La sal es necesaria para el organismo, pero con 1 gramo al día tenemos suficiente.
Si tu alimentación es variada, obtendrás toda la sal que necesitas de los alimentos, sin tener que añadir sal extra a tus platos, por lo tanto, toda la sal que añadas está más en tu relación con tu paladar y costumbres alimentarias que con unas necesidades reales del organismo.
Consumir mucha sal puede elevar la presión arterial, convirtiéndose, para algunas personas, en un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. En este momento, no hay forma de saber con anticipación quienes pueden ser afectadas o no de esta manera por el consumo de sal. Si realmente consumes mucha sal o muchos productos salados, sería aconsejable disminuir un poco este consumo. Los siguientes consejos pueden ayudarte a conseguirlo.
Consejos saludables
- Utilizar menor sal en tus guisos.
- No añadas sal extra en la mesa.
- Disminuye el consumo de productos procesados que son muy salados: ahumados, conservas, pescados salados, etc.
- Los productos llamados "aperitivos" suelen tener mucha sal añadida. Selecciona aquellos en cuya etiqueta puedas leer "sin sal": patatas fritas, pipas, palomitas, frutos secos, etc.
- Recuerda que la sal marina y la sal yodada tienen algunos minerales, pero no es mejor para tu tensión arterial.
Fuente: Plan andaluz de salud