Más conocido por su nombre común de máscara del embarazo, el cloasma es una afección cutánea benigna y frecuente, que no sólo afecta a las mujeres embarazadas. Su principal manifestación: La aparición de manchas de pigmentación en zonas concretas de la cara y el cuello.
Cloasma: Una afección cutánea muy común
El cloasma, más conocido como máscara del embarazo o melasma, es una afección dermatológica perteneciente a la familia de las melanosis. Consiste en una acentuación de la pigmentación de la piel, debido a un aumento de la cantidad de melanina que contiene.
El cloasma puede observarse en algunas mujeres que siguen un tratamiento hormonal, a partir de la anticoncepción oral estroprogestativa, pero también se produce durante el embarazo. La causa es la impregnación hormonal y la exposición al sol, en particular, aunque la aparición de este tipo de trastorno pigmentario también se ve favorecida por otros factores (herencia, uso de cosméticos irritantes, estrés, ciertas enfermedades, etc.)
¿Cuáles son los signos del cloasma?
¿Cómo se manifiesta el cloasma?
El cloasma se manifiesta por la aparición de parches o manchas de pigmento marrón de forma irregular en la cara y a veces en el cuello o los antebrazos. Su aparición, generalmente progresiva, puede acelerarse con:
- El avance del embarazo y el aumento del nivel de estrógenos, progesterona y hormonas que favorecen la actividad de los melanocitos (las células responsables de la pigmentación de la piel).
- La exposición al sol, especialmente a los rayos UVB, ya que el cloasma es extremadamente fotosensible.
Tipos de cloasma
Aunque suelen marcar la cara de forma simétrica, estas manchas pueden tener una topografía diferente según la mujer. Según su ubicación en la cara, se dice que el cloasma es de los siguientes tipos:
- Centrofacial: las manchas se concentran entonces principalmente en la zona central de la cara (frente, nariz, mejillas, labio superior y barbilla). Este es el tipo más común de cloasma.
- Malar: las manchas marrones son visibles sobre todo en la nariz y las mejillas.
- Mandibular: las manchas se concentran en la zona de la mandíbula, el maxilar inferior.
Localización de la hiperpigmentación
Una segunda tipología permite precisar dónde se localiza la hiperpigmentación en las distintas capas de la piel, para establecer, en su caso, un tratamiento. Esto se llama:
- Cloasma epidérmico cuando la hiperpigmentación se localiza en la capa superior de la piel, la epidermis. Es la forma más superficial de esta melanosis y también la más frecuente durante el embarazo.
- Cloasma dérmico, cuando la hiperpigmentación afecta a la capa profunda de la piel (la dermis).
- Cloasma mixto, cuando se observan ambos tipos simultáneamente.
¿A quién afecta el cloasma?
El cloasma aparece en más de una de cada dos mujeres embarazadas (entre el 50 y el 70%), generalmente a partir del segundo trimestre del embarazo. Sin embargo, es más probable que afecte a las mujeres embarazadas de piel más oscura (fototipos III y IV) que a las mujeres de piel clara o muy oscura. También tiene una mayor prevalencia en las zonas más expuestas al sol.
¿Cuáles son los tratamientos para el cloasma?
En la gran mayoría de los casos, la máscara del embarazo no requiere tratamiento. De hecho, generalmente se espera que desaparezca por sí sola entre 6 y 18 meses después del parto. Sin embargo, cuando el cloasma está causado por un tratamiento hormonal, puede persistir durante un período más largo. En este caso, o si el melasma se instala después del embarazo (que es el caso de menos de una mujer de cada diez), se puede considerar el tratamiento después de una revisión con un dermatólogo. El dermatólogo identificará el tipo de cloasma de que se trate antes de recomendar el tratamiento adecuado en función de su diagnóstico. El tratamiento habitual suele consistir en la aplicación de un producto tópico (crema) para aclarar las manchas de cloasma.
¿Cómo prevenir el cloasma?
Aunque existen soluciones para reducir estas manchas de pigmentación, es importante tener en cuenta que a veces pueden persistir, sobre todo cuando se localizan en la capa profunda de la piel. Por lo tanto, es esencial, especialmente durante el embarazo, adoptar las medidas preventivas adecuadas:
- Evitar la exposición al sol en la medida de lo posible, especialmente durante las horas de mayor intensidad de luz.
- Usa un sombrero de ala ancha y ropa que cubra lo más posible.
- Aplicar una crema solar de alto factor de protección (SFP 50+) diariamente y con regularidad durante el día.
- Acude a una revisión postnatal con tu médico para hablar de la anticoncepción. De hecho, después del parto, tu ginecólogo, matrona o médico de cabecera puede aconsejarte que cambies de anticonceptivo (píldora de progestágeno), si lo considera necesario.
Por último, si desarrollaste una máscara de embarazo durante tu primer embarazo, ten en cuenta que corres un riesgo especial en caso de embarazos posteriores. Las medidas preventivas serán entonces aún más importantes.
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