El exceso de peso y la diabetes pueden traernos problemas con los ojos.
La diabetes es una enfermedad cada día más frecuente que afecta a multitud de órganos en el cuerpo entre ellos la retina, esto se puede prevenir haciendo revisiones periódicas y controlando la glucosa. Es recomendable que los pacientes con glucosa visiten al oftalmólogo al menos una vez al año. Hay que tener en cuenta que muchas veces el ojo está dañado por dentro, pero no se percibe visualmente y cuando la ceguera llega puede ser demasiado tarde, por eso hay que revisarse la vista siempre y cuando el médico lo diga.
Algunos datos:
- La primera causa de ceguera es la retinopatía diabética con pacientes en edad inferior a 40 años.
- El 90% de los casos se pueden prevenir.
- 4 de cada 10 personas nunca se han revisado.
Personas con mayor riesgo:
- Glucosa en ayunas entre 100 y 124
- Cintura mujer más de 88 cm.
- Cintura hombre más de 94 cm.
- Antecedentes de familiares diabéticos
En la consulta, el oftalmólogo dilata las pupilas para explorar la parte anterior del ojo y ver si hay lesiones en el iris y la parte de atrás para ver si hay alguna lesión en la retina. La causa más frecuente de pérdida de visión en un paciente diabético es el edema macular. (la macula es la zona central de la retina).
Ante un edema macular hoy en día la primera opción de tratamiento son las inyecciones intraoculares con fármacos y tratamiento con laser. La Vitrectomía es una técnica mediante la que se extrae el humor vítreo para tratar enfermedades oculares.
El exceso de glucosa puede generar cataratas, la subida de azúcar en sangre provoca unos cambios y la formación de un alcohol dentro del ojo que hace que la catarata avance, lo que hace que muchos pacientes diabéticos tengan cataratas en edades tempranas.
Mucho cuidado también con la tensión del ojo, que tampoco muestra síntomas, por eso las revisiones son fundamentales. Si la tensión del ojo está por encima de 20 el oculista manda unas gotas, que deben usarse tal y como las mande el médico. Estas gotas evitan que se formen mucho humor acuoso así la presión del ojo no está tan alta y baja la tensión ocular.
Todas las personas que tienen tensión ocular alta no tienen glaucoma. En cambio, el glaucoma si provoca una tensión alta.
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