Grande para la edad gestacional es un término que utilizan los médicos para describir a los fetos y recién nacidos que superan el tamaño medio para su edad gestacional. También conocida como macrosomía (que significa cuerpo grande), la edad gestacional se define y diagnostica comparando el peso del bebé con una tabla de crecimiento fetal estándar, que muestra el intervalo de pesos de los bebés a distintas edades gestacionales. Si el peso de un bebé supera el percentil 90 de la tabla, se clasifica como un bebé de talla grande. Hay varias razones para que esto ocurra, entre ellas causas genéticas y la obesidad materna, pero la diabetes mellitus materna es la razón más común. Puede tratarse de diabetes pregestacional (diabetes que ya estaba presente, incluso antes del embarazo) o gestacional (diabetes que se manifiesta sólo durante el embarazo y remite cuando éste termina). Estos bebés corren riesgo de complicaciones durante el parto y después de nacer, por lo que es importante que las embarazadas diabéticas se sometan a un cribado adecuado.
Las mujeres con diabetes pregestacional mal controlada corren un mayor riesgo de tener no sólo un bebé de gran tamaño, sino también un bebé con otras anomalías congénitas, como cardiopatías congénitas y defectos del tubo neural. Por tanto, si eres diabética, es importante que recibas asesoramiento sobre un control glucémico estricto antes de quedarte embarazada y que tomes una dosis elevada de ácido fólico antes de la concepción para reducir el riesgo de defectos del tubo neural. También deberías someterte a pruebas de detección y ecografías al principio del embarazo para evaluar si el feto presenta anomalías congénitas.
Tanto la diabetes gestacional como la pregestacional elevan el riesgo de complicaciones neonatales, sobre todo la distocia de hombros y la hipoglucemia neonatal.
La hiperinsulinemia en estos bebés también aumenta el riesgo de insuficiencia respiratoria neonatal. Esto se debe a que la hiperinsulinemia suprime la liberación de corticosteroides, que estimulan ciertas células de los pulmones para que liberen una sustancia jabonosa llamada surfactante, necesaria para que los alvéolos (sacos de aire) se expandan fácilmente cuando el bebé inhala. Cuando la cantidad y la calidad del surfactante no están preparadas para sostener los pulmones del neonato, éste puede desarrollar el síndrome de distrés respiratorio neonatal. Sin embargo, si se conoce la existencia de macrosomía fetal durante el embarazo, los médicos pueden administrar corticoesteroides a la madre para que los pulmones del feto maduren antes del parto.
Los bebés con sobrepeso también suelen presentar policitemia, lo que significa que su volumen de glóbulos rojos es mayor que el de un recién nacido de tamaño normal. No se sabe muy bien por qué ocurre esto, pero se cree que se debe a un aumento de los niveles de eritropoyetina que estimula la producción de glóbulos rojos. Una consecuencia de la policitemia en estos bebés es la hiperbilirrubinemia o ictericia. Esto ocurre cuando hay un exceso de bilirrubina en el torrente sanguíneo, lo que hace que la piel y la esclerótica del bebé adquieran un aspecto amarillo. La causa más frecuente de ictericia es el aumento de la degradación de los glóbulos rojos, que libera más bilirrubina en el torrente sanguíneo. Es importante identificar y tratar la ictericia en todos los recién nacidos, porque el exceso de bilirrubina puede causar daños cerebrales.
En las madres con diabetes gestacional es importante centrarse en un control glucémico estricto mediante modificaciones del estilo de vida, como mantener una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad. Si estas medidas no bastan para lograr un control glucémico adecuado, puede ser necesaria la administración regular de insulina. Las embarazadas con cualquier tipo de diabetes también son objeto de un estrecho seguimiento para detectar complicaciones tanto maternas como fetales, y deben someterse a ecografías frecuentes a partir de la semana 28 de embarazo para controlar el crecimiento fetal y el volumen de líquido amniótico. Es importante identificar si el feto es pequeño o grande para la edad gestacional a fin de orientar el plan de tratamiento del recién nacido durante el parto y después del nacimiento.
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