal. En cambio, del intestino delgado se puede quitar una parte, pero entero no, porque es donde se produce la absorción de los nutrientes.
Las vellosidades del intestino son las que absorben los nutrientes, si no están en buen estado no podrán cumplir esta función. Hay enfermedades que pueden dañar esas vellosidades, por ejemplo, la celiaquía y por supuesto los malos hábitos, excesos de grasa, de alcohol, etc. Con la edad también van perdiendo su capacidad de absorber.
A través de un test se puede saber si tienes problemas digestivos adquiridos genéticamente.
Un test genético consiste en analizar las células y ver si determinados genes están alterados o no y así ver que predisposición se tiene para algunas enfermedades.
Toda la patología que tiene que ver con el ácido se origina en el estómago, ya que es el único sitio del cuerpo donde se segrega ácido.
El ácido que segrega el estomago es muy fuerte y este órgano está preparado para tener ese ácido ahí, por eso cuando sale de él hacia el esófago notamos ardor o quemazón.
Todo el sistema nervioso afecta mucho al sistema digestivo, por eso, en periodos de estrés o nervios, podemos notar que aparecen o se agravan patologías como la acidez, el estreñimiento, la pesadez de estómago, etc.
El cardias es una válvula/músculo que está entre el estómago y el esófago y que impide el reflujo de los alimentos ingeridos, si ese mecanismo funciona mal, tendremos reflujo o acidez. También cuando el estómago se vacía muy despacio.
Alimentos que favorecen la acidez
El reflujo puede estar causado por sustancias como cítricos (en caso de tomarlos que sea con el estómago lleno), grasa animal, quesos grasos, ajo, cebolla, chocolate, cafeína, bebidas con gas, alcohol. Evita abusar de estos alimentos y sí tomar una dieta emoliente. Es recomendable que introduzcas en tus comidas la menta, en infusión, trituradas...
Para el reflujo nocturno se recomienda elevar la cabecera de la cama un poco.
