En este mundo hay personas
con tan grande corazón
que pueden cambiar la historia
en contra de la razón,
capaz de saltar barreras
de fronteras culturales
y ponerse por montera
necios prejuicios raciales.
Desafiando al egoísmo,
la enfermedad o el terror,
dan lo mejor de sí mismos
a través de la adopción.
Pero hay que reconocer
- y creo que no me equivoco-
que para así proceder
hay que estar un poco loco…
¡Aunque bendita locura
que hace triunfar al amor
salvando a tantas criaturas
de injusta marginación!.
José García Velázquez
Segovia, 14 de mayo de 2007