La vista es uno de los sentidos más importantes del ser humano. Sin embargo, en los últimos años aumentan los casos de niños que necesitan utilizar gafas. En muchos casos, no necesitan el uso de lentes para todo el día pero sí, para momentos puntuales como por ejemplo, leer el contenido de la pizarra en el colegio, ver la televisión, leer la matrícula de un coche… De hecho, muchas veces, el oculista desaconseja llevar las gafas para todo para evitar que la vista se acostumbre. Pero el exceso de esfuerzo y forzar la visión sin límites también es agotador y perjudicial.
¿Cómo se puede notar que el niño necesita utilizar gafas? Por ejemplo, cuando no reconoce la cara de un conocido a lo lejos, cuando en clase necesita sentarse en la primera fila para poder leer el contenido de la pizarra, cuando no puede leer las letras que aparecen en la televisión… En ese caso, se debe pedir hora al oculista para obtener un diagnóstico adecuado. Existen diferentes problemas de visión: por ejemplo, el niño puede tener miopía o también, astigmatismo.
A la hora de elegir las gafas adecuadas para el peque es fundamental apostar por la calidad. En las gafas, lo más caro son los cristales y lo más económico, es la montura. Por suerte, dada la competencia que existe en el mercado óptico, existen muchas ofertas de gafas a muy buen precio. Para cuidar la vista, es fundamental que el niño estudie siempre en una mesa que esté muy bien iluminada. Por la noche, es positivo utilizar un flexo. Además, también existen alimentos esenciales para luchar contra la miopía, como por ejemplo, la zanahoria.