Tu hijo ha pasado de su trona a la mesa de los mayores. Y ahora come un poco de todo, como tú. Error: servir a un pequeño "como todo el mundo" significa correr el riesgo de darle demasiada comida o una comida equivocada. Porque entre los 2 y los 3 años, el niño sigue teniendo necesidades específicas.
¿Qué alimentos debo dar a mi hijo?
La prioridad a esta edad es asegurar el crecimiento y, por tanto, el aporte energético. Para ello, es fundamental enseñar a tu hijo a comer de todo. Todo, sí, pero de una manera particular. A esta edad, hay que dar prioridad a los alimentos ricos en azúcares lentos (puré de patatas, pasta, arroz, etc.) y en calcio (en la leche, pero también en la fruta y la verdura). Azúcares lentos, porque proporcionan la principal energía necesaria para el crecimiento; leche, porque es una excelente fuente de proteínas, fácil de digerir para un niño que, a los 3 años, puede beber más de medio litro al día.
¿A tu hijo no le gustan las verduras? No insistas, puedes ofrecerlas en otro momento... de forma diferente (gratinado de verduras, por ejemplo). Sigue comiéndolas tu misma, ¡ellos acabarán siguiendo tu ejemplo! Y si tu hijo sólo pide jamón y pasta, no te desanimes; los estudios han demostrado que un nuevo alimento siempre se acepta después de una media de diez o quince veces: los psicólogos lo llaman "fenómeno de exposición repetida".
¿Puede mi hijo comer de todo?
Entre los 2 y los 3 años, sí, absolutamente. Sí a los embutidos y las patatas fritas si se sirven de vez en cuando y en pequeñas dosis. En cuanto a las verduras crudas, de las que a veces se sospecha que pueden irritar el estómago, debes saber que son inofensivas, pero que rara vez se disfrutan antes de los 3 años. Eso resuelve el problema. La carne, que ha sido valorada durante mucho tiempo, es acusada ahora por los nutricionistas de ser demasiado grasa. No hay nada que impida dársela todos los días, siempre que se altere la blanca, la roja, la de ave, etc., y se mantenga dentro de las cantidades medias recomendadas. Ningún alimento es malo en sí mismo, si la dieta es variada y equilibrada. La única excepción es que no debes saciar su sed con bebidas azucaradas, sino con agua. Una regla que hay que seguir al pie de la letra.
¿Cuánto debe comer mi hijo de 2-3 años?
¿El error más común de los padres? Servir a su hijo raciones de tamaño adulto. Pero recordemos: entre los 2 y los 3 años, un niño sólo necesita entre 1.200 y 1.400 calorías al día (repartidas en cuatro comidas), mientras que una mujer de 20 a 40 años debe consumir entre 1.900 y 2.200, y un adolescente entre 2.100 y 3.700. Así, cuando se come un filete picado clásico de 100 g, entre un tercio y la mitad es suficiente para cubrir las necesidades diarias de carne de tu hijo. Lo mismo ocurre al cortar una rebanada de pan. ¡Dale sólo la mitad! En cuanto a la fruta y la verdura, ¡puede comer toda la que quiera! En la práctica, confía en el apetito de tu hijo. No le obligues a terminar su plato. ⇒ ¿Por qué no se debe pelear y obligar al niño a comer?
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