Aunque la mucosidad puede ser un poco molesta, desempeña un papel importante en el organismo de tu hijo. Recubre sus órganos con una capa protectora, manteniendo el polvo y la suciedad fuera, y ayuda a combatir las infecciones producidas hasta por 200 virus.
Los más pequeños de la casa pasan pasan por varios catarros, de 7 a 11 al año, llegando a durar cada uno hasta dos semanas.
Desde que comienza el curso escolar hasta que acaba con el inicio del verano, los niños son auténticas fábricas de gérmenes. Esto significa que probablemente haya muchos mocos en tu casa. Pero, ¿Qué significan realmente los diferentes tonos de mocos que salen de la nariz de tu hijo?
Los mocos incoloros son normales. Si tu hijo produce más de lo habitual, es posible que tenga alergia o un resfriado leve. Los mocos fibrosos son mocos alérgicos. La mucosidad líquida es una mucosidad vírica. Si tu hijo tiene mocos blanquecinos, también podría ser el comienzo de un resfriado. Si tu hijo tiene mocos blancos durante más de dos semanas, presenta dolor en los senos nasales, fiebre u otros síntomas, podría estar contrayendo una infección.
Cuando tu hijo tiene mocos amarillos, es porque los glóbulos blancos están luchando contra las infecciones. La buena noticia es que su cuerpo está haciendo lo que debe. La mala noticia: es probable que tu hijo esté enfermando y que mejore por sí solo, pero si no es así, tiene que ir al médico.
Cuando los mocos de tu hijo son de color verde, significa que los glóbulos blancos están haciendo horas extras para combatir su infección. Por este motivo No es necesario darle antibióticos y además la causa suele ser por un virus, por lo que los antibióticos no servirían. Cuando se tiene un resfriado, el sistema inmunitario envía a la zona unos glóbulos blancos llamados neutrófilos. Estas células contienen una enzima de color verdoso y, en gran número, pueden hacer que la mucosidad adquiera el mismo color. Conclusión: incluso un resfriado vírico puede manifestarse con una mucosidad nasal de color verde. Por lo tanto, el color amarillo o verde no proviene de las bacterias ni garantiza que los antibióticos ayuden a eliminar la mucosidad.
Si tu hijo tiene mucosidad rosa o roja, significa que tiene sangre en la mucosidad y suele deberse a la irritación de las fosas nasales. Es común en climas secos y en zonas elevadas. Para los asmáticos y los que tienen alergias nasales es común tener sangre en los mocos porque los mocos irritan la zona. Y cuando los niños tienen la nariz seca, los pequeños capilares de la nariz se abren con facilidad.
Si tu hijo tiene mocos marrones, puedes agradecérselo a la contaminación del aire. Si la calidad del aire es mala, tu hijo puede tener motas de residuos en la nariz y en los mocos. Pero esto es bueno. Significa que la mucosidad está haciendo su trabajo de sacar los contaminantes de la nariz de tu hijo. Si la calidad del aire es mala, limita el tiempo que tu hijo pasa al aire libre. Además, asegúrate de que no esté cerca de nadie que consuma tabaco.
Si tu hijo tiene mocos negros, es una advertencia. Es posible que el niño tenga una infección grave por hongos u otro problema de salud y debes llevarlo al médico de inmediato.
¿Cómo se pueden tratar los mocos en los niños?
Puedes aliviar la nariz taponada haciendo lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar. Aquí te contamos con más detalle cómo hacerlo ⇒ Cómo limpiar los mocos del bebé con solución salina
Evita los aspiradores nasales y remedios caseros o medicamentos naturales, lo primero daña la mucosa. Y lo segundo no te servirá para nada, ya que en realidad no sirven ni para prevenir los mocos ni para acabar con ellos.
Aumenta la cantidad de líquido que bebe el niño. Hay que insistir en el agua. Y a menos que el niño sea alérgico a la leche, es un cuento de viejas que la leche empeora la mucosidad, Si eso es lo que quiere, pueden tomar leche con un resfriado.
Si el niño se encuentra muy mal, lo ves muy apagado, la fiebre persiste después de dos días, no quiere comer ni beber líquidos, le duele el oído, tiene problemas para respirar y se escuchan sonidos que no son normales, como sibilancias, tiene tos y/o mocos que después de 10 días no mejoran e incluso van a peor, acude al médico inmediatamente.
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