A salvo en el escondite
de su dulce nido oscuro,
un nuevo ser en ti vive,
en apariencia seguro.
Un ser débil e inocente,
al que la naturaleza
más que a ninguno protege
mientras su camino empieza.
Oculto en su santuario,
tiene alimento y calor
y todo lo necesario
que le aportas con amor.
Ha nacido en tus entrañas,
aunque es un ser singular
dotado de cuerpo y alma,
al que tienes que cuidar.
Si se siente protegido
y confía en tu cuidado
¿Cómo vas a suprimirlo?
¿Cómo vas a traicionarlo?.
Desde que empezó su vida,
aunque por un tiempo corto,
la senda está decidida
sino la oculta el aborto.
¿Qué pasará por tu mente
si lo quieres destruir,
por más que diga la gente
que forma parte de ti?.
Tú lo sabes hijo tuyo:
desde que se concibió,
siendo apenas un capullo,
en tu matriz anidó.
Él solo sigue creciendo
sin que tú sepas por qué
y sabes que está viviendo
en tu cuerpo un nuevo ser.
Solamente violentando
esta forma de crecer,
conseguirás apartarlo
y que no llegue a nacer.
¡Escucha atenta la voz
de tu instinto maternal
y disfruta con valor
tu nueva maternidad!
José García Velázquez
Segovia, 8 de noviembre de 2008