El estrés es un proceso, no un diagnóstico. Experimentamos estrés cuando hay un desequilibrio entre las demandas que se nos hacen y nuestros recursos para hacer frente a esas demandas. El nivel y el alcance del estrés que una persona puede sentir depende en gran medida de su actitud ante una situación particular. Un evento que puede ser extremadamente estresante para una persona puede ser un mero contratiempo en la vida de otra.
Puedes sentirte presionado para hacer algo y temer fallar. Cuanto más importante sea el resultado, más estresado te sentirás. Puedes sentirte estresado por situaciones externas (demasiado trabajo, mal comportamiento de los niños) y por factores desencadenantes internos (la forma en que piensas sobre situaciones externas).
El estrés no siempre es malo. Algunas personas prosperan con el estrés e incluso lo necesitan para hacer las cosas. Cuando el término "estrés" se usa en un sentido clínico, se refiere a una situación que causa malestar y angustia a una persona y puede conducir a otros problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.
El estrés también puede contribuir a enfermedades físicas como las cardiovasculares. Cuando el estrés se convierte en una enfermedad grave, es importante buscar ayuda profesional lo antes posible. Los trastornos de ansiedad no tratados pueden provocar una depresión grave.
Efectos del estrés
El estrés nos afecta de muchas maneras, que incluyen:
- Emocionalmente: ansiedad, depresión, tensión, ira.
- Nuestra forma de pensar: falta de concentración, olvido, indecisión, apatía, desesperanza.
- Comportamiento: aumento de la bebida y el tabaquismo, insomnio, propensión a accidentes, problemas de peso, comportamiento obsesivo-compulsivo, nerviosismo, juego.
Tu respuesta al estrés
Tu actitud, personalidad y enfoque de la vida influirán en tu respuesta al estrés. Los factores que juegan un papel incluyen:
- ¿Cómo piensas sobre un problema?
- Qué tan ansioso te sientes en general.
- Qué tan gravemente te afecta el problema.
- Si has experimentado algo como esto antes.
- Si puedes controlar lo que está sucediendo.
- Cuánto tiempo te afecta el evento.
- Que tan importante es el resultado para ti.
- Las diferentes formas en que una persona se enfrenta a situaciones difíciles.
- Tus experiencias e historia de vida.
- Tu autoestima.
- Si tienes personas alrededor que puedan brindarte apoyo.
El estrés como problema de salud
Como problema de salud, el estrés se produce cuando una persona siente que las exigencias que se le imponen superan su capacidad de afrontamiento. Los factores que contribuyen a que una persona se sienta estresada pueden incluir:
- Medio ambiente (trabajo, hogar, escuela).
- Estilo de vida.
- Problemas emocionales y personales.
- Trastornos físicos.
Estrés y enfermedad física
Cuando nos sentimos estresados, nuestro cuerpo se pone en marcha para hacer frente a la amenaza. Nuestros latidos cardíacos, frecuencia respiratoria y presión arterial aumentan. Cuanto más nos sentimos estresados, mayor es la demanda de nuestro cuerpo.
Cuanto más a menudo estemos sometidos a estrés, más a menudo tenemos que utilizar energía para afrontarlo. Existe una creciente evidencia de que el estrés puede contribuir a enfermedades físicas como las enfermedades cardiovasculares (aunque este vínculo sigue siendo controvertido y la investigación está en curso), la hipertensión arterial, la propensión a las infecciones y la fatiga crónica.
Cualquiera que sea la causa, las enfermedades físicas necesitan un tratamiento médico adecuado antes de intentar controlar el estrés. Consulta con tu médico sobre cómo se puede utilizar el manejo del estrés para apoyar el tratamiento de los síntomas físicos.
Estrés y ansiedad
El estrés no tratado puede convertirse en una enfermedad mental, como un trastorno de ansiedad o depresión.
Casi todo el mundo experimenta algo de ansiedad. Esto es normal. Sin embargo, un trastorno de ansiedad es diferente de la ansiedad cotidiana: es más grave, puede persistir y puede interferir con la vida diaria de una persona.
Los trastornos de ansiedad comunes incluyen:
- Trastorno de ansiedad generalizada: la persona está constantemente preocupada, a menudo por cosas irracionales, y no se puede tranquilizar.
- Trastorno de pánico.
- Fobias específicas, como el miedo a volar o a las arañas.
- Agorafobia: miedo a los lugares públicos o estar lejos de casa.
- Trastorno de ansiedad social: miedo al escrutinio y al juicio de los demás.
- Un trastorno de ansiedad menos común es el trastorno de estrés agudo.
La ansiedad es una condición muy tratable. Hay muchas opciones psicológicas y de medicación diferentes. Los tratamientos deben decidirse individualmente y revisarse periódicamente para asegurarse de que sean efectivos y para minimizar los efectos secundarios de los medicamentos. Por separado y en combinación, la psicoterapia y la terapia con medicamentos generalmente producen buenos resultados.
Trastornos de ansiedad y depresión no tratados
Los trastornos de ansiedad no tratados pueden provocar una depresión grave. La enfermedad depresiva es común.
La depresión es aproximadamente dos veces más común en mujeres que en hombres. El momento más común en la vida en que las personas sufren depresión es en los 40. Sin embargo, puede desarrollarse a cualquier edad. La depresión a menudo se asocia con una mayor incidencia de suicidios.
Estrés en el trabajo
El estrés en el lugar de trabajo es común y está causado por muchos factores diferentes, que incluyen horas excesivas, conflictos con los demás y sentimientos de aislamiento. La cantidad de estrés que experimenta una persona a menudo está determinada por si puede aceptar o no que algunas cosas en la vida simplemente nunca se resolverán a su satisfacción. Por ejemplo, una persona puede sentirse estresada por la forma en que su empleador la trata o por el comportamiento de un colega de trabajo.
A veces, este estrés se puede resolver tratando con el comportamiento particular. En muchas organizaciones, existen procesos para abordar problemas en el lugar de trabajo como el acoso, la victimización o el trato injusto. En muchos casos, el problema se puede resolver si se cambia el comportamiento.
Sin embargo, algunos problemas nunca se resolverán por completo y es posible que debas aceptarlos.
Manejo del estrés
El viejo dicho "es mejor prevenir que curar" es cierto para el manejo del estrés. Puede ayudarte si:
- Haces ejercicio con regularidad: el ejercicio regular es una excelente manera de controlar el estrés. Haz al menos 20 minutos de ejercicio tres veces por semana.
- Evitas los conflictos: evita situaciones que te hagan sentir estresado, como discusiones y conflictos innecesarios (aunque ignorar un problema no siempre es la mejor manera de reducir el estrés). La asertividad está bien, pero angustiarse no.
- Relájate: tómate un tiempo para relajarte todos los días y trata de pasar tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo.
- Come bien: Una dieta nutritiva y saludable es importante. Evita los alimentos dulces y ultraprocesados.
- Dormir: una buena rutina de sueño es esencial. Si tienes dificultades para conciliar el sueño, haz algo tranquilo y relajante antes de irte a la cama, como escuchar música o leer.
- Disfruta de la vida: es importante hacer tiempo para divertirse y lograr un equilibrio en tu vida.
Para lidiar con el estrés de manera más efectiva, es útil conocer cómo reaccionas ante el estrés:
- Comprende qué situaciones te hacen sentir estresado.
- Comprende qué situaciones puedes y no puedes controlar.
- Prepárate para eventos estresantes con anticipación, pensando en el futuro.
- Mantente saludable con una buena nutrición, ejercicio y relajación regular.
- Intenta hacer cosas que te hagan feliz todos los días.
Obtener ayuda para el estrés
Debes consultar a tu médico si:
- Te sientes estresado a menudo.
- Cosas particulares te estresan y sientes que están fuera de tu control.
- Sientes que tus reacciones al estrés son extremas o te preocupan.
- Te sientes ansioso o deprimido por el estrés.
***El contenido de este sitio web es solo para fines informativos, es de carácter general y no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, y no constituye asesoramiento profesional. La información en este sitio web no debe considerarse completa y no cubre todas las enfermedades, dolencias, condiciones físicas o su tratamiento. Debe consultar con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, pérdida de peso o atención médica y / o cualquiera de los tratamientos de belleza.