Durante el embarazo, cada movimiento puede ser motivo de preocupación para una mamá embarazada. Esto se debe a que creemos que el feto y nuestro cuerpo son mucho más débiles de lo que realmente son. Para que tu bebé se vea perjudicado por una caída, primero tendrías que hacerte un daño importante. Un pequeño resbalón o un golpe contra algo no suele dañar al bebé
Conceptos erróneos sobre las caídas durante el embarazo
Las caídas siempre pueden parecer más temibles de lo que son. Aquí tienes algunas ideas erróneas sobre lo que te puede hacer una caída durante el embarazo.
Todas las caídas pueden perjudicar el desarrollo mental de tu bebé
Que tu bebé tenga un problema mental o de aprendizaje puede tener numerosas causas. Ninguna investigación significativa apunta a una relación directa entre las caídas durante el embarazo y el desarrollo de cualquier discapacidad mental o emocional.
Cualquier caída puede matar a un bebé
Al igual que el desarrollo de tu hijo, si el impacto de la caída es menor, no dañará a tu bebé. Incluso en el caso de las caídas importantes, se necesita un traumatismo inmenso para causar una fatalidad.
Las caídas durante el embarazo dificultan el parto natural
A menos que el traumatismo causado por la caída sea lo suficientemente grave o intenso como para afectar a la posición o la estructura física del bebé, los médicos no recomendarán una cesárea.
Sólo debes preocuparte si te caes boca abajo
Independientemente de la posición en la que te caigas, el factor más importante que debes tener en cuenta es la fuerza del impacto de la caída. Caer sobre la barriga aumenta el riesgo de peligro para el bebé, pero caer sobre la cabeza o incluso sobre las nalgas durante el embarazo puede afectar al bebé con la misma facilidad si el impacto es lo suficientemente fuerte.
Nota: Es esencial que te vigiles después de una caída, ya que tú eres la que mejor conoce tu cuerpo. Si algo no te parece natural, acude al médico. Algunas caídas pueden parecer menores, pero son, en realidad, extremadamente graves.
Motivos de las caídas durante el embarazo
Existen numerosas razones por las que puedes sufrir una caída cuando estás embarazada. Algunas de ellas son:
Desplazamiento del centro de gravedad
El cambio del centro de gravedad es una de las principales causas de las caídas durante el embarazo. Puede ser el resultado de un desequilibrio repentino creado en tus músculos debido al rápido aumento de peso durante el segundo y tercer trimestre. El yoga prenatal y otros ejercicios pueden ayudar a preparar los músculos para este cambio de gravedad. Habla con tu médico sobre qué ejercicios son seguros para ti y qué tipos de ejercicio pueden ayudarte a evitar una caída por este motivo.
Hormonas del embarazo
El embarazo provoca desequilibrios hormonales. Algunas de estas hormonas relajan las articulaciones y los ligamentos, que actúan como una forma de apoyo al cuello uterino durante el periodo de embarazo. Estas articulaciones se estiran y relajan, lo que permite al cuerpo redistribuir el peso alrededor de la región pélvica para que el crecimiento de tu bebé no se vea obstaculizado y tus articulaciones no se dañen. Esto puede hacer que las articulaciones se relajen demasiado, provocando una caída.
Inflamación
La inflamación, uno de los efectos secundarios más comunes del embarazo, se considera una de las principales causas de las caídas durante el segundo y tercer trimestre. Las hormonas del embarazo pueden provocar hinchazón en todo el cuerpo, especialmente en los pies. Esto puede provocar dolor y pérdida de equilibrio, lo que lleva a un desplome.
Peso corporal desequilibrado
Durante el embarazo, el cuerpo aumenta rápidamente de peso, la mayor parte del cual se centra en el vientre. Esto crea un desequilibrio en la postura corporal y la distribución del peso, y puede provocar una caída. El desequilibrio en el peso del cuerpo fuerza a ciertos músculos más que a otros, por lo que los músculos sobrecargados tienden a tener mucha más fatiga y pueden desmoronarse por falta de apoyo.
Presión arterial y / o azúcar bajas
Una condición común cuando se está embarazada, las fluctuaciones en el azúcar en la sangre y la presión arterial debido a un sistema inmunológico debilitado y el desequilibrio en las hormonas puede causar mareos severos y caídas.
¿Pueden las caídas perjudicar al bebé?
El feto está muy bien protegido por numerosas capas diferentes que actúan constriñendo el movimiento, a la vez que amortiguan a tu hijo. Los resbalones no se consideran peligrosos a menos que la caída presente los siguientes signos de peligro:
- La caída provoca una hemorragia en cualquier parte cercana a la región abdominal o vaginal.
- La caída provoca un dolor insoportable.
- La caída provoca una pérdida de líquido amniótico.
- Los movimientos fetales disminuyen después de la caída.
Si estos signos están presentes inmediatamente después de una caída, acude al médico inmediatamente.
Pruebas para detectar lesiones por caídas
En caso de que hayas sufrido una caída importante con indicios de traumatismo, los médicos pueden hacerte una serie de pruebas. En algunos casos, es posible que se te pida que pases una noche en el hospital para tu observación, ya que los síntomas que se retrasan pueden manifestarse más tarde.
Repercusiones de las caídas durante el embarazo
A continuación te presentamos algunos factores que debes tener en cuenta para evaluar la gravedad de tu caída y sus posibles repercusiones.
La posición
Es importante recordar que los problemas que pueden surgir cuando una mujer embarazada se cae boca abajo son diferentes a los que se producen si se cae de rodillas estando embarazada. Consulta a tu médico si el dolor es demasiado intenso o si empiezan a manifestarse otros síntomas. Recuerda que el mayor riesgo lo corres si te caes boca abajo. Aunque caerse de espaldas o de rodillas puede doler, el riesgo para tu hijo es mínimo, siempre que la caída no sea extrema.
La edad de la madre
Según la mayoría de los médicos, las mujeres mayores de 35 años que están embarazadas tienen más posibilidades de sufrir complicaciones debido a una caída. Si cumples con este criterio, te recomendamos que consultes a tu médico independientemente de la manifestación de los síntomas, por seguridad.
La superficie
La superficie sobre la que te caes puede tener un impacto importante en el riesgo de complicaciones. Si la superficie es dura, el riesgo de que tu bebé se haga daño aumenta. Caer sobre una superficie dura no garantiza que tu bebé se haga daño.
Complicaciones de las caídas durante el embarazo
Las complicaciones de una caída aumentan o disminuyen en función del momento del embarazo en que se produzca la caída.
Caídas en el primer trimestre de embarazo
Durante el primer trimestre del embarazo, el riesgo para tu hijo es mínimo. Esto se debe principalmente a que el feto aún no está desarrollado y está protegido por una gruesa capa de la placenta. Esto, junto con la protección del hueso pélvico, garantiza un menor riesgo para el niño. Si tienes una caída importante, túmbate y descansa. Si te sientes incómoda o tienes miedo del impacto de la caída, consulta a tu médico.
Caídas en el segundo trimestre de embarazo
El riesgo de peligro es ligeramente mayor en el segundo trimestre del embarazo. El útero no está metido en la región pélvica y está más expuesto a la superficie. Sin embargo, esto no impide que los demás escudos protectores funcionen con normalidad. El riesgo en este trimestre es moderado, y debes acudir al médico si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Sensibilidad en el abdomen o el útero
- Presencia de sangre o manchado
- Mareos
- Falta de aire
- Dolor insoportable
- El movimiento del feto disminuye considerablemente
- Contracciones en el útero
Caídas en el tercer trimestre de embarazo
El riesgo de peligro para el feto es sustancialmente mayor en el tercer semestre. El feto está completamente desarrollado y boca abajo, con la cabeza más cerca de la vagina. Las posibilidades de que la placenta que protege al bebé se desprenda de la pared uterina son mucho mayores, lo que puede aumentar el riesgo de daños graves para el bebé. También se recomienda estar atenta a las pérdidas de líquido amniótico, que podrían ser un signo de parto prematuro.
Precauciones que puede tomar para evitar accidentes
- Cuando sea posible, utiliza barandillas para apoyarte mientras caminas.
- Pide ayuda y apóyate en tu pareja o en tus amigos y familiares.
- Haz pausas entre actividades y asegúrate de descansar adecuadamente para combatir la fatiga.
- Sumerge los pies en agua caliente y sal gruesa para ayudar a aliviar el estrés muscular y combatir la inflamación.
- Utiliza banda antideslizante en los baños y otras zonas con el suelo mojado.
- Evita cargar con objetos pesados.
- Permanece atenta al caminar.
- Evita las escaleras en la medida de lo posible.
- Pide a tu pareja que te dé un masaje en los pies para ayudar a relajar los músculos.
- Pide ayuda, delega el trabajo que hay que hacer y no te esfuerces.
- Asegúrate de vigilar tu nivel de azúcar y tu presión arterial. Descansa cuando esté baja y come algo para recuperarte, antes de caminar.
Es importante recordar que el riesgo de caídas aumenta a medida que avanza el embarazo. Habla con tu médico sobre los signos a los que debes prestar atención y cómo evitar el riesgo de caídas. Asegúrate de que descansas lo suficiente y apóyate en tus seres queridos cuando no puedas arreglártelas sola. En caso de caída, consulta inmediatamente a tu médico. Asegúrate de consultar a un médico en el tercer trimestre, incluso si no hay síntomas, ya que el riesgo de complicaciones es mucho mayor durante este periodo.
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